Hay pasión.
Hay amor.
Jaden se sacrificó por Jessica.
Jessica se sacrificó por Jaden.
Hacen lo que sea uno por el otro.
Porque son su debilidad. Nuestra debilidad.
Así somos nosotros.
Todo se desmoronó. Esta vez ninguno de los dos tomó una decisión...
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Jessica Jones
—¡Mierda!
Mis ojos se abren de golpe al escuchar aquel grito de Jaden desde algún lado de nuestro departamento.
Entonces, huelo algo extraño. Frunzo el ceño mientras me levanto de la cama y, aún con sueño, me dirijo a la cocina... que está llena de humo y con un Jaden muy molesto intentando apagar un mini incendio.
Suelto una carcajada.
—¿Qué pasó?— pregunto sorprendida.
Conozco a este chico de hace muchos años y nunca. Nunca lo había visto destruir una comida como yo lo he hecho cientos de veces.
—Estaba distraído— dice tomando la olla con unos guantes de cocina y dejándola en el lava platos, le echa un poco de agua.
—¿Tu distraído?
Jaden es muchas cosas, menos distraído.
—Si.
Suelta un suspiro y sale de la cocina.
—Destruí nuestro almuerzo— dice tomando las llaves del auto.
—Eh, igual no son ni las diez de la mañana.
—Tengo que ir a la oficina, planeaba llevar algo listo.
—Puedo hacer algo yo y llevártelo, no pasa nada. Juro que será comestible.
—Iré a comprar algo rápido.
Frunzo el ceño nuevamente al verlo tan nervioso y apresurado, se pone una chaqueta a la velocidad de la luz y lo detengo cruzándome en su camino cuando iba a salir del departamento.
—Jaden, no es para tanto. ¿Por qué estás tan nervioso?
—Nada, no importa— intenta hacerme a un lado, pero me interpongo nuevamente.
—Si es porque me enojé ayer, ya no importa. Digo, si importa, pero estarás para la próxima cita.
—Si estaré— afirma y yo asiento— No es por eso. Es... Joder, Jess.
—Nada de joder, Jess. Tranquilízate, ¿Si? Sea lo que sea, se solucionará. Siempre se termina solucionando.
Lo veo a los ojos un par de segundos... no me dice nada, pero me doy cuenta de que hay problemas.
—Extrañas a Fredd, ¿No?
Suelta un suspiro y se va a sentar al sofá, no tardo en seguirlo y sentarme a su lado.
—Siempre que tenía un momento como este, él me ayudaba.
—¿Momento como este?
—De estrés... por alguna razón siempre encontraba una solución para todo.
