Hay pasión.
Hay amor.
Jaden se sacrificó por Jessica.
Jessica se sacrificó por Jaden.
Hacen lo que sea uno por el otro.
Porque son su debilidad. Nuestra debilidad.
Así somos nosotros.
Todo se desmoronó. Esta vez ninguno de los dos tomó una decisión...
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Jaden Tremblay
Ha pasado ya un mes.
¿Cambios? Si, han habido algunos.
Uno de ellos es que ya tengo veintisiete años, Jess me regaló una primera edición del señor de los anillos. Con la maldita tapa dura. ¡Tapa dura! Y encima fueron todos los putos libros. Joder, casi salté como un niño, mi lector interior realmente chilló a mas no poder, pero por fuera mantuve la compostura, obviamente.
A ella le ha ido de maravilla, sus pinturas se están vendiendo muy bien en esa exposición famosa y ya abrió la suya propia en aquel lugar que compré para ella, va creciendo cada día y me llena de paz el hecho de que nunca la había visto tan feliz. Leila está trabajando para Jess en esa exposición, como vendedora y organizadora. Ya están yendo algunos artistas para que hayan de todo tipo de obras. Estoy muy orgulloso de todo lo que ha logrado en tan poco tiempo. Jess se merece todo lo que pueda venirle.
Por otro lado, finalmente Peter y yo concretamos un negocio importantísimo de una nueva sucursal de Fredden Editorial. Peter comenzó un curso para obtener su título como economista y empresario, para poder llevar la editorial como corresponde y seguir con el legado de Fredd. Somos un gran equipo, trabajar con Peter ha sido bastante genial.
Entro a la habitación y veo a Jess pintar frente a la ventana, hay un montón de cosas desparramadas por el suelo y sus manos están manchadas de pintura. Su cabello está recogido en un tomate descuidado y mi vieja sudadera envuelve su cuerpo, mis ojos recorren sus piernas desnudas y ya no me puedo contener, así que me acerco a donde está sentada y la abrazo por la espalda, comenzando a besar su cuello.
La siento sonreír.
—Estoy en medio de una pintura. Estoy inspirada.
Asiento— Yo también— susurro intentando bajar mis manos inquietas, ella suelta una risa y me detiene.
—No siempre estoy inspirada, por favor hazte a un lado.
—Lo dice la chica que me interrumpe cuando reviso manuscritos— le susurro y muerdo el lóbulo de su oreja, ella se retuerce un poco.
—Tu puedes revisar manuscritos en cualquier momento, pero yo no me siento inspirada en cualquier momento.
—Ajá— murmuro y llevo sus labios a los míos, la beso y se aparta luego de unos segundos.
—Te odio— susurra, yo asiento mientras tiro de ella hacia mi. Jess finalmente me empuja y caigo a la cama de espaldas, inmediatamente se ubica a horcajadas de mi, yo dejo mi mano en su nuca y la beso. Inconscientemente mi mano libre se hace paso al lugar entre sus piernas para poder sentirla.
