Algo va mal

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"Veo miedo en ti"

Caída la noche termino de vestirme, me paro frente al espejo para cerciorarme de que todo está como debe, por un instante me siento mareada, me tomó la cabeza entre las manos y todo da vueltas a mi alrededor, minutos más tarde todo se detiene y ya no es la habitación de hotel donde estoy. Ya no estoy frente al espejo y la habitación esta decorada de colores dorados y rojos, se abre una gran puerta y dos mujeres entran haciendo una reverencia, y me entregan un cofre, lo abro aún en sus manos y veo un collar en forma de dos serpientes cruzadas junto a una daga con empuñadura de oro en forma del mismo animal, una de las mujeres me coloca el collar sobre el cuello y la otra me guía a un espejo, antes de que pueda ver mi reflejo vuelvo a sentirme mareada y que todo da vueltas. Y al abrir los ojos estoy frente al espejo nuevamente, asustada camino al borde de la cama y me siento allí para recuperarme, ¿Qué me está pasando? 

Escucho que llaman a la puerta, tomó dos respiraciones y me levanto para ir a la puerta esperando ver a Jared salir con alguna de sus ocurrencias, sin embargo el hombre en mi puerto no es Jared, lo miro interrogante. El hombre hace un rápido movimiento sacando de su saco una credencial que muestra claramente las siglas F. B. I en grande.

-Buenas noches señorita Blackwell, soy el detective Decker, fui enviado para investigar la desaparición de alguno de los trabajadores de la excavación en la que usted participa. – el hombre me tiende la mano cordialmente mientras su voz sale casi robótica de forma profesional. Dudo en si dejarlo pasar a mi habitación, pero finalmente me hago a un lado y le permitió entrar, el hombre es un morenazo, de facciones rudas pero elegante en el trato, de mirada fulminante, sonrisa majestuosa y pelo perfectamente peinado,  y como si el hombre no intimidara lo suficiente, cuenta con una altura majestuosa. El detective me indica me siente en la cama mientras el toma asiento en el sofá que está frente a la misma.  Su mirada me evalúa de forma poco discreta.

- Bueno detective, creo que ya he dicho a los policías egipcios todo lo que sé acerca de las desapariciones, este es un trabajo de gran riesgo y como imagino habrá escuchado los pueblerinos dicen que esas tierras están malditas, quizás los investigadores abandonaron el trabajo o bien fueron secuestrados, no comprendo en que forma le puedo ayudar cuando a penas los había visto de lejos. – trato de sonar segura sin dejarme intimidar por esa mirada negra que me ofrece el hombre, que asiente a mis palabras.

- Tiene usted razón señorita, y bueno, no la molestare más, ya veo que va a la fiesta del pueblo. – el hombre se levanta con suma elegancia y se dirige a la puerta, antes de salir besa mis nudillos y me brinda una sonrisa. – si recuerda alguna cosa no dudé en llamarme. – saca una tarjeta de su saco, me la tiende y se marcha. Lo veo alejarse y vuelvo a cerrar la puerta. Ahora si, me doy los últimos toques, llevo un vestido dorado cruzado en la parte del pecho con un collar de oro y turquesa que cubre todo mi cuello hasta la parte inicial del busto, el vientre va descubierto con dos lazos cruzados en forma de x en seda blanca y dos aberturas en las piernas, unas zapatillas gladiadoras de tacón del mismo color, unas pulseras de oro con piedras Turquesas en las muñecas y el hermoso brazalete de escorpión en mi antebrazo dándome un toque de reina. Dejo caer mi cabello Lacio esta noche que brilla de un rojo sangre con algunas pedrerias egipcias y el toque final la tiara dorada con la diosa Isis sosteniendo la Luna junto a pequeños detalles de piedras Esmeralda y diamantes, claramente falso o habría tenido que vender un riñón. El maquillaje egipcio dorado y Turquesa resaltan mis ojos junto al glitter dorado en mis pómulos. Me Rocío con mi mezcla favorita, vainilla de pink, Cloud de Ariana grande y finalmente dirty french de Pure romance con algo de feromonas y estoy lista para salir, tomó mi bolso y me voy a la fiesta.



Las calles de Egipto están en su totalidad iluminadas por velas que guían los caminos que están repletos de personas ya en sus disfraces de faraones, reinas, princesas e incluso esclavos. Las personas ríen ya animadas por el alcohol en sus venas mientras el ritmo de los tambores marcan los movimientos de caderas de las mujeres que en todo su esplendor muestran sus dotes como egipcias.  Camino fascinada entre las personas en busca de alguna cara conocida, a lo lejos logró divisar a mis amigas junto a sus respectivas citas al lado de la entrada del Gran salón donde será la ceremonia de recuerdo, alzó las manos intentando hacer señas para que noten mi presencia, pero es inútil así que simplemente me ánimo a caminar hacia ellos, a pocos metro de distancia siento unas manos sujetar mis caderas, me giro lista para lanzar un buen golpe a algún ebrio pero los ojos que me traspasan están todo menos ebrios, alzó una ceja en señal de burla y antes de que pueda soltar algún comentario mi cautivador se adelanta.

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