Te admiro (Endeavor y tú)[TERMINADA]

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Narra ____.

- ¡Lo logré! ¡Logré ingresar a la UA! - Gritó Fuyumi ingresando a la sala de entrenamiento.

Sonreí ampliamente y la abracé, sabía que podía lograrlo. Desde que entrenó conmigo pudo lograr sacarle el mejor provecho a su quirk.

- Felicidades Fuyumi, ¿Sabes en qué puesto estás? - Pregunté.

- Puesto cinco - Respondió haciendo un salto.

- Woah que genial~ - Dije palpando su cabeza - de ahora en más tienes que esforzarte al máximo cada día, confío en que podrás lograrlo cariño.

Ella sonrió y asintió, me abrazó nuevamente.

Shoto, Natsuo y Touya ingresaron a la sala.

- Yo también quiero abrazo~ - Bromeó Natsuo.

- ¡No! ____ es mía - Dijo Touya corriendo hacia mí.

El peliblanco apartó a su hermana de mí y me abrazó. Luego Natsuo se unió al abrazo.
Me causaban ternura que siempre encuentren un momento para divertirse y bromear.

- ¡No soy de nadie! - Dije divertida apartandolos con el aire, reímos porque casi caen al suelo - suficiente juego chicos, es hora de entrenar antes de que vayan al colegio.

- ¡Sí! - Dijeron firme los cuatro.

Comenzamos a ejercitarnos, me hacía felíz ver cómo sus cuerpos se fortalecieron bastante en pocos meses. En cuanto a altura también crecían sin parar. Touya ya tiene mi estatura y eso me ponía más nostálgica.

Al conocerlos eran tan pequeños e indefensos, con una alegría radiante y contagiosa.
Se puede ver cómo van madurando cada vez más, pero mantienen el brillo en sus ojos y la esperanza de un mejor mañana.

Daré todo mi esfuerzo y conocimientos para que sean los mejores héroes.

- Continúen con la rutina, yo iré al baño - Avisé antes de salir de la sala.

Caminé hasta el baño más cercano e ingresé, me recosté por la puerta y deslicé mi cuerpo hasta sentarme en el piso frío.

Lloré. Lloré porque algún día a esos cuatro niños les pasará algo malo, no quiero que sufran de ninguna manera pero tampoco puedo hacer nada para cambiarlo.

Ante mis ojos siempre serán unos niños...¿A esto se refieren las mujeres cuando tienen su sentido maternal? Nadie habla sobre el dolor y nostalgia que una tiene que reprimir, por el bien del crecimiento de los chicos.

Me levanté del suelo y lavé mi cara.

Salí del baño y choqué con alguien, casi caigo al suelo pero pude evitarlo con el aire.

- Lo siento, no debí salir así de apresurada - Dije girando hacia la persona.

Mi visual captó unos ojos azules.

- No te preocupes ____ - Dijo amable.

Asentí y me di vuelta para ir rápidamente a la sala de entrenamiento.
Una mano tomó con firmeza mi muñeca derecha.

- ¿Estabas llorando? Avísame si los chicos hacen algo que te moleste-

- No hicieron nada Enji, no es de tu incumbencia la razón de mis lágrimas - Dije soltandome de su agarre mientras curaba la hinchazón de mis ojos.

No respondió. Lo miré y su rostro transmitía tristeza.

Mierda.

- Adiós - Me di la vuelta.

- Después de el entrenamiento quiero hablar contigo en mi oficina - Dijo.

Sin parar de caminar levanté el pulgar sin mirarlo. No tengo idea de que quiera hablarme y evidentemente me pone nerviosa saber que estaré a solas con él.