𝘽𝙐𝙒𝙔𝙂𝙄𝘽 | ᵐᵃʳᵏʰʸᵘᶜᵏ

𝙩𝙬𝙤 ☁

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—     ¿vas a venir a mi fiesta verdad?     — mark le hablaba por teléfono, habían pasado dos días desde que había conocido a mina y realmente no quería hablar con mark, no sabe el por qué y tampoco quiere averiguarlo, no tiene la intención de entender lo que estaba pasando con él.

—     umm no lo sé, tengo deberes que realizar, además el informe de historia se entrega esta semana, estoy un poco cansado...     — mark lo cortó en seco.

—     ¿lee donghyuck el amo y señor de las fiestas no irá porque tiene deberes que realizar? ¿quién eres y qué hiciste con mi bestie?     — le gustaba cuando mark ocupaba modismos en inglés, o cuando le hablaba de canadá, le gustaba saber de la infancia de mark.

—     ay tienes razón, ¿qué sería de tu fiesta sin mi? nadie iría     — y ahí estaba esa actitud ganadora de donghyuck, la altanera manera de responder.

—     sí, llega aquí a las nueve, haechan     — con eso la llamada se cortó, hoy quería quedar borrado, realmente quería distraerse de ese malestar que sentía y al que no le hallaba el verdadero meollo del asunto.

sus piernas calzaron dentro de sus pantalones negros rasgados, miró su muslos, le gustaban esos pantalones sobretodo por las bonitas rasgaduras que hacían ver su piel, eran sus favoritos, había decidido ir completamente de negro, su polera era básica y la sostenía la pretina de su pantalón junto con el bonito cinturón de hebilla plateada, sus preciosas botas de gamuza y es que eran las de siempre con las cuales conquistaba cada noche de fiesta, su chaqueta de cuero para terminar su outfit, frente al espejo ordenó su cabello, se veía espectacular, tomando su móvil y las llaves de casa salió dejándole un beso en la frente a su madre diciendo que se quedaba con mark. donghyuck sabía que ella estaría ahí y que era absolutamente para ella la fiesta aunque no iba a permitir que eso empañara su noche, por supuesto que no y se iba a poner la meta de conseguir a alguien hoy, para poder divertirse a pleno.

cuando llegó ella le abrió la puerta, la muchacha estaba sonrojada y arreglaba su cabello con pena, como un tuviera vergüenza de algo, donghyuck estaba pendiente de cada gesto que ella hizo antes de entrar encontrándose a mark saliendo del baño igual de sonrojado que mina, sintió su sangre hervir y no sabe por qué, era normal que ellos como pareja tuviera intimidad, miró la hora en el elegante reloj de su muñeca, regalo de su madre para su cumpleaños dieciséis, eran las malditas nueve con quince minutos, y había sido citado a las nueve, no sentía ni la más mínima culpa.

—     me hubieses avisado que estarías ocupado así no interrumpía nada, mark     — la forma en la que habló dejó mark helado, como si le debiese algo al lee menor.

—     no interrumpes nada     — la delicada voz de mina sonó, ay, sí como si no te hubieses cogido a mi mejor amigo pensó, realmente ella pensaba que habían salido victoriosos y que para haechan no había quedado como la mujer más fácil que pisó esta tierra, solo porque la conocía hace dos días, y porque la odiaba sin sentido.