Franco
Anoche no pude pegar ojo, tengo un nudo en la garganta que no me deja casi ni respirar, siento como si todo se hubiera ido a la mierda, como si mi vida solo pudiera ir a peor y mira que es complicado... Pero sobre todo estoy acojonado, tengo mucho miedo y lo único que deseo es ver a mi madre y abrazarla, oírla decir que todo va a salir bien, que la tengo a ella y que mientras esté junto a mi familia nada malo va a pasar, pero no, no tengo a mi madre, ni a mis hermanos, y la única persona que tengo cerca y con la que poder hablar cose como me siento, ahora mismo me odia. Todo esto viene a que al irme a dormir recibí un mensaje anónimo.
Sabemos que estás aquí, mañana a las 11:00A.M en el polígono de siempre.
No me van a dejar nunca en paz, pasé de su mensaje y luego me llegó otro.
Si no vienes tendremos que hacerle una visita a tu noviecita, Nora.
Después de leer ese mensaje no pude evitar contestar, no quiero que la toquen y mucho menos si es por mi culpa, esos hijos de puta saben muy bien lo que hacen.
Vale, no quiero armas ni trampas.
Les conozco lo suficientemente bien como para saber que tienen algo planeado, y no es nada bueno, además ahora que Nora me ha pillado la pistola, no tengo con que defenderme.
Ven solo, sino tendremos que actuar.
No sé cuál de todos los hombres del jefazo será, pero a cada cuál es peor así que no voy a cagarla, voy a ir solo. Tampoco tengo con quien ir, pero bueno.
Ahora son las 8:00 A.M, estoy poniéndome los zapatos para salir de casa, se tarda una hora en ir en transporte público, he dejado una nota en la nevera, poniendo que salgo a dar una vuelta, todavía no hay nadie levantado así que no tengo que dar explicaciones, cuando se despierten ya será tarde y no podrán decirme nada.
Además yo no sé qué les pasa en esta familia que sino tienen colegio, trabajo o algo que les haga madrugar, se levantan demasiado tarde así que tengo tiempo de sobra para ir y volver sin que se enteren de mi ausencia.
Y les he dejado el desayuno hecho, el café en la máquina y las tostadas ya hechas, cuando se despierten estarán frías pero sinceramente me da igual, se supone que soy el novio de su hija no tengo obligación de cocinar, pero José anoche me dijo que a pesar del paripé, yo sigo teniendo obligaciones.
Estoy abriendo la puerta lo más silencioso posible cuando escucho pasos detrás.
—¿A donde vas?—Mierda.
Me giro y veo a Nora delante de mí, con los brazos cruzados y el pelo despeinado, me encanta que se levante siempre con pelos de loca, está guapísima, solo lleva una camiseta, mía, por cierto, de pijama, me encanta que se las ponga para dormir, me pone mucho, pero bueno no tengo tiempo para pensar en eso ahora.
—Salgo a correr, me apetece hacer ejercicio—Digo lo primero que se me viene a la mente, no tenía pensado darle explicaciones a nadie.
—¿Y vas a ir así vestido a correr?—Me echa una ojeada juzgadora de pies a cabeza, caigo en que tengo unos vaqueros puestos y una camiseta, mierda.
—Ehh, no me he traído ropa de deporte así que me apaño con esto, los vaqueros son cómodos—Estoy muy nervioso, no quiero que sospeche nada, porque la conozco y se que va a querer entrometerse y no me da la gana.
—Ah, vale, te dejo entonces—¿Y ya? ¿No hace más preguntas? Qué raro, está no es la Nora que yo conozco, la Nora real me estaría haciendo miles de preguntas y desconfiando de cada palabra.
![](https://img.wattpad.com/cover/227582966-288-k179281.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Lo Último que se Pierde es la Esperanza
Roman d'amourLo último que se esperaba ella era acabar en otra ciudad, viviendo con un criminal. Empezó odiándole y poco a poco fue convirtiendo ese odio en amor, el solo quería su libertad pero nunca se le pasó por la cabeza enamorarse de la hija del tipo que a...