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21:00 PM.

Estaba sentada en sofá esperando a que el pelirrojo llegue, me sorprendía que aún no llegara ya que siempre fue muy puntual.

Mis padres estaban trabajando aún, la casa estaba en su estado natural; vacía y en silencio.

Con respecto a mi vestimenta no me arreglé demasiado, tenía unos jeans negros, una blusa blanca de mangas cortas y unos mocasines negros. El cabello suelto y sin maquillaje, no era un momento especial así que estaba lo más normal posible.

El timbre suena, supongo que era él.

- Hola ___

- Shouta... ¿Qué haces aquí? - Pregunté extrañada.

- Estoy de pasada, voy a reunirme con unos compañeros de clase y quería saludarte - Dijo acariciado su nuca - ¿Tienes planes de salir? Normalmente a estas horas estarías en pijamas.

- A-Ah sí saldré, tengo que solucionar algo importante y luego estaré toda la noche en mi casa - Dije con media sonrisa.

- ¿Pasó algo grave? Tu padre aún no me quitó el papel de ser tu guardaespaldas

- No es nada de que preocuparse, solo tengo que aclarar algunas cosas y ya - Dije tomando su mano - aprecio tu preocupación pero estaré bien Shouta-kun.

- Buenas noches...

Ambos fijamos nuestras miradas en el dueño de esa voz tan profunda, era el pelirrojo. Su mirada reflejaba seriedad y celos que solo yo podía notar.

- Buenas noches Endeavor-san - Hablamos haciendo una pequeña reverencia.

- Ya se me hace tarde para llegar a mi reunión, cuídate ___ - Habló el pelinegro.

Se acercó y me plantó un beso en la mejilla derecha, se despidió con una reverencia al mayor y emprendió su camino.
Claramente me había sonrojado y quería reír ante su atrevimiento, creo que ya intuía sobre mi situación con el héroe n°2.

- ¿A dónde nos vamos Endeavor-san? - Pregunté como si nada hubiera pasado, seguía con su mirada fijada en Shouta que ya estaba lejos.

- A mi casa, es el único lugar donde podremos tener privacidad - Respondió subiendo a su auto.

- ¿P-Pero y tus hijos? - Dije entrando también al auto.

- Ya están durmiendo - sonrió de lado- hablaremos en el patio de enfrente para que no te preocupes, y preparé todo.

Condujo rápidamente hasta su hogar y al bajar del auto mi corazón se aceleró levemente, los recuerdos pegaban más fuerte que patada de monja.

En una parte del patio habían dos cojines con una mesita en medio, en ella había una jarra de agua con dos vasos y un plato con aperitivos. Que servicial.

- ¿Te parece bien? - Preguntó el pelirrojo.

- Sí~ no se necesita demasiado para poder hablar - Sonreí mientras iba a sentarme en uno de los cojines.

Imitó mi acción y nos quedamos callados unos segundos, suspiré. No quería presionarlo a que hable sobre el tema pero era necesario.

- Entonces... ¿qué pasó realmente entre Rei y tú? - Pregunté sirviendo agua para ambos.

- Antes que empiece te pido que me dejes terminar de hablar de inicio a fin, es larga la historia y no quiero omitir ningún mínimo detalle para que puedas comprender la situación - Dijo mirándome fijamente.

- Lo prometo - Levanté el meñique.

° ° °

-...Y es por eso que Rei ahora está internada en un hospital psiquiátrico, fue mi culpa y estoy pagando por las consecuencias - Dijo mirando a otro lado.

Limpié mis lágrimas, ahora todo tenía sentido.

Rei y Enji fueron un matrimonio arreglado por sus quirks, todo por las ganas que tenía el pelirrojo de querer superar a All Might. La mujer nunca quiso a sus hijos, solo quería la atención de Enji... cosa que nunca le faltó pero para ella no fue suficiente.

Cuando nació el último hijo, Enji ya había cambiado de mentalidad y simplemente quería amar y cuidar su familia.
La madre de los niños no quería saber nada de ellos, y viendo cómo el pelirrojo se esforzaba por ser un buen padre, ella lo engaña con otro hombre.

El divorcio se realiza finalmente y a la mujer no le molestaba haber roto por completo su familia, hasta que vio la foto de Enji y yo en las noticias.

Básicamente quería acabar conmigo porque si ella no estaba con el pelirrojo, entonces nadie más lo estaría.

- Lamento mucho que hayas tenido que pasar por esto ___, no pensé que iba a llegar hasta esos extremos - Dijo tomando mis manos - fue mi culpa por haberla dejado de esa manera.

- Enji-san... vos sí cambiaste para bien, no niego que estuvo mal engañarla para tener un hijo con el poder de ambos pero entre los dos tú reaccionaste mejor. Ella simplemente decidió abandonarlos por otra persona para tener la atención que no consiguió contigo - Acaricié su mejilla derecha - hiciste bien en mejorar como padre, aquellos niños te necesitan más que nadie y espero que puedan crecer con todo el cariño que se merecen.

- Gracias por tus palabras ___, y si, por mis hijos daría la vida - Sonrió levemente.

Lo abracé con fuerzas, acaricié su espalda y le plante un pequeño beso en la mejilla.

- Estoy orgullosa de tí Enji-san, agradezco que me hayas confiado una parte muy importante de tu historia - Sonreí.

- No hay de qué, era algo que tenías que saberlo en algún punto - palpando mi cabeza - por cierto... ¿qué tal te trata la vida? en general.

- Ow pues ser una adolescente es complicado ya que tengo mucho que aprender y experimentar - Dije rascando mi nuca - pero a pesar de todo estoy con ganas de seguir creciendo tanto personal como profesional - Sonreí.

- Me alegra escuchar eso, espero que te vaya más que bien Alhelí.

El silencio volvió a hacer presencia, sabíamos que después de este encuentro volveríamos a despedirnos y cada quién seguiría su camino.

Conectamos miradas, mi corazón dolía al ver ese brillo en sus ojos. Supongo de que aún tiene la esperanza de que algo entre nosotros pasará, pero no estoy segura.

- Creo que ya es hora de que vaya a mi casa - Dije tímidamente.

- Claro, te llevo - Se levantó y lo imite.

Subimos al auto, ésta vez condujo lento. Puso música instrumental y el ambiente se volvió más tranquilo. Agradecí internamente por eso.

- Bueno, gracias por traerme Enji-san - Dije una vez que llegamos.

- No hay de que ___ - Sonrió.

- Cuídate mucho, adiós En-

No pude terminar la oración, los labios del pelirrojo estaban pegados a los míos y la sensación de fuegos artificiales aparecieron en mi estómago.
Los movimientos eran suaves, cargados de sentimientos y sin ninguna gana de que se acabe. Profundicé más el beso y di pase libre para que nuestras lenguas se encuentren.

Voy a extrañar tanto esto.

Cada beso.
Cada caricia.
Cada mirada cómplice.
Cada risa.
Cada momento a su lado.

Te voy a extrañar tanto...

Separamos nuestros labios lentamente, quedándome con una sensación de vacío.

- Hasta pronto ___ - Dijo en un susurro.

Sonreí levemente y luego bajé del auto. Él comenzó a alejarse hasta desaparecer de mi campo de visión.

- Hasta nunca Todoroki... - Susurré mientras mis lágrimas se deslizaban por mí rostro.

Era lo correcto, después de todo tengo que pensar en mí bienestar y priorizarme por sobre todas las cosas.

Y eso incluye dejar ir a mi primer amor, que quede en lo que ya es.

Parte de mi pasado.

Te admiro (Endeavor y tú)[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora