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Día 7 de 14

En este capítulo hay contenido sexual, se pide discreción.

- ¿Estás bien Alhelí? - Preguntó el pelirrojo - hace una hora que comenzó la pelea y todavía no recibí ningún golpe, no te contengas.

Había logrado llegar a tiempo al entrenamiento pero no estaba concentrada, de todas las remeras que pudo ponerse Endeavor justo eligió una camisilla negra donde se aprecian mejor sus brazos.
Tenía algunas cicatrices que lo hacían ver muy bien pero ¡ya basta ____!
Va siendo hora de que te arranques los ojos y respetes.

Siento un golpe en seco en el pecho, caí al suelo. Me levanté con dificultad y respiré pesado.

- Cúrate - Ordenó el pelirrojo.

Obedecí y mi cuerpo comenzó a brillar levemente, no quería gastar toda mi energía en eso así que solo lo hice un poco para continuar la pelea.

Corrí. Él tenía las piernas lo suficientemente abiertas para que pueda pasar deslizandome por abajo. Salté y le di una patada haciendo que caiga.

Sin perder tiempo me lancé para darle un puñetazo en su torso pero me esquivó. Para mi suerte no golpeé el piso, pero antes de que pudiera golpearme de vuelta rodé lejos de él.

Se acercó. Rápidamente comenzó a lanzar puños aleatoriamente, estaba muy cerca de ser lastimada así que le pateé en las costillas. Lo empujé tirándolo al piso y me subí encima para darle cuatro puños fuertes de seguido.

Comenzó a sangrar mucho, lo miré asustada unos segundos y ahora él se posicionó arriba...

Ninguno de los dos se movió, nos miramos fijamente y parecía que el mundo nunca existió realmente.

Sus ojos azules eran hipnotizantes, intensos y profundos como el mismo océano. Esta vez tenía un brillo en particular.

Sentí unas gotas caer en mi mejilla, aún estaba sangrando.

- P-Puedo curarte - Susurré.

No respondió pero comenzó a cortar distancia.
Podía sentir su respiración en mis labios, no quería apartar la mirada de esos bellos ojos.

Él estaba esperando alguna señal. Cerré lentamente mis ojos, mi corazón comenzó a latir cada vez más ante la espera.

Fuegos artificiales.

Era la mejor manera de explicar aquella sensación que tenía en mi pecho.
Sus labios eran suaves, los movimientos delicados y el sabor a sangre no incomodaba como pensaba.

Estaba dando mi primer beso con Todoroki Enji, mentiría si no dijera que estaba demasiado felíz en este preciso instante.

Jamás imaginé que daría mi primer beso de esta manera y... con él.

Con timidez acaricié su torso y él posicionó una de sus manos en mi cintura, estaba inmersa en aquel momento. De un momento a otro profundicé más el beso, nuestras lenguas chocaron varias veces.

Su sabor era exquisito, podría estar así para siempre.

El aire comenzó a faltarnos, poco a poco volvimos a separarnos. Nuestras miradas se cruzaron de vuelta, su rostro estaba más brillante de lo normal.

Sonreí cálidamente.

- ¿Con que así atacas a los villanos? - Bromeo.

Soltó una risa, nos levantamos del piso y con mis manos en su rostro comencé a curarlo.
Le proporcionaba pequeñas caricias mientras él se sonrojaba levemente.

Te admiro (Endeavor y tú)[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora