Hasta Que La Vida Nos Separe... (Ryan Gallagher)

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NARRA TN

Lo pensé y créanme que mucho. Me desvelé varias noches por el tema de salir con Ryan. Una semana después y aún sigo dudando. Tengo mis dudas, mis ventajas y claramente las desventajas.

Y por más de que no lo quiera decir, James me da un poco de miedo. Antes solo pensaba que era alguien sin importancia en mi vida, pero ahora, me está empezando a dar un poco de incertidumbre, el saber que si el quiere, puede arruinar mi vida como más se le plazca. Siempre ha tenido el poder de hacerlo, aunque yo lucho mucho por olvidarme de eso.

Por otro lado, tengo el hecho de que mi padre y James, traman algo, y presiento que no va a ser algo muy bueno que digamos. ¿Matar a un Rey es malo? CLARO QUE LO ES. Así que, eso tampoco me deja dormir tranquila por las noches.

Además de que Teresa está empezando a enfermar, y eso no es bueno, no hay curas para nada, y me está preocupando también eso. Porque Teresa es como mi madre, quiera o no. Y ella es muy necia, por lo que no está en sus planes el dejar de trabajar, al menos, hasta que empeore de tal manera, que no pueda levantarse o pase algo mucho peor que no quiero ni siquiera imaginar.

Pues como ven, la vida está algo mala en estos momento. Mi madre, bueno ella parece un maniquí, que solo se limita a seguir a mi padre, o recostarse en su cama a leer un libro de la moda de estos tiempos, que por cierto, da asco. Espero que la moda se renueve en el futuro.

Apenas ayer vi a Isabella con Robert, en la cocina real y podría apostar todo lo que tengo, a que los dos sienten algo por el otro. Los dos son personas muy lindas, podrían congeniar, excepto por el hecho de que Isabella es Gallagher, y sospecho que todos ahí tienen algo turbio por detrás.

Aunque eso no impide que sientas algo por Ryan, y casualmente, también es Gallagher...

Claro, gracias conciencia, había olvidado ese gran detalle, que acabará por arruinarme la vida de una vez por todas.

La conversación con Isabella y Robert que tuve ayer, fue más un coqueteo entre ambos, que mi triste historia con Ryan para ellos, pues los dos llegarían a ser como mis mejores amigos. Y tengo una corazonada muy fuerte, de que, acabarán juntos.

Faltan como tres semanas para que me case con el idiota de James, y eso me está inquietando mucho. ¿Qué puedo hacer yo con un imbécil como lo es James? Les aseguro que no jugar al ajedrez.

No lo conozco bien, tengo desconfianza, mucha desconfianza en él, porque por más atractivo que este ser pueda ser, y es muy atractivo, su carácter es una mierda andante. Cualquiera caería por él, eso es más que seguro.

Esa técnica no funcionó conmigo, y eso lo enfureció al punto de querer contralarme para dominarme y que me quede con él, obviamente que por obligación. Porque según yo, si es como es, prometo que no tendrá ninguna acompañante de vida, ni porque las amenace de por vida.

No se como, ni cuando, y mucho menos el por qué, pero estoy caminando en dirección a la habitación de Ryan, hace ya un tiempo. Mis pasos a veces son controlados por mi cuerpo y otros por mis instintos. Y ya sabrán que eso tiene una guerra bastante grande.

Pero, ganó el cuerpo y pues ahora, estoy a nada de llegar a su habitación, ni siquiera puedo evitarlo, es como si, mi cuerpo se movilizara solo. Mis instintos, como ya dije, están alertas, ellos no quieren que vaya con él, saben como acabará esto, y según sus cuentas, no habrá un positivo en esta ecuación.

Llegué a la habitación que tanto miedo me daba desde que esa persona vino a este Castillo. Me maravilló el verle, que podría decir que fue un flechazo instantáneo. Pero este solo fue físico, porque de verdad que los Gallagher fueron dotados de mucha hermosura, no puedo mentirme de ese modo. Todas podríamos terminar igual.

Y luego, todo fue tan bonito con él, que se que por más de que lo pida, algo va a salir mal, y por mucho que no quiera eso, así va a ser.

Toqué su puerta lentamente. Tenía tantas cosas en mi cabeza que cuando abrió la puerta, me sonrojé al instante, lo cuál no hago habitualmente. Me regaló una sonrisa de las más bonitas que he visto en mi vida. 

TN PARA YA, PARECES UNA ADOLESCENTE ENAMORADA.
Lo soy...

— Tn, que sorpresa verte por aquí. — Me dijo aún con esa sonrisa en el rostro, que combina demasiado con sus ojos verdes y su lindo hoyuelo.

— Lo mismo digo — Alzo una ceja — Oh sí, perdón, es tu habitación, mi mente esta en el cielo, mhmm... — Se puso a reír.

Que ridícula eres enamorada... 

No estoy enamorada.

— ¿Estás bien, Tn? Pareces muy risueña, burbujita.

— Ya te dije que no me llamaras así, Ryan.

— Yo se que te gusta, Tn.

— No me gusta — Si te gusta.

Maldita sea, debes dejar de sonrojarte, pareces una maldita loca, contrólate. Que es lo más grandioso de él. No tiene nada de impresionante si sacas sus hermosos ojos verdes, su nariz, sus labios, esos lunares, su hoyuelo, todo. ¡Ya concéntrate!

— Estás roja, burbijita, ¿Estás segura de que estás bien? — Dijo todavía sonriente. ¡Deja de sonreír! Me distraes.

— Que estoy bien, Ryan. Solo venía a decirte que... mmm... Acepto lo de la cita... Digo tu invitación, ¿Es una cita o una invitación? Porque puede también ser una cita de amigos, ya sabes... yo-

— Es una cita, Tn. Gracias por aceptar. — Espera, ¿Por qué él no está tan nervioso como yo? Me estresa.

— ¿De verdad? Es que... Yo creí que... — Dije todavía más nerviosa.

— Sí burbujita, es una cita — Me abrazó. Y me tomó tan desprevenida, que no se lo devolví inmediatamente, pero acabé por hacerlo, y disfrutarlo más que todo.

Tomé la iniciativa y me separé. Lo vi un momento, el hizo lo mismo. Y todo está en un silencio para nada incómodo. Asentí como despedida y fijé mi dirección nuevamente hacia mi habitación, está de más decir que sentía su mirada en mi nuca,

— Mañana, a las dos de la tarde en la entrada del Castillo, burbujita — Me dijo.

Me giré, le sonreí y volví a mi camino, hacia mi habitación.