Podrías hacer cualquier cosa

327 23 4
                                    

Jaden Tremblay

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jaden Tremblay

¿Fue un día completo con una criatura de cinco años jugando con muñecas uno de los días más difíciles toda de mi vida?

Respuesta: Por supuesto que si.

¿Tengo más miedo aún de ser padre?

Respuesta: ¿No es obvio?

Jess y yo justo ahora estamos en su antigua habitación, Carla está durmiendo con su criatura demonio y Peter y Fredd en la habitación de Carla.

—No puedo creer que me hayas obligado a jugar con esa criatura— digo lanzándome a su antigua mini cama de una plaza en la que apenas entro yo. 

—Es una niña, no una criatura.— me explica mientras se quita el brasier, mis ojos se desvían a su desnudez, queda solo con sus pequeñas bragas. Suelto un suspiro decepcionado cuando se pone mi remera que llevaba puesta, tapándose. Igual puedo quitársela —Jaden— dice en tono de reproche.

—¿Qué?— pregunto despertando de mi trance, estaba imaginando que le quitaba mi remera. 

Frunce el ceño.—¡No me estás escuchando!

—¡Si te estoy escuchando!

—¿Y qué dije?

—Niña. No criatura.

—Después te dije que ella te había amado y que lo hiciste muy bien. Incluso te dije que te amaba por haberlo intentado, ¡No me estás escuchando!

—También te amo.

—No, ya no.

Sonrío y la atraigo a mi sentándome en la cama, ella está de pie y por lo baja que es la cama quedo a la altura de su vientre.

—¿Te digo en qué estaba pensando?— le pregunto mientras llevo mis manos a su cadera, mirándola hacia arriba.

—No.

—¿Segura?— pregunto levantando un poco mi remera y dejando besos en su cadera, por encima de sus bragas negras de encaje.

—Jaden, no— susurra riendo un poco.

—¿Por qué no?

—Están Fredd y Peter en la habitación de al lado. Carla y Abs en la habitación de abajo.

—Abajo no se escucha nada— digo bajando un poco sus bragas y siguiendo mi camino de besos.

—Pero al lado si— susurra.

—A Fredd y a Peter no les...

Me interrumpen los sonidos de una cama siendo golpeada contra una pared en la habitación de al lado.

Suelto una risa y me lanzo a la cama con mi espalda contra el colchón.

—No les importaría— termino mi frase anterior.—Como los odio, no puedo tener sexo escuchando los gemidos de mi mejor amigo.— digo frunciendo el ceño al escuchar los gruñidos de uno de los dos.

Nuestra Debilidad || #3 Trilogía NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora