Mírame [WooSan]

03.

El señor Jung se había caracterizado por ser un hombre serio y muy responsable, era reservado en cuanto a sus problemas, por eso el tema del divorcio le indisponia tanto. Aquella mujer nunca lo había querido, de hecho él tampoco la quería, sus padres los comprometieron cuando eran jóvenes y no pudieron hacer nada para impedirlo.

Esta noche vendrán a cenar los padres de Joy, espero que tú y tu hijo asistan. — dijo Solar en un tono molesto. — te recomiendo que le digas que solo será una cena familiar, conozco a nuestro hijo y él sería capaz de dejar plantados a los Kim.

No sé porque estás tan obsecionada con hacerle a Wooyoung lo mismo que nos hicieron a nosotros, ¿acaso no puede conseguir una pareja por su propia cuenta? — preguntó el hombre mientras leía un períodico con tranquilidad.

¿Y permitir que traiga a cualquier persona de quinta categoría para mezclar nuestro estatus? — dijo ella tratando de llamar la atención del mayor. — eso jamás.

Qué irónico, ¿no crees? — esta vez el hombre la miró con una sonrisa burlona en su rostro. — tú hablando de mezclar estatus, cuando te revuelcas con un chófer que claramente podría ser tu hijo.

No te permito que me faltes al respeto, Suho, soy tu esposa. — dijo ella molesta. Él continuaba mirándola con incredulidad, suspiró y volvió al periódico, sin duda alguna las noticias eran mucho mejores que prestarle atención a su mujer. — ¡te estoy hablando!

Haz lo que quieras mujer, si quieres perder el tiempo preparando una ridícula cena para que nuestro hijo venga y huya en cuanto vea tus intenciones, hazlo. — dijo y se levantó. — no tengo problema con ello, no te preocupes por los gastos, después de todo es lo único que te importa, aparentar.

El mayor salió molesto de su casa, no soportaba un día más cerca de esa mujer, pero un divorcio después de tantos años de matrimonio, no sería una buena imagen para la empresa Jung, comenzarían los rumores y las revistas a querer hacer entrevistas y eso era lo que él quería evitar.

Buenos días papá. — saludo Wooyoung animadamente, se veía bastante alegre el día de hoy, no como su padre que parecía haber desayunado con víboras o algo parecido. — ¿pasa algo?

No pasa nada, sólo un poco de estrés en casa. — dijo y Wooyoung lo entendió todo, Wooyoung estaba al tanto de lo que sucedía en casa y por eso mismo había decidido irse de allí, no toleraba estar en el mismo lugar con su mamá por lo mismo. — que bueno que te veo, hoy tu mamá realizará una cena familiar, quiere que asistas.

Se quedará esperando que yo llegue porque no iré. — dijo Wooyoung sin pensarlo, podía notarse lo mal que se llevaba con su madre y eso era incómodo para Suho. — ¿por qué te prestas para esto?.

No tengo elección, no voy a darle explicaciones a la prensa que no necesitan saber. — dijo Suho llevando su mano a su cien, se veía cansado y su rostro demostraba frustración, seguramente él quería divorciarse pero al igual que muchos otros hombres millonarios, preferían quedarse en una mentira para evitar el que dirán. — Wooyoung, sabes que no me gusta imponerte nada, pero esta vez lo haré, vas a ir a cenar con nosotros quieras o no, hazlo por mí, no me dejes solo con esa tortura. Suho sabía que Wooyoung no se negaría nunca a obedecerle o algo parecido, aquel ser imponente y malhumorado se convertía en un niño cuando estaba con su padre, adoraba ese hombre con su alma, jamás haría algo en su contra para decepcionarlo o avergonzarlo.

Pero papá. — Wooyoung suspiró y lo miró suplicante, pero al ver firmeza en la mirada y postura de su padre, no pudo hacer nada más que asentir. — está bien, iré a cenar con ustedes, pero sólo porque tú me lo pides.

El día transcurría con normalidad, Wooyoung extrañamente había permanecido en la oficina y no había salido sino hasta la hora del almuerzo.

Papá había olvidado pedirte algo. — dijo Wooyoung entrando a la oficina, Suho dejó de hacer lo que hacía para mirar a su hijo, el castaño se sentó frente a su padre y sonreía como idiota. — necesito que me ayudes a elaborar una mentira.