Te admiro (Endeavor y tú)[TERMINADA]

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Narra _____.

06:00 AM.

Hoy es mi cumpleaños número 32.

Aún estaba acostada, y la mejor parte es que no estaba sola.

Volteé para apreciar la belleza de hombre que tengo a mi lado.
Todavía no pudimos darnos el sí en una bonita boda, el casamiento entre héroes suele tomarse su tiempo por la apretada agenda e incontables de inconvenientes de último momento.

Con los ojos aún cerrados, Enji me acercó más a su cuerpo desnudo y tibio. Su aroma natural me embriagaba.

- Buen día dormilón - Dije acariciando su pecho lentamente - ¿no me darás el primer saludo de cumpleaños? - Pregunté divertida.

Abrió un ojo y me besó la frente.

- Felíz cumpleaños mi amor - Dijo abrazándome.

Sus grandes manos acariciaban suavemente mi espalda. Fue bajando hasta mi trasero y lo apretó leve.

- ¿Ya me darás el desayuno? - Sonreí coqueta.

[ Contenido sexual a continuación, leer con discreción]

Unimos nuestros labios en un beso lento.

Se posicionó entre mis piernas mientras el beso se volvía más apasionado. Mordía con delicadeza mi labio inferior entre los besos mientras masajeaba mis pezones con ambas manos.

Cada vez podía sentir su pene ponerse más duro, iba rozando su miembro sobre mis vagina.

Bajó una mano y comenzó a acariciar mi clítoris. Mis jadeos salían entre los besos.

Metió dos dedos de golpe y paré los besos con un gemido fuerte.

- Ya estás muy mojada - Dijo sonriendo de lado.

Comenzó a introducir su pene en mi lentamente.

Los movimientos eran suaves pero deliciosos, en este punto ya era imposible contener los jadeos y gemidos leves.

Con una mano me tomó de ambas muñecas y las llevo arriba de mi cabeza.

Las embestidas subieron de velocidad y fuerza, maldije al aire y el soltó una pequeña risa de satisfacción.

Me tomó del cuello con la otra mano que tenía libre.

Hizo que lo mire fijamente sin perder el ritmo de la penetración. Definitivamente cada uno disfrutaba de la imagen que tenía en frente.

Su sudor se iba evaporando de su cuerpo. Lo que hacía verse más sexy.

Metió su pulgar en mi boca. Iba chupándola y dejando mordidas leves.

Salió de mi y rápidamente me puso de cuatro.

Solté un gemido ahogado ante la penetración fuerte del pelirrojo.

Iba dejando mordidas suaves en mi cuello mientras me nalgueaba.

Ya estaba lista para correrme y el lo sabía. Mis paredes vaginales iban apretándolo más y más.

Ambos gemimos con fuerza por última vez, habíamos terminado al mismo tiempo.

Cansados nos volvimos a acostar. Una vez recuperamos el aliento continuamos dándonos caricias leves.

Cada momento con él es importante, como nuestros horarios son tan desgastantes aprovecho todo lo posible.

- A la noche saldremos a cenar, solo nosotros - Dijo él acariciando mi cabello.

- Acepto - Sonreí - pero mañana tendremos un almuerzo familiar en la casa de mis padres, los chicos también están invitados - Avisé antes de levantarme de la cama.