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- Touya por favor habla conmigo - Dije recostandome en la puerta de su habitación.

- ¡N-No!

Suspiré y agache la cabeza. Me siento tan vieja para estas cosas, lo irónico es que solo tengo 23 años.

Hace dos años que Touya viene presentando cambios en su cuerpo y en su humor.
Cada vez está más alto, su cabello rojo casi se volvió completamente blanco, responde de mala forma a todos y la peor parte... no deja de utilizar su quirk para querer ser un héroe.

No todos los días puedo estar al pendiente de él para curar sus heridas.

A Enji le frustra el no saber cómo ayudar a su hijo mayor, se culpa todas las noches de no tener una solución.

Me partía el alma ver como todo se iba apagando en la familia. Sus hermanos siempre intentan acercarse a Touya para que jueguen todos juntos, pero no había respuesta positiva.

Por eso hace un año y medio trato de buscar una solución para todo esto.

La situación de ahora es que encontré a Touya en un bosque a punto de quemar todo a su alrededor.
Lo pude parar a tiempo porque estaba patrullando, y lo traje a su casa antes de que su padre descubra su escapada.

Tienen estrictamente prohibido salir a menos que esté presente Enji o yo. Entiendo las razones, y hago todo lo posible para que lleven una vida normal.

- Tou, yo solo quiero ayudarte-

Se abrió la puerta de golpe.

- No necesito la ayuda de nadie y mucho menos la tuya - Dijo seco sin mirarme - ya vete que tampoco tengo ganas de verte... no eres mi madre.

Mi pecho comenzó a doler.

Lo miré atónita mientras de mis ojos salían las traicioneras lágrimas, el cambió su semblante a uno más preocupado.

Siempre temía en escuchar esa última frase pero era la verdad, no soy su madre.

Tampoco puedo culparlo, se siente mal, es un ser humano y con 13 años se puede decir cualquier cosa sin medir el daño que causaría.

No tiene todas las herramientas para expresar bien sus sentimientos.

- Sonreí - Tampoco necesito ser tu madre para ayudarte Touya - Palpé su cabeza - me llamas si necesitas algo, ahora me voy.

Comencé a caminar a pasos tranquilos mientras me pesaba cada vez más la espalda.

- ¿Qué haces aquí? No avisaste que vendrías - Habló el mayor de los Todoroki.

Corrí a abrazarlo y rompí el llanto que me estaba atajando. Acarició mi espalda lentamente mientras sentía sus besos en mi cabeza.

- ¿Qué pasó? - Preguntó el pelirrojo mientras me apartaba de su pecho.

- Traté mal a ____ - Respondió otra voz detrás nuestro, era Touya.

- ¿Por qué Touya? - Preguntó su padre.

- Estaba enojado, pero no con ella sino conmigo mismo - Dijo mirando el piso - Lo siento mucho ____.

Lo miré y me acerqué a abrazarlo, estaba llorando al igual que yo. Era una situación muy sensible pero él necesita exteriorizar sus sentimientos de la manera más sana posible.

Ya era momento de que se lo trate psicológicamente.

- Te perdonaré pero tienes que comenzar la terapia, porque no quiero que trates de esta manera a tus hermanos o a tu padre. También te hará bien para poder explicar mejor lo que pasa por tu mente - Dije mientras limpiaba sus lágrimas.

Te admiro (Endeavor y tú)[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora