The Cat Shelter.

Capítulo V: Contra todo y tempestad.

Cayó la noche, las estrellas estaban presentes. Ninguna luz presenció lo sucedido, ni la del día, ni la de la noche, dejándolo completamente a su suerte. Eso significa que solo puede ir a un lugar, acudir a una sola persona. De otro modo, ya no habría salvación para los jóvenes.

Corrió tan rápido como sus pequeñas patas se lo permitieron, hasta un penumbroso sendero en lo profundo del bosque. La espesa neblina de la noche no lo detuvo, como si estuviera consiente de su entorno, corrió sobre sus cuatro patas, entre telarañas y pequeños huesos.

Cuando no parecía más asustado, repentinamente, ella descendió. El estruendo de su aterrizaje lo hizo retroceder, estaba asustado, aterrado, incluso bajo las órdenes de su bruja, el tamaño de ella era intimidante. Imponente pero sabía, así era la reina murciélago.

Ella se dio cuenta del estado horrorizado en el que se encontraba el pequeño talismán, además, esas marcas chamuscadas en el lomo del pequeño ratón de madera no pasaban desapercibidas. Se acercó con cuidado, e intentó dialogar con él, como si se tratara de otro de sus hijos.

–Calma, calma pequeño... ¿qué hace el talismán de la señorita Fangheart por aquí?

La reina murciélago conocía a la dueña de este talismán, pero conociendo a la bruja, podría tratarse de algo grande si ella no acompañaba al pequeño.

Extendiendo sus enormes alas, miró fijamente los ojos del ratón de madera, sus ojos se iluminaron en un intenso color naranja, comunicando lo sucedido, pasó un momento breve, más largo de lo que habitualmente tarda un mensaje entre talismanes... algo no andaba bien.

–...*gasp*... esto es malo...– incluso la cuidadora de los talismanes perdidos parecía atónita, no solo habían eliminado a la bruja investigadora de pelo morado con todo y biblioteca subterránea, sino que también un brujo de pelo blanco parecía estar en la lista negra de los cazarecompensas.

–Hiciste bien en venir aquí... solo nos resta confiar en que haga lo correcto y los proteja– la reina murciélago dio un largo y pesado suspiro después de escuchar eso de sí misma, solo podía darle un nuevo hogar a este talismán, sabía mejor que nadie que si intervenía de alguna manera, el gato no lo lograría completar su acometido.

Incluso tratándose de un felino que carga con las vidas de dos jóvenes en sus muy, muy... muy pequeños hombros. Los inexpertos jóvenes que poco conocen del oscuro mundo que los rodea, tendrían que saber valerse por sí solos contra toda fuerza de la oscuridad...

Habrá que confiar en Noche.

...

Había pasado un tiempo desde el encuentro entre el joven peli blanco y el mercader Grim hammer, alias "Tibbles". El evento no se conoció por ningún medio y tampoco hubo cambios en la planificación de eventos públicos en las islas. Solo se puede llegar a concluir que este acontecimiento debía mantenerse bajo discreción para evitarle cualquier vergüenza a los involucrados en la captura del brujo prófugo "Al, el blanco".

Se acercaban rápidamente las inscripciones de nuevo semestre en la secundaria Hexside. Por lo que el joven preparó lo que al principio debía ser una "pequeña excursión de investigación". La idea inicial, consistía en averiguar las imágenes de los glifos sobrantes y así tener un arsenal más amplio de hechizos...

Quién hubiera dicho que por causa de cierto gato, este viaje haya durado hasta los momentos tres días y contando.

–Seca... seca... – bajo las ordenes de su compañero, la abrigada bruja frotaba cada rama entre sus dedos para percatarse que la rama no estuviera muy húmeda. Vestía un grueso abrigo de cuerpo completo color marrón hasta la capucha, cuyo pelaje era procedente de una criatura desconocida. – Seca... no tan seca– desechó la rama con desdén – Seca... seca – y así la voz procedente de la joven siguió el procedimiento mientras se adentraba entre los arboles con nieve recién caída entre ramas. Traía en un pequeño bolso en su espalda una buena cantidad de ramas secas, probablemente para una fogata, pues la luz del día estaba a punto de acabar.