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- Solo es cuestión de tiempo.

- Sino esta listo para este fin de semana, lo matas y traes la mercancía hacia el Castillo. Pero, por favor, no hagas que Tn se de cuenta, ya esta sospechando - Dijo mi padre.

¿Pero, que mierda?

- Lo haré, pero se van a dar cuenta inmediatamente, porque es importante. ¿Cómo vamos a matar a un Rey?

- Eso es fácil, ya lo he hecho antes. Si no puedes solo dímelo, pondré a alguien más a cargo de esta operación.

De pronto se escucharon los pasos de la secretaría de papá e inmediatamente me escondí un momento y luego salí.

Estaba en shock ante tanta sorpresa. ¿Mi papá, un asesino? Eso no puede ser cierto, ¿Y como lo sería si siempre esta aquí? Solo sale de vez en cuando para las cosas que un Rey debe hacer con su Reino, como las visitas, pero nada más.

Y es que el sabe que estoy sospechando, y si lo ves desde mi punto de vista. Un padre asesino y un prometido imbécil, pues todo se jodió.

Es decir, no tengo ahora sí, en nadie en quien confiar. Estoy literalmente sola, pero la pregunta es, ¿Cómo mi padre permitió que me casara con un psicópata como él?

Pero, por más miedo que tenga, lo primero que tengo que resolver, es mi gran hambre, porque me cruje la barriga y siento que me voy a desmayar.

Fui a la cocina nuevamente y encontré a Teresa haciendo un té, seguramente para mi madre, que siempre esta en su habitación, leyendo un buen libro. Quisiera ser ella ahora mismo.

- ¡Hola Teresa! - La saludé - Tengo muchísima hambre, no resisto más. ¿Me puedes hacer algo rápido para comer?

- Claro Señorita White, ¿Desea algún snack en especial? - Me preguntó.

- ¿Qué pasa? - Me miró confundida - Tu nunca me llamas así. 

- Creo que ahora debo tenerle más respeto.

- ¿Por qué?

- Porque su padre esta sacando a todas las personas que no tengan respeto hacia la nobleza, y usted sabe que esto es lo único que tengo que hacer por mi vejez.

- ¿Y por qué no descansas un momento? Has trabajo aquí desde antes de que naciera, criaste a tus nietos y me hiciste sentir como si fuera tu hija, creo que es hora de ir a casa, ¿no? - Negó con la cabeza.

- Aquí me necesitan más que en mi casa. Estaré un poco más aquí. Tome su postre, buen provecho.

- ¿Tan rápido lo hiciste? - Le dije asombrada.

- Yo se todo sus gustos Señorita Tn, la conozco desde que nació - Me acarició la cabeza - Ahora vaya a su habitación que el Señor James se esta dirigiendo hacia acá.

- Muchas gracias de verdad, esta riquísimo - Dije teniendo un pedazo del pastel en mi boca y corriendo hacia mi alcoba.

Llegando ahí, deje el pastel en la pequeña mesa de noche, al lado de mi cama, y me acosté. Pues sentía tal cansancio, que me quedé dormida al instante.

...

- ¡Despierta Tn, despierta! - Dijo alguien que parecía muy lejana.

- ¡DESPIERTA TN! - Dijo gritando lo que ocasionó que me despertara al instante, dándome un golpe con la cabeza de Isabella.

- Au - Dije mientras me tocaba el área afectada por el golpe que me acabo de dar - Perdón, ¿Estás bien Isa?

- Si, si tu tranquila - Me dijo regalándome una sonrisa sincera - Solo te venía a decir que en diez minutos debes estar abajo para una cena en familia.

- ¿Todos estarán ahí? - Dije algo somnolienta, me costaba despertarme del todo - Es decir tus hermanos para ser más específica.

- Sip, todos estarán allí, al parecer hablaremos de su boda - ¿Siguen con eso? - Así que apúrate y levántate de esa cama tan cómoda.

- Ok, ya bajo en un momento.

Salió y me di una ducha de menos de cinco minutos, me peiné un poco mi cabello hecho trizas y me hice una media cola, para que lo demás de mi pelo castaño ondulado se secara por si solo.

Me puse un vestido de princesa, color beige, largo, de una sola pieza con un cuerpo ajustado y una falda con crinolina, y una botonadura que iba desde la parte superior hasta los pies. Lo combiné con unos zapatos con unos tacones pequeños, tampoco quería caerme.

Bajé lo más rápido que pude, y allí ya estaban todos. Todos los que estaban ahí me miraron, y cuando digo todos, son todos. Lo malo de llegar tarde, amigos.

- Estas bellísima hija mía, ¿Te ayudo a bajar? - Negué totalmente.

- Yo puedo sola padre, pero muchas gracias de todas maneras - Me sentí incómoda con la mirada de James y Ryan, esto es acoso.

- ¿Ahora si podremos sentarnos a cenar, verdad? - Nadie le respondió, y es que el Rey tiene la última palabra, no hará caso a nadie, ni aunque sea su familia, y eso lo aprendí a las malas. Me limité a asentir.

Caminé lo más que pude, hasta llegar a la mesa, para sentarme justo delante de Ryan, al lado de James y mi madre.

Hablamos de varios temas, sobre todo de la Boda, se notaba la incomodidad en mí, así que solo comí. Ryan me observaba seguramente dolido por lo que había hecho hoy, temprano. Sentí culpabilidad, el no merecía eso, pero tampoco estaba segura de mi misma, así que mientras no este segura de que es lo correcto, mantendré mi distancia lo más que pueda de él.

- ¿Qué te parece Tn? - Preguntó James.

Rápidamente todos me vieron, esperando una respuesta de mi parte, pero ni siquiera sabía la pregunta.

- ¿Me podrían repetir la pregunta, por favor? - Dije con un pequeño puchero en mis labios.

- Además de torpe, lenta - Voy a matar a James.

- Claro hija, te iba a preguntar que si te gustaría que la Boda sea aquí en el Castillo. ¿O quieres en cualquier otro lugar? - Dijo con una sonrisa.

- En cualquier lugar, no me importa mucho.

- Entonces se hará aquí, ¿no? - Dijo James.

- Si, la fecha esta programada para dentro de un mes - Le contestó mi padre.

- ¿¡EN UN MES?! - Le dije yo.

- Si quieres hacerlo antes, por mi no hay problema - Dijo James con una sonrisa picarona.

Me lancé a él para darle una buena paliza, al muy maldito.

...

Hasta Que La Vida Nos Separe... (Ryan Gallagher)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora