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Día 13 de 14.

Penúltimo día de pasantía, el día de hoy solamente estaré entrenando y patrullando sola.

Enji me había avisado que lo necesitaban para una reunión importante y que no sabía cuánto duraría.

Estaba en la sala de entrenamientos, estiraba los músculos para luego empezar con la rutina que me enseñó Enji. En eso la puerta se abre sorpresivamente...

- ¡Hola Yoroi Musha! - Saludé sonriendo haciendo una reverencia.

- ¡Alhelí! ¿Cómo está la famosa flor de la fortaleza? - Habló cálidamente.

- Un poco nostálgica porque ya pronto no estaré aquí pero bien - Sonreí - ¿y usted?

- Siempre puedes volver cuando quieras, si Endeavor no te permite yo sí lo haré - Bromeó - yo estoy cada vez más viejo pero felíz porque pude verte crecer. Aún puedo recordar tu rostro de confusión al llegar en tu primer día - Carcajeó.

- Si no me hubiera hablado de seguro iba a salir corriendo - Dije divertida - y... quería agradecerle por recibirme y darme algunos consejos cuando me veía decaída. Puede que no se note tanto pero me ayudó mucho.

- No es nada ____, en algún momento todos necesitamos una mano cuando empezamos a crecer como héroes - Palpó mi cabeza - y yo pongo la firma de que serás la n°1 en los corazones de muchas personas - Levantó el pulgar sonriendo.

Lo abracé con fuerzas, él soltó una risa leve y respondió el abrazo. Se sentía paternal el cariño de este hombre, realmente estoy eternamente agradecida por haberlo conocido en la pasantía.

- ¿Algún último consejo antes de que me vaya? - Pregunté mientras rompía el abrazo.

- Mmm - Pensó unos segundos - siempre sigue a tu corazón ____, a veces el ser muy racional suele limitar el vivir plenamente - Sonrió - y por sobre todo... que nadie logre apagar el brillo en tus ojos, será de ayuda para las personas de esta sociedad.
Eres más fuerte de lo que crees, a parte de ejercitar el cuerpo también es muy importante nutrir la mente. Es difícil al inicio conseguir ese balance pero no hay nada que no puedas hacer.

- Muchas gracias por todo Yoroi Musha - Respondí haciendo una reverencia.

Me despedí de él y volví a continuar con el pre calentamiento.

Algunas lágrimas se deslizaron por mis mejillas, no quería llorar pero no lo podía controlar.
Aquel señor realmente era la viva imagen de mi abuela materna.

De a poco comenzaba a aceptar la realidad de que no volvería a estar en este edificio en un largo tiempo.

Siento que estoy dramatizando mucho pero era obvio que tendría un cariño especial a este lugar, después de todo aquí di mi primer beso y mi primera experiencia sexual.

Increíble como en este edificio puede haber tantos secretos, aunque, cada persona le pone un sentimiento especial a un lugar completamente neutro.

Limpié mis lágrimas, respiré profundo y empecé la rutina arduamente.

° ° °

- Muchas gracias por la ayuda jovencita - Dijo la anciana sonriendo.

- Para eso estoy - Sonreí.

Ya estaba patrullando, me dolía como las horas pasaban cada vez más rápido. Quisiera que se vuelva a reiniciar la pasantía o que se extienda un poco más.

Eran las cinco de la tarde, aún no habían señales de Enji. Hasta el momento evité tres accidentes de tránsito, ayudé a cruzar la calle a niños y ancianos.

Suspiré pesadamente, por lo menos no habían villanos o eso me dejaría en una clara desventaja.

Desde la última vez que utilicé al máximo mi quirk tuve que pensar en maneras de evitar volver a ese estado, creo que solamente tendría que activarlo cuando sienta que sea de vida o muerte.

Lo malo es que luego de eso no puedo recordar nada, pierdo el control por completo de mi razón y solo me limito en atacar. Si no estoy con otros héroes podría llegar a morir si no recibo ayuda a tiempo.

Puede ser un gran peligro si no sé controlar mis emociones.

Igual no todo era malo, comencé a tener el apoyo tanto de civiles como de héroes de todo tipo.

Pude informarme mejor de lo que estuvieron comentando sobre aquel día, y hasta varios medios ya decían que podría llegar a ser la primera heroína mujer en estar en posiciones altas ni bien me gradúe de la UA.

Que personas desconocidas me tengan tanta confianza me alegraba el alma, de cierto modo dejaban su seguridad en mis manos. No me abruma, me da más energía para ser mejor.

El ser bautizada como la flor de la fortaleza era muy significativo para mí, podría llegar a ser una figura de motivación para las futuras generaciones. Y ese era uno de mis objetivos.

Dejar mi marca personal en el mundo de los héroes.

Aunque... ahora tengo más de una marca personal, tengo al héroe n°2 en mi corazón. De ser una admiración pasó a ser una experiencia completamente increíble y maravillosa.

Yo quería fortalecerme mentalmente, pero nadie me avisó que la pasantía podría llegar a cambiarme tanto emocionalmente.

Incluso me animé a experimentar situaciones que jamás me hubiera imaginado en mi corta vida.

Me vas a doler tanto si jugás conmigo Todoroki Enji...

- ¿Qué es esa cara Alhelí?

Levanté la mirada y ahí estaba parado, sonreí instantáneamente. Quería correr a abrazarlo pero me limité a acercarme más hasta donde estaba parado.

Si las miradas hablaran entonces estaríamos gritando a los cuatro vientos nuestro secreto compartido.

- Hola Endeavor-san, solo estoy un poco sentimental - Respondí jugando con mis manos.

- Está bien, es válido lo que sientes - Dijo palpando suavemente mi cabeza - ¿lista para terminar tu última patrulla cómo pasante? El camino recién está comenzando eh - Sonrió.

- ¡Estoy lista! - Respondí firme.

Y ahí me ven, terminando mi último recorrido por las calles como aprendiz del héroe de fuego, Endeavor.

Comencé dudando secretamente de mi capacidad, era débil mental y físicamente, virgen y sin tener idea de qué era el cariño hacia otra persona que no sean mis padres o amistades.

Ahora termino sabiendo cuán poderosa puedo llegar a ser, con ganas de experimentar de todo y... amando a un hombre pelirrojo con hijos maravillosos.

Nadie podía predecirlo, pero tampoco me arrepiento de las decisiones que estuve tomando todo este tiempo.

Claramente tendré muchos errores en el camino, pero nada me impedirá a seguir avanzando hasta cumplir mi meta. Yo seré todo lo inexperta por el momento, pero no durará mucho ya que estoy decidida a salir del manto sobreprotector de mis padres.

Quiero vivir, quiero llorar, quiero todo lo que me alimente el alma y la sabiduría.

Mi yo de ayer, mi yo de hoy y mi yo de mañana escribirán mi camino...

Te admiro (Endeavor y tú)[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora