Las Apariencias Engañan (Pausada por falta de Inspiración)

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Draco y Theo estaban en silencio, ambos estaban sentados en la cama del rubio, ninguno emitía ningún sonido, luego de la pregunta del platinado.

Theo: necesitamos hablar, yo de verdad te quiero, te quiero como algo más que amigos y me duele que te alejes de mí.

Draco: no parecías muy afectado con Greengass.

Theo: ¿Qué tiene que ver Astoria en todo esto?

Draco evito la mirada del castaño, quien suspiro y tomo una de sus manos

Theo: yo no miento cuando digo que me interesas Draco, pero no podemos tener una relación si no hay comunicación.

Draco: y ¿Cómo estás tan seguro de que quiero una relación contigo?

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Los cuatro gryffindor estaban sentados en sus respectivas camas hablando tranquilamente, mientras compartían los dulces que le habían enviado a Neville, hablaban y reían tranquilamente, disfrutando del momento.

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Luna había recibido una nota de su tía Narcissa en la que la citaba el fin de semana en un pequeño restaurante para hablar.

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Ronald veía al ex director con incredulidad, el chico estaba pálido.

Ron: pero ¿Cómo?

Dumbledore: soy un mago muy poderoso joven Weasley, pero no es momento de hablar de eso, usted merece un castigo por fallar en su misión.

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Los adultos recibieron una nota avisando sobre el beso del dementor que recibiría Albus Dumbledore esa tarde, todos se prepararon y fueron al lugar en donde los condenados recibían el beso, vieron a varios aurores llevar el cuerpo del viejo, se veía mal, estaba delgado y demacrado, daba una impresión de estar enfermo y en un estado bastante deplorable, el hombre fue encadenado al centro del lugar mientras los dementores se acercaban, los presentes vieron como poco a poco el cuerpo del hombre se "vaciaba" dejándolo como un cascaron, pero eso no fue lo que causo realmente impresión en los presentes, el cuerpo que debía ser Albus Dumbledore, era el cuerpo de un anciano completamente diferente, Aberforth Dumbledore era quien había recibido el beso.

Tom tomo por el cuello a un Auror y lo estrello contra una de las paredes cercanas.

Tom: ¡¡¡¡¿Qué paso con Albus Dumbledore y como es que fueron tan idiotas para no notar nada?!!!!

Auror: se...se..Señor, le juro que no se nada

El Auror estaba muy asustado, Tom tenía un aura poderosa que lo asustaba bastante, y no ayudaba en nada tener a personas de las familias más poderosas viéndolo con profundo odio.

El resto de los Aurores caminaban de un lado a otro buscando respuestas, llamaron a los aurores que se habían encargado del traslado del hombre, debían encontrar respuestas

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Theo: bien, si no quieres estar conmigo lo aceptare por más que me duela, pero tengo derecho a saber la razón de nuestro alejamiento.

Draco: ¿quieres razones? Astoria Greengass, ella es la razón, ahora LARGO de mi habitación.

Theo: NO, eso no es una razón, solo dijiste un nombre, eso no me dice nada *El castaño se acercó al platinado hasta que sus narices rozaron*, así que no me voy hasta que tengamos una verdadera conversación.

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Los gritos se escuchaban por todo el lugar, Ronald estaba en el suelo recuperándose de aquella maldición, mientras sus padres lo veían sin ninguna expresión en sus rostros, Dumbledore se había ensañado con el pelirrojo y había estado torturándolo por al menos una hora.

Dumbledore: espero que eso le enseñe a no fallar en sus misiones joven Weasley, ahora todo depende de su hermana, quien espero sea más inteligente que usted.

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Los adultos estaban totalmente desesperados Dumbledore había escapado de Azkaban frente a sus narices, no sabían en donde estaba ni cuál era su siguiente movimiento, no sabían si ira tras ellos o tras sus hijos, la segunda opción era la más probable y las que más los aterraba, ya habían perdido a Hermione y no estaban dispuestos a perder a nadie más.

Sin embargo no querían decirles nada a los chicos, solos los alterarían y era innecesario en esos momentos, debían manejar el tema con cuidado, la información del escape del viejo no debía salir a la luz.

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Draco: ¡¿Quieres una verdadera conversación?! ¡BIEN!, yo iba a invitarte a Hogsmeade y te vi con ella en la biblioteca, ambos estaban muy juntos, intente hablar contigo y tú solo tenías tiempo para ella, siempre era ELLA, así que me canse de buscar tu atención.

Theo: Astoria me necesitaba, Snape me pidió que fuera su tutor para historia de la magia, y me di cuenta que ella es una chica maravillosa, es linda, buena escuchando, pero es solo mi amiga, Draco, a mí me gustas tú, no ella, lamento si te ignore, lo que menos quería era hacerte sentir mal, de verdad lo siento.

Ambos se quedaron en silencio, Draco procesaba lo dicho por el chico, quien mantenía su posición cerca del platinado, Draco tenía la mirada baja, pero al levantarla vio la sinceridad en la mirada de Theo, sus respiraciones se mezclaban y se veían con intensidad ¡, Theo bajo la mirada a los labios del platinado en una pregunta silenciosa para acercarse aún más, Draco al ver la duda en los ojos del contrario acorto la distancia, el beso comenzó siendo lento, Theo poso sus manos en el cuello del platinado intensificando el beso, por su parte Draco abrazo la espalda del castaño acercándolo más a él, mientras retrocedía hasta chocar con la pared, Draco mordió el labio del castaño haciéndolo dar un gemido y abrir la boca, provocando que las lenguas de ambos entraran a una batalla en la que ninguno estaba dispuesto a perder, el oxígeno comenzó a hacerles falta por lo que tuvieron que separarse, ambos tenían las respiraciones agitadas, los labios entreabiertos e hinchados, las pupilas de ambos estaban dilatadas.

Draco: lo siento, lamento haber desconfiado, pero enserio me gustas, los Malfoy solo nos enamoramos una vez y creí que tú no sentías lo mismo, estaba dolido.

Theo: Draco Lucius Malfoy-Black, quede encantado contigo desde el primer momento en que te vi, lamento haberte lastimado, pero si me das la oportunidad, te voy a demostrar lo importante que eres para mí, ¿quieres ser mi novio?

Draco: si quiero, acepto ser tu novio Theodore Nott.

Theo beso de una manera suave intentando demostrar todo el amor que sentía al platinado, al separarse ambos tenían una gran sonrisa en sus caras, ambos se dirigieron a la cama y con un hechizo se cambiaron a sus pijamas acostándose en la cama abrazados sintiéndose completos y plenos como hacía días no lo hacían.