Hay que distraerse

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"Fiesta, baile y alcohol, si con eso no olvidas creo que no hay solución"

Llegamos al bar que está hasta el tope de personas. Yo que pensaba que los egipcios eran más recatados. Entramos y pedimos una mesa alejada, rápido una mujer joven nos toma las órdenes y sale en busca de nuestros tragos. Se escucha una música en egipcio con un ritmo electrónico, las chicas están animadas y se mueven en sus asientos al ritmo de la misma, los tragos llegan y doy un sorbo a mi Margarita, por el rabillo del ojo veo a Jared dar un largo trago a su cerveza. Las chicas se levantan y me arrastran con ellas hasta la pista de baile, nos movemos al ritmo de la música, hasta que Lee se acerca a mi junto con Elisa y gritan por encima de la música.

-    APUESTO 100 DÓLARES QUE NO VAS HACIA EL DJ Y HACES QUE PONGA UNA CANCIÓN LATINA? - me observan desafiantes, pestañeo varias veces dándole un aire dramático de estupefacción, alzo una ceja y las observo.

-    AH SI? PUES APUESTO 300 A QUE SI VOY! – grito por encima de la música, ambas intercambian miradas y yo me hago camino entre los cuerpos sudados que se mueven al ritmo de la música, voy al bar y pido un whisky, el bartender me atiende enseguida entregándome mi bebida y voy directo al espacio donde el DJ hace su magia. Me acerco al muchacho que no parece tener más de 23 años, el Moreno me sonríe con galantería y yo saco a relucir mis armas, me acerco A su oído para que pueda escucharme mejor, claro dejando ver un poco de mi escote.

-    De verdad que haces un trabajo estupendo, me encantaría que aceptes esta bebida como agradecimiento. – me separo sonriendo y extiendo el vaso al chico que gustoso lo toma, ahora es él quien se acerca a mi.

-    Muchas gracias, si quieres que ponga algo en particular, no dudes en pedirlo hermosa. – y bingo.

-    Bueno, ahora que lo dices me encantaría que pusieses unas canciones. – el chico asiente y yo murmuro las canciones que deseo, me promete que luego de la que esta sonando pondrá las mías, me despido guiñandole un ojo y me voy con las chicas.

Minutos más tarde "Cazador" de Lenny Tavárez se deja escuchar por todo el bar, las chicas y yo nos ponemos a bailar al ritmo de la música, a lo lejos vemos a los chicos levantarse para bailar con algunas chicas, Richard no se hace esperar y a los segundos está junto a Lee que mueve sus caderas sutilmente contra el hombre. Elisa desaparece entre los brazos de uno de los militares y me veo bailar sola, por un momento olvido todo el día que he tenido y me divierto moviendo las caderas, unas manos me jalan y choco con el cuerpo de Jared que aún mantiene la mirada gélida, al menos trata de divertirse aunque tenga cara de culo. Mueve sus caderas al son de las mías, pego mi trasero a su miembro, dejó caer la cabeza hacia atrás sobre él, sus manos se deslizan por mi vientre, ninguno dice nada, lo que me parece perfecto. Siento como su respiración se va volviendo irregular y sus manos se aferran más a mi piel, muevo mis caderas de forma lenta en círculos hasta que lo escucho gruñir por lo bajo. Río para mis adentros, la canción termina y comienza otra, me separo de su cuerpo y me doy la vuelta para encararlo victoriosa, sus ojos parecen arder, mira la hora en su reloj y dice que ya es tarde. Todos nos reunimos nuevamente y emprendemos el camino de regreso, mañana debemos madrugar para trabajar así que lo mejor es irse a la cama a descansar, durante el viaje de regreso Jared va junto a sus colegas y las chicas van junto a mi mirándome interrogantes, claramente no me deshare de ellas hasta que les cuente sobre Jared, pero me preocupare de eso en el hotel.

Ya en nuestras habitaciones tal cual dije, no logré deshacerme de las chicas hasta que les conté acerca de Jared, claro que no agregue el hecho de que me parece interesante, sólo lo básico. Termino de ponerme el pijama y voy directo a la cama aún con el recuerdo del baile.

Nuevamente todo es oscuro, la niebla se puede sentir, es palpable, sin embargo se esparce y nuevamente estoy en la sala del trono, el mismo hombre está sentado sobre un trono de oro, una corona con horus plasmado al frente se mantiene erguida sobre su cabeza. El hombre de intensos ojos dorados extiende su mano hacia mí que lo miro inclinada desde el suelo, solo soy una espectadora porque mi cuerpo no responde a mis órdenes. Mi mano toma la suya y me ayuda a levantar, ya de pie logro ver guardias y doncellas. El hombre me insta a caminar a su lado, salimos de la sala a mano derecha cruzando otra puerta hacia lo que parece otro pasillo, el hombre habla pero no logro escuchar bien lo que dice. A lo lejos veo una puerta enorme resguardada por cuatro guardias armados que hacen reverencia cuando nos ven llegar, el rey quita de su cuello un collar con una llave como dije, la pone en la puerta que se abre enseguida en lo que parece una biblioteca. Observó al rey que sonríe, hay varios hombres con túnicas que van de un lado a otro con pergaminos, tardo poco en comprender que son escribas del rey, camino entre las mesas donde varios jeroglificos están esparcidos y en ellos se puede ver la historia del reinado anterior y la del rey que gobierna ahora, mis dedos se deslizan por los dibujos, entonces siento una fuerza que me jala de golpe.

Otra vez estoy exaltada en la cama del hotel, enciendo la luz de la mesita de noche y me siento en la cama. Estas pesadillas, sueños o lo que sea me están volviendo loca, no hay noche desde que llegue que no tenga alguna. Decido levantarme de la cama, me cambio de ropa por un short azul y un top negro sencillo, me pongo un abrigo que es unas tallas más grande y mis fieles vans. Veo mi celular, 3:45am. Recojo mi cabello y salgo de la habitación, una caminata nocturna seguro me hace bien. Cierro la puerta de la habitación y pongo las llaves en mi abrigo.

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