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Residencia 2/7

05:20 AM, que puto sueño.

Me levanté de la cama gruñendo, no había tiempo de quejas mañaneras.

Me duché, sequé mi cabello, me puse el traje y bajé a esperar a Nana-san. Quería estar lista antes de que todos para que me tomen en serio.

- Buen día ___-chan - escuché la voz de la pelinegra a mis espaldas.

- ¡Buen día Nana-san! - Respondí sonriendo.

Sin más esperas comenzamos con la patrulla. Mientras íbamos con cuidado compramos café en lata para comenzar el día, ya luego comeré correctamente.

- Déjame adivinar, ¿anoche pensaste de más? - Preguntó antes de tomar su café.

- A-Ah no entiendo su pregunta Nana-san - Dije rascando mi nuca.

- No necesito conocerte mucho tiempo para saber que anoche estuviste analizando lo que te dije antes de irte al dormitorio - Rió leve.

- Ow, pues sí... pensé bastante - Sonreí de lado - ¿me podría explicar? Porque siento que me fui por las ramas tratando de entenderla.

Asintió tranquila y tomó mis manos elevandome al aire con ella, aterrizamos en el techo de un edificio medianamente alto para poder apreciar mejor el amanecer.

Estábamos calladas, yo esperaba a que tome su tiempo de abrirse conmigo. Se la notaba con un aura distinta, como si quisiera contarme todos sus secretos más profundos.

- ___-chan, en la vida existirán momentos donde será muy difícil ser una heroína. El ayudar a las personas conlleva una gran responsabilidad, porque el único cable a tierra para las personas en crisis somos nosotros, y, es por eso que pido que sonrías siempre no importa lo que pase... así estés a punto por perder la vida. - Suspiró levemente sin dejar de mirar el horizonte - las personas siempre utilizamos máscaras para todo, cuando estamos tristes en un ambiente laboral es difícil demostrar vulnerabilidad porque se pueden aprovechar. Por eso sonríe siempre a pesar de los años, a pesar de los daños y las experiencias que acumules, créeme que salvarás a más de una persona con tu sonrisa y comenzarán a vivir con más tranquilidad gracias a tu existencia - Dijo palpando mi cabeza levemente - ¡mira qué bonito el amanecer!

Sus ojos brillaban observando el cielo, yo no podía quitarle la vista de encima. Sus palabras quedaron grabadas en mi memoria, no le faltaba razón con respecto a la que dijo pero también me conmovió bastante.

Es una gran responsabilidad ser una heroína, la muerte siempre está a la vuelta de la esquina. En cualquier momento podría perecer por culpa de algún villano o tratando de detener una catástrofe natural.

Sonreír, haría las cosas más fáciles para todos. Si yo sonrío, entonces las personas se podrán tranquilizar al verme y podré hacer mejor mi trabajo.

También, si dejo el mundo algún día... será sonriendo y demostrando que hice hasta lo imposible por mantener en alto el símbolo de la fortaleza.

- ¿___-chan estás bien?

La abracé con fuerzas sin avisar y respiré profundo.

Nana respondió mi abrazo y acarició mi cabello, se sentía maternal el momento.

Me sentía muy agradecida de haber recibido parte de su sabiduría a tan corta edad, no la defraudaría de ninguna manera.

- La aprecio mucho Nana-san, gracias - Dije aún abrazándola.

- Si que eres cursi ___-chan - Soltó una carcajada - también te aprecio pequeña, pocos héroes tienen la esencia especial que llevas.

- ¿Esencia especial? - Pregunté rompiendo el abrazo levemente.

Te admiro (Endeavor y tú)[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora