Capítulo 14

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Pasó una semana llena de cosas interesantes, Keir se había postulado para un puesto de trabajo en Icrox una ciudad demasiado lejana a Miltbolt y lo había conseguido, según él, esto le ayudaría a alejarse de todo lo que alguna vez fue su vida pasad...

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Pasó una semana llena de cosas interesantes, Keir se había postulado para un puesto de trabajo en Icrox una ciudad demasiado lejana a Miltbolt y lo había conseguido, según él, esto le ayudaría a alejarse de todo lo que alguna vez fue su vida pasada y de cierto modo lo entendí, yo quería hacer lo mismo, les comenté sobre la casa de mis padres, que querían venderla y con ello podría irme lejos, sin embargo, decidí marcharme con ellos, con el dinero de la venta compraríamos los pasajes y podríamos conseguir un buen lugar para vivir, nos marcharíamos en cuanto la casa fuese vendida.

Pasamos los siguientes días limpiando y empacando cosas tanto de mi casa como en el departamento, por las noches yo me quedaba despierta hasta que todos estuviesen dormidos y salía, al principio eran caminatas hacia el parque, al puesto de hamburguesas, a la azotea del edificio pero por más que lo intentaba no podía conseguir un lugar donde pudiera estar tranquila durante un buen rato, hasta que el lago apareció en mi memoria, al igual que otras noches caminaba directo al lago cuando sentí una presencia extraña, detrás de mí se encontraba un chico de ojos verdes y cabellos negros, vestía con jeans ajustados azules y un suéter amarillo, traté de ignorarlo pero por su forma de verme no pude evitar sentirme incómoda, con cada paso que daba me di cuenta de lo cerca que estaba el lago y no quería que este chico me siguiera ahí, justo como estaba haciendo ahora sin darme cuenta mis pies se dirigieron a la dirección contraria, corría y miraba hacia atrás el aire abandonó mis pulmones cuando choqué contra alguien, sus brazos me rodearon y quito su gorro azul de su cabeza para colocarlo con cuidado en mi cabeza, me sonrió y eso me tranquilizó, Wade tomó mi mano y con su otro brazo rodeo mis hombros.

-Te estaba esperando, el restaurante ya cerró pero podemos ir por una pizza.- dijo calmado, yo aún estaba nerviosa, tanto que podía sentir mi cuerpo temblar al caminar, asentí siguiendo la conversación de Wade, miré de reojo y vi al mismo chico quieto, mirándonos con asombro y algo de ira, no nos siguió, por lo que llegamos sanos y salvos a la única pizzería que seguía abierta hasta las once, pedimos una pizza de peperonni y dos sodas de uva, pagamos y seguimos caminando hasta el lago, le mostré a Wade la pequeña mesa y la silla que escondí la otra noche para poder relajarme a gusto, el me dejó sentarme en la silla , luego lo vi quitarse su chamarra y ocuparla de asiento, tomó una rebanada de pizza y su jugo, hice lo mismo que él.

-¿Cómo me encontraste?- él se encogió de hombros como si fuera una pregunta absurda.

-Fui a verte a tu habitación y no estabas, de casualidad te vi por la ventana y te seguí.- confesó

-Gracias.

-Pero ¿Estás bien? Ese extraño te estaba siguiendo.

-Sí, lo estoy ahora que tú estás aquí- le di un mordisco a mi pizza bajando la mirada, sentí mis mejillas calentarse por mi comentario que a él le hizo gracia y terminó por mostrarme una de sus clásicas y hermosas sonrisas.

- En ese caso me alegra haberte visto escapar por la noche, por cierto, entiendo que el lago es hermoso de noche pero es demasiado peligroso Livy.- en el momento su rostro se congeló quería decir algo más pero no se atrevía, inclinó la cabeza pensativo.- ¿Por qué?

La pregunta quedó inconclusa, sentí que mi cuerpo se enfriaba, definitivamente iba a decirle el motivo por el cual venía cada noche al lago, tomó mi mano como muestra de apoyo y supe cuál era el mensaje detrás de esas palabras, esperaría que estuviera lista para contárselo, me levanté solo para sentarme a su lado, cerré los ojos y apoyé mi cabeza en su hombro.

-Ese día- comencé pero él me detuvo.

-No- dijo- está bien si no quieres decirlo, sé que es difícil para ti.- permaneció callado un rato con la mirada perdida y negó con la cabeza como si hubiese tenido un mal recuerdo-¿Sabes? No tengo ni la más mínima idea de que haces aquí, pero lo que sí sé es que los problemas son más ligeros si dejas que se los lleve el viento.- añadió, acto después se levantó para juntar un piño de rocas me dio algunas y me ayudó a levantarme, ahí estábamos él y yo, de pie a la orilla del lago, lo miré confundida, quería preguntarle qué pretendía conseguir con esto, quise hablar hasta que lo vi lanzar una piedra con todas su fuerzas y la acercó a su boca, murmuró algo que no entendí y la lanzó, seguida de otras dos, luego cuando su expresión se volvió triste me miró.

-Inténtalo, tal vez te sea de ayuda- no muy segura de si podría ayudarme lo hice.

Tomé la piedra y le dije mis problemas, mis miedos y mi dolor solo para aventarla y verla caer en las profundidades del lago, lancé una tras otra hasta que el peso que tenía sobre mis hombros desapareció, no pasó mucho cuando sentí que las lágrimas se apoderaban de mis ojos, Wade me abrazó y yo me pegué más a él, no hablamos durante esa noche y el camino a casa, acompañada de él se hizo demasiado corto y más seguro.

Tomé la piedra y le dije mis problemas, mis miedos y mi dolor solo para aventarla y verla caer en las profundidades del lago, lancé una tras otra hasta que el peso que tenía sobre mis hombros desapareció, no pasó mucho cuando sentí que las lágrima...

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