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- No me jodas - Susurré...

- ¡Lenguaje Tn! - Dijo mi padre enojado por mi forma de hablar, está de más decir, que en el Reino, decir malas palabras o hacer cosas mal, es demasiado grave.

- No se preocupe, me gustan las chicas rudas y groseras - ¡Maldito, hijo de...! Quién se cree que es. "Tú futuro esposo" JA!

- Perdón padre, pero, ¿me podrías explicar, por qué el Señor aquí presente, dice ser mi futuro esposo? - Estaba impactada.

- Se supone que tu, ya has aprendido todas las costumbres del Reino - En cada clase me las haces aprendérmelas PADRE.

- Y lo he hecho, pero, ¿que tiene él, que ver en esto? - Aún no podía comprender como, me van a hacer casar con un príncipe de no se donde.

- No las has estudiado bien. En una de las obligaciones de la Realeza, está que cada hija del Rey, debe casarse con el heredero de algún Reino, para que hagan fuerzas, y no pueda ser invadido y gobernado por otras personas.

- Es decir, ¿me tengo que casar con él, solo para que cuide de mi Reino? - Lo dije estupefacta, mi Reino no necesita ninguna ayuda.

- Lo comprendió bastante bien, Señorita Tn - Dijo el Principito, digo James, junto a mí. Que patético es.

- Perdón, pero me voy a retirar, no pienso casarme de alguna forma contigo, porque si. Es mi decisión casarme con cualquiera, y casarme contigo, no es mi prioridad ahora, si me disculpan, tengo cosas mejores que hacer.

- ¡Tn! - Dijo mi padre mientras subía las escaleras a mi habitación. ¿Que sucede con el mundo ahora? - ¡Tn! ¡Baja ahora!

Fui en dirección a mi cuarto, cuando salí de la sala, todos me miraron extrañados, pero no saben nada de lo que mis padres me obligan a hacer, no seré la primera en hacerlo, pero si la única en detenerlo. Se que es una idea algo arriesgada para hacerla, ¿Pero, quién dijo miedo?

Entré a mi habitación, y por alguna razón me vi algo desesperada y afectada, así que para sacarme el estrés, cogí mi almohada y la golpeé con todo lo que veía, me despeiné, me agité, e hice algunas cosas caer, pero sabía que no se escuchaba así que seguí, hasta no poder más, me veía desastrosa, al igual que mi cuarto, me acosté en la cama, y vi hacia el techo, intenté encontrar algo con que distraerme, algún argumento, pero nada, solo pensaba en la obligación, y eso era irritante, juro que iba a bajar a golpear al tonto de James, pero antes de hacerlo, tocaron mi puerta, voy a matar, a quién este ahí.

- ¿¡Quiéeeeeeeeeeeen?! - Grité, perdón por eso, pero de verdad tenía tanta rabia, que casi asesino a mi peluche de oso, al lado de mí.

- Soy yo - Dijo una voz, demasiado tierna y suave, no la conocía, era de mujer, eso es super seguro.

- ¿Quién es yo? - Dije estresada.

- Perdón, pero si te decía que era una persona extraña para ti, seguro me mandabas al demonio, y luego me enterrabas viva - Entró una chica, con un vestido similar al mío, tenía el cabello largo, hasta la cintura, castaño, su piel era demasiado blanca, y sus ojos eran azules, era alguien importante, se le notaba por su aspecto.

- Soy Isabella, Isabella Gallagher... - Dijo eso al no ver mi respuesta, estaba tan ocupada en mis pensamientos, que, cuando dijo Gallagher, casi me da un infarto, me paré demasiado rápido, lo que provocó que me marease y tambalease un poco, ella me sostuvo de inmediato.

- Gallagher... ¿Eres prima o algo del idiota de James? - Dije, claramente molesta. Primero entro a mi habitación de la nada y después... Pues es Gallagher.

- Soy su hermana - Fruncí el seño - Pero tranquila, no vengo a convencerte, ni nada por el estilo, solo vengo a presentarme, en serio, eres mi ídola - La miré confundida - Ninguna chica le ha dicho que no a mi hermano, y tú, lo lograste. Ahora está furioso abajo contigo, te quiere asesinar.

- Eso no me ayuda de mucho Isa, como ya lo has de saber, soy Tn, Tn White, un gusto - Dije mientras reía, de verdad, se me hacía muy buena persona, tal vez, me ayude a salir de este lío.

- Perdón por entrar así, no suelo hacerlo seguido, fue de una vez, lo prometo - Estaba avergonzada, eso era evidente.

- No te preocupes, no eres la primera, y seguro, no serás la última - Sonreí, para darle más confianza a Isabella.

- Abajo te veías muy ruda, parecía que no le tenías miedo a nada ni a nadie. Si te soy sincera, pensé que eras mala. Pero eres una persona muy linda y amigable - Reí más fuerte.

- No se, por qué, todos me dicen lo mismo, ¿tan enojona me veo? - Al parecer si, porque no dijo nada más al respecto.

- Te venía a decir, que tus padres me mandaron a buscarte, dijeron que tenías que bajar lo más pronto posible, o te enviarán a un Internado de algo - Eso si que está feo.

- No creo que lo hagan, soy su única hija, no pueden casar a alguien más, ¿o sí? 

- Seguramente si, tu más que nadie sabe lo que es capaz de hacer un Rey, por su Reino, así que es por las buenas o las malas.

- Lo sé, bueno creo que lo mejor será bajar y someterme a este casamiento, ¿no tengo de otra, no?

- Se que tienes algo en mente, pero una cosa si te digo Tn, no juegues con mi hermano, el puede ir quemando todo a su paso.

- Lo tomaré en cuenta, ahora vámonos antes de que suceda algo más por aquí, ya pensaré en algo que me saque de está.

- Suerte con eso, futura cuñada por obligación.

- Gracias futura cuñada por obligación - Ambas reímos por un buen rato.

...

Hasta Que La Vida Nos Separe... (Ryan Gallagher)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora