Hay pasión.
Hay amor.
Jaden se sacrificó por Jessica.
Jessica se sacrificó por Jaden.
Hacen lo que sea uno por el otro.
Porque son su debilidad. Nuestra debilidad.
Así somos nosotros.
Todo se desmoronó. Esta vez ninguno de los dos tomó una decisión...
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Jaden Tremblay
—No puedo. No puedo, no puedo— susurro sin aliento, casi retorciéndome en mi lugar, sentado en el suelo.
Mis manos se vuelven puños... no puedo con este dolor, es insoportable.
Jess, te necesito. No me dejes, no puedo hacerlo solo. Por favor, por favor, por favor... ¡MIERDA, NO!
Me pongo en pie sintiéndome sin estabilidad, casi mareado y un grito de dolor sale desde mi garganta, vuelvo a golpear mis manos contra la pared, intentando que algún tipo de dolor sea más fuerte que el hecho de pensar que podría haber perdido a Jess para siempre.
Quiero pensar que no es cierto.
Quiero pensar que todo es una mentira, pero el miedo me recorre de pies a cabeza. La idea de dejar de ver su sonrisa, no volver a ver aquellos ojos brillantes o escuchar su voz llena de vida, emoción y dulzura... nunca nada se había sentido tan doloroso.
—No...— susurra Peter cuando se da cuenta de por qué estoy tan mal... me lo ha preguntado, pero no he podido responderle. El solo decir, comunicar... que algo así salga de mis labios... no quiero hacerlo más real. Quiero guardarme esperanzas... lo que sea, necesito pensar en algún lado de mi cerebro que volveré a ver a Jess.
Jess es mi vida... no podría vivir sin ella.
—Jonie... no. No, Jaden, no.
No puedo girarme a verlo.
"No hay pulso, no hay pulso, no hay pulso, no hay pulso, no hay pulso"
La voz de Kaira se repite cientos de veces en mi cerebro... me duele, es como si estuviera quemando cada área de mi cuerpo por dentro. Siento desesperación y ansia. Quiero a Jess ahora. ¡JODER, JESS, NO PUEDES HACERME ESTO!
Jess, por favor... maldita sea, no me hagas esto... No puedes.
—¡Dime que no es verdad! ¡Jaden! ¡Contéstame! ¡Dime que no es cierto! ¡Respóndeme!
Peter me grita por unos segundos...
—¡NO LO SÉ!
Mi grito me hace soltar otro sollozo.
No lo sé...
—No lo sé—suelto agotado, aterrado... lleno de miedo. Mi mirada está perdida— No lo sé. Yo... no lo sé. No... no lo sé, no lo sé.
—Jaden...
Se acerca a mi asustado, pero yo doy un paso atrás.
—Jessica— susurro con pánico.— No puede dejarme... no puede hacerlo, yo no... no, no, ella está viva. Ella...— asiento pasando mis manos por mi rostro y cabello— Ella no me dejó, Peter, no... no.
Sus ojos derraman lágrimas y se acerca para darme un abrazo en forma de... ¿Consuelo?
