Sinceridad

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"... la atracción es inevitable"

Camino por los alrededores del hotel sin rumbo, ¿Por qué tengo estas pesadillas? Esa pregunta no me abandona, escucho mi nombre a lo lejos, me detengo un minuto y miro tras de mi, un cuerpo trota en la oscuridad hacia mi. Ya cerca, puedo ver que es Jared, está con la misma ropa de la noche anterior.

- Qué haces sola a estas horas? Estás loca? – Me mira con reprimenda y casi tengo ganas de reír. ¿A este hombre que le pasa?

- Jared, yo no tengo porque darte explicaciones, quizás y voy de camino a verme con un amante egipcio y tú estás retrasándome. – me cruzo de brazos frente a él, que solo pasa la mano por su cabello despeinandolo.

- A eso ibas? – su voz ya no es de regaño, ahora es baja y avergonzada. Niego, aún sería. Dudo sobre contarle de las pesadillas, pero considerando que es la única persona que está a esta hora para escucharme, me digo a mi misma que peor es nada.

Caminamos hasta la piscina del hotel, me quito los zapatos y las medias y meto los pies en el agua, Jared imita mis movimientos mientras espera que le diga algo.

- Desde el día que me desmayé en la excavación no dejo de tener extraños sueños, cada noche regreso a ese lugar en mis sueños, lo veo como era o como debía ser antes. Ya no puedo dormir en paz, ni estar en paz despierta, todo lo que ocupa mi mente es ese túnel y los secretos que esconde. – hablo con toda sinceridad, mi voz suena cansada, al parecer Jared lo nota pues pasa su brazo por mis hombros y me acerca a él, no peleo, solo dejo mi cabeza reposar sobre él.

- Desde el primer momento que entraste al túnel, algo extraño pasó.- levanto mi rostro para verlo, tiene el ceño fruncido y la mirada perdida en el agua. – No quería prestar atención a James, pero él dijo que desde que tú pisaste el centro, aquel salón, se sintió como un cambio de aire en el lugar, dijo que había escuchado en el pueblo que esas tierras estaban malditas. Pero eso son historias ¿no es así? – ahora su mirada está fija en la mía, creo que me ruega que le diga que solo son historias, pero justo ahora, ni yo misma sé que es real y que es leyenda, solo se que todo esto tiene que ver con ese lugar y su historia. Sin embargo, decido no hablar de lo que pienso.

- De niña siempre soñé con que era una princesa egipcia o una diosa griega.- Jared ríe al ver lo seria que le confieso eso.

- Serias una buena diosa griega, se dice que eran hermosas, quizás y eras Afrodita, según tengo entendido, la diosa del amor podía hacer caer en sus redes hasta al hombre más frío del mundo y bueno dicen que las pelirrojas son el diablo vestido de mujer así que tú sin duda hubieses sido la mejor.- su mano libre va a mi mejilla y poco a poco va cortando la distancia que separa nuestros rostros, no me muevo ni un milímetro, solo nos quedamos ahí, mirándonos a escasos centímetros. – creo que deberíamos irnos a dormir, por lo menos las dos horas que nos quedan. – veo a Jared tragar, finalmente nos alejamos y cada cual se va a su habitación.



Dos semanas más tarde ya hemos perdido a 8 hombres en las excavaciones, unos mordidos por escorpiones, otros por serpientes y otros sus cuerpos aún no han sido hayados. Varios científicos han abandonado la investigación alegando que una maldicion está sobre esas tierras, James, el primer mordido pudo sobrevivir y a pesar de su mala experiencia continua en el equipo de Jared. Me veo al espejo mientras cepillo mi cabello, cada día estoy mas pálida, las pesadillas no cesan, casi cada noche termino en la orilla de la piscina, muchas noches Jared me acompaña, otras simplemente estoy sola con la angustia que comienza a crecer en mi.

Termino de arreglarme y me encuentro con Elisa y Lee que decidieron quedarse como doctoras voluntarias, eso sin dudas las ayudará con la tesis, algo bueno es que las tres hayamos estudiado medicina, por lo menos eso las mantiene conmigo. Les doy un beso a cada una en la mejilla y nos vamos a desayunar, es sábado así que no hay trabajo hoy para nosotras, por lo que decidimos pasar un día de chicas, mientras paseamos no paso desapercibido las miradas de los hombres y de mujeres que murmuran por lo bajo, supongo que tres pelirrojas como nosotras no pasan desapercibidas en aquellas tierras.

DamnedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora