Siguiendo con el tema principal, y lo que verdaderamente les importa, llegué a la puerta que daba a la entrada de todo el enorme castillo a mi alrededor. Salí rápidamente, y debía decirlo, no era yo, sino tenía algún problema.
Al llegar a topar el suelo con mis zapatos algo maltratados, choqué con Ethan, el me sostuvo rápidamente. Estaba confundido, y es que yo estaba tan, pero tan cansada, que hasta me costaba respirar.
Pero antes que todo debía ver al objetivo, giré mi cabeza, para verlo y decirle las millones de preguntas que tenía para él.
No lo podía creer.
Lo que había allí era...
¡Nada!
Hiciste todo un maratón, para observar solamente, un montón de plantas mal regadas.
Mierda, mierda, mierda y más mierda.
Maldita sea, ¿Y es que cómo se pudo escapar el muy maldito? Detrás de mi, ya se podían escuchar los pasos de Ryan y suspiros cansados. Había hecho la misma carrera que yo, pero para nada.
- ¡Joder! - Dije con todo el malestar que estaba cargando por esto. Juro que cuando lo vea, le pondré a limpiar mucha, pero mucha estiércol.
- ¿Qué pasa, alguien me puede explicar que esta pasando aquí, por favor? - Pobre, Ryan no entendía nada, pero creo que la situación era más que obvia.
- Ni yo lo entiendo - Comentó Ethan.
- ¿Que estabamos haciendo idiota? - Lo vi con los ojos entrecerrados, y seguro con la cara roja de la ira que estoy sientiendo en este momento.
- Oh, ¿Lo lograste? - Imbécil.
Antes de responder una sola pregunta de los estúpidos detrás de mi, me fui hacia el jardín. Ese lugar tiene un algo que logra tranquilizarme al instante. Es un paisaje bello, y el viento que pasa por allí, a veces un poquito fuerte me calma.
Se que voy a encontrar a esa persona, solo que ahora, no se en quien confiar. Se supone que yo tenía una vida hipotéticamente tranquila, no había mayores problemas, o mejor dicho el único problema era yo.
La verdad, no es me importara mucho como soy, o mi actitud, o mi forma de actuar. Esa soy yo, y toda persona que este conmigo debe acostumbrarse a eso. O al menos debía aceptarlo hasta que me dijeron que seré la Reina y heredera al trono, que porque no tuvieron un hijo varón que lo herede.
Me senté en una hamaca que se encontraba por allí. Era muy cómoda, aunque siempre tenía la certeza de que me iba a caer. Y sucedió un millón de veces. Era sorprendente todo, pero claro, la tranquilidad nunca ha sido duradera para mí.
- ¿Me puedes explicar de que demonios hablaban tu y Ethan, Tn? - Dijo algo molesto, ¿Celoso? Nah... Seguro es que quiere respuestas porque esta confundido, je.
- Escucha, hoy no es mi día, no quiero levantarme de aquí. Necesito una Maléfica que me hechize para dormir eternamente, ¿Entiendes la gravedad del asunto Ryan?
- Si, solo necesito que me respondas dos preguntas, ¿puedes hacer eso?
- Ahora serían tres - Dije, pues aún no lo he mirado.
- Bien, si tres.
- Bueno, tu preguntas yo respondo.
- ¿Estás metida en algo grave o ilegal, Tn? - ¿Qué?
- ¿Qué? Como se te ocurre decir eso Ryan, maldita sea, soy la princesa, no puedo hacer nada sin que mis padres se enteren.
- Bien, siguiente pregunta, ¿Qué es lo que tienen tu y Ethan?
- Qué pregunta es esa estúpido. No, claro que- Me giré a verlo.
- ¿Qué te paso? - Le dije, pues según lo vi, estaba todo golpeado, y había un poco de manchas de sangre en su ropa.
- Nada Tn. No sucedió absolutamente nada - Ryan no era muy bueno mintiendo.
Me acerqué más hasta quedar justo, frente a el. Subí mis brazos, hasta que llegaron a su cara. Le toqué un golpe que tenía en la mejilla, ipso facto, hizo una expresión de dolor.
- Yo no creo que sea nada, Ryan.
- Solo me caí, y ya llegué hasta aquí.
- Vamonos ya a ver a Teresa, seguro ella nos dará algo con que curarte todas esas heridas, te ves muy mal.
Tomé la mano de Ryan, y caminé lo más rápido que pude hasta Teresa, ella siempre tendría una solución para estos casos.
El camino a la cocina no era tan largo, pues quedaba la cocina y el jardín, solo con una puerta de distancia, así que la respuesta estaba más cerca de lo que creíamos.
Al llegar, Teresa tenía una expresión preocupada, que decía en todos los idiomas, que algo había sucedido, pero no se lo iba a preguntar, tal vez, puede ser un tema muy personal, y sinceramente ya no quiero más problemas. Suficiente con los que ya tengo hasta ahora.
- Teresa, perdón que te moleste, solo que necesito algo con que curar las heridas de Ryan. No se que paso, pero lo que si es claro, es que no se cayó. - Dije en voz baja a Teresa, para que Ryan no escuchara.
- Si Señorita White, ¿Que es exactamente lo que necesita? - ¿Señorita White? ¿Qué?
- Todo lo necesario para limpiar una herida, Teresa, lo sabes bien.
- Si, ahora se lo traigo - Decir que eso fue raro, le queda corto a lo que verdaderamente fue. Algo esta pasando y no me lo quieren decir. Ryan tiene que ver con esto.
- Ryan, ¿Dónde te hiciste esos golpes? - Dije en modo detective.
- Ya te lo dije Tn, me había caído y termine en el jardín del Castillo y ahí estabas tu, nada más.
- Bien - Dije, pues Teresa ya había llegado con todo lo que necesitaba.
- Aquí tiene todo, usted ya sabe como hacerlo, lindo día Princesa.
- ¿Igualmente? Vamonos Ryan, levántate.
- Ya voy, pero un poco más lento, me duele todo el cuerpo.
- ¿Estás seguro de que te caiste?
- Si Tn, ya te lo había dicho...
- Te caíste y terminaste en el jardín, ya lo sé - Termine por el - ¿Listo para irte?
- Si, yo creo que si.
- Bueno, ven.
Caminamos un poco más hasta llegar a la entrada principal. Al llegar la puerta se abrió agresivamente, y allí entro un Ethan, enojado, golpeado y con ganas de destruir todo.
Creo que lo he entendido.
...
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Hasta Que La Vida Nos Separe... (Ryan Gallagher)
FanfictionTn White, la princesa y única hija del Rey de Camelot, tiene 15 años. Por obligación, toda hija del Rey debe casarse a esa edad para mantener la unión y mantenimiento entre Reinos. En este caso, el Reino de Asgard debe dar a su hijo mayor en matrim...