"Prólogo"

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El silencio aquella tarde era melancólico y asfixiante. La mirada de ambos jóvenes se encontraba perdida en aquel magnífico atardecer, que podía observarse perfectamente del puente del riachuelo, de su pequeño pueblecito.

–No estés triste T/n, nos volveremos a ver– trataba el chico de mejillas regordetas consolar a la pelinegra.

–te voy a extrañar mucho Jimin– le contesto la joven, mientras lo atraía a un abrazo.

T/n sabía que no podría retener a su mejor amigo, de irse. Era la injusticia de nacer como doncel o doncella.

Jimin al ser un doncel, había sido vendido por su padre, al apenas cumplir sus 15 años —la edad necesaria para participar en "El Baile de las Lunas"—, para poder pagar sus deudas.
Tal vez incluso era el destino que le esperaba a ella. Agradecía que de sus tres hermanas ella fuera la única en haber nacido como doncella.

Cuando los hermosos colores del atardecer, se cubrieron por la negra noche estrellada. Los amigos se despidieron con un abrazo lleno de cariño, se dieron el último adiós, con un tierno beso que Jimin dejo sobre la frente de T/n, para tomar diferentes caminos.

Que tal ves un día, se volverían cruzar.

‹‹🌔››

Los recuerdos de esa triste tarde ase ya casi dos años, abarcaba la mente de la chica, que con los ojos cristalinos contemplaba nuevamente aquel hermoso atardecer.
Jimin había sido su mejor amigo, un hermano para ella. Ahora le gustaría tenerlo aquí, para que le dijera que todo estaría bien, pero no estaba y ella estaba asustada.

Un año después de que Jimin se fuera, cuando ella cumplió 15, vinieron organizadores del "Baile" a buscar más donceles o doncellas.

Su madre no permitió que se la llevarán, cuando la identificaron por la marca en forma de una luna creciente —que tenían todos los donceles y doncellas— al lado izquierdo de su ombligo, un poco más arriba del vientre.

Pero ahora no había opción, su madre estaba enferma y sus hermanas menores eran muy chicas, como para buscar un trabajo. Con la paga que a su madre le darían, por venderla a los organizadores , podrían vivir bien por unos meses y pagarle a su madre un servicio médico.

Pero aunque sabía que hacía lo correcto, aún así, no estaba lista para ser el trofeo que algún noble se ganaría en el "Baile".

Una vez más, cuando la noche cubrió el atardecer, camino de regreso a su casa.

Apenas llegó, su madre la tomo entre sus brazos, mientras sollozaba.

–no tienes que hacer esto hija– le dijo la flaca mujer mientras la apretaba en sus brazos.

Sin el valor de verla y con un doloroso nudo en la garganta, salió de su abrazo y camino dentro de la pequeña casa.

Sus hermanas la miraban con pesar, su hermana pequeña corrió a ella, no sabían mucho solo sabían que su Noona se iría lejos y por mucho tiempo.

T/n la abrazo mientras la arrullaba en sus brazos, miro a su segunda hermana, quien se secaba las lágrimas con su desgastada blusa.
Por último intento sonreírle a la mayor de las tres, pero solo salió una mueca.

Después de la dolorosa despedida. Salió con su madre rumbo al pueblo —caminando en silencio— llevando una maleta con unas pocas pertenencias.

La noche cubría con su oscuridad el cuerpo de ambas mujeres, que caminaba por el sendero hacia el muelle.

La tristeza apenas le permitió poner atención cuando llegaron a la pequeña chosa, el trato se cerro rápido, que apenas fue consiente, de cuando se encontraba subiendo al barco que la llevaría a el gran reino de Seul.

Mientras el barco navegaba por un océano que se encontraba sorprendentemente tranquilo, ella no quitaba la vista del puerto, de su hermosa Busan —aquella que desde que su familia llegó a Corea había sido su hogar— rompió en llanto cuando, aquel hermoso paisaje se perdió en el orizonte, tal ves nunca volvería.

Y mientras ella lloraba, una madre regresaba a su casa, con un pequeño bolso —lleno de monedas, pegado a su pecho— y el alma partida, tras haber sido forzada a alegarse de una de sus muy amadas hijas, esperaba que nada le pasará a uno de sus más grandes tesoros.

–sera lo que el destino quiera– susurro la joven, mientras secaba sus abundantes lágrimas.

Y para un corazón tan noble como el de ella, el destino le tenía preparado muchas cosas buenas. Aunque el camino no sería fácil, estar con las personas indicadas puede mejorarlo todo.

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🌙 𝘌𝘭 𝘝𝘢𝘭𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘓𝘶𝘯𝘢𝘴 🌙.  [HSxTN YM NJ KV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora