Capitulo 1 "El Palacio de la Luna"

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Unos tres días después de haber salido de su casa, por fin había llegado a Seul. Apenas bajo del barco el bullicio del muelle le envolvió, era muy diferente a Busan, era más vivo.

Varios navíos aparcaban en el muelle, de dónde bajaban algunos chicos y chicas, en su barco solo había tres personas con ella.

Cada año de los cuarenta elegidos, se hiban lo que cumplían sus 19 años, por lo que se tenía que sustituirlos.

Los guardias los escoltaron a un pequeño patio, había solo unos 13 jóvenes, incluyendo la a ella.

El ambiente era tenso, haciéndole saber que ella no era la única nerviosa por estar ahí.

–¡Silencio!– grito un de los guardias, callando la bulla que se había formado entre los jóvenes.

Una mujer, con un ostentoso vestuario anaranjado brillante —compuesto de una blusa y un mallón, muy ajustado— se colocó frente a ellos, sobre un pequeño escalón, colocado en una orilla de la plaza.

T/n volteo, dándose cuenta de las múltiples miradas de varios pueblerinos, sobre el pequeño grupo de elegidos.

–Buenas tardes, mi nombre es Dana y soy la directora de la organización del "Baile de las lunas"– dijo con una sonrisa y empatía que claramente era fingida.

–Una vez estemos en el Palacio se les explicará todo. El baile comenzara dentro de dos semanas, les deseamos la mejor suerte.

Todo el mundo sabía lo que era el "Baile de las lunas", y muchas personas lo veían como una gran oportunidad, pues si eras escogido llegabas a formar parte de la nobleza o incluso, llegar a ser Rey o Reyna.

Para los donceles y doncellas —de rango inferior— sin duda era una manera de mejorar su vida.
Pero también llegaba a tener sus consecuencias, pues los nobles lo hacían más por el deber de cumplir la tradición, que en raras ocasiones llegaba a ver amor de por medio.

Cuando T/n volvió a centrar su atención en la mujer, está miraba su reloj —uno dorado, de apariencia muy lujosa— hasta que al parecer este marco un horario, pues su expresión cambio ligeramente.

–Bueno es momento de irnos– dijo, mientras bajaba del escalón –todos acomoden se, en los autos.

Los chicos se amontonaron, frente a los cuatro autos de lujo que llegaron a estacionarse frente a la plaza.

T/n espero, hasta que uno de los guardias la hizo subir al último coche, junto a otras dos personas, un chico y una chica.

–¿a dónde vamos?– pregunto el chico, con timidez clara.
T/n podría asegurar que esté era de su misma edad.

–¡Al palacio de las lunas!– exclamo la chica con emoción –es dónde se realizará el baile en el que participaremos– explico al ver el rostro confundido del chico.

T/n decidió ignorar la plática que comenzaron ambos jóvenes, perdiendo su vista por la ventana, mientras su mente bagaba en los recuerdos de su hogar. Estaba tan metida en sus pensamientos, que no se percató de la lágrima nostálgica, que resbaló por su mejilla.

‹‹🌘››

Su ojos se abrieron en grande, cuando una vez el auto paso la entrada de la inmensa muralla, observo a lo lejos la magnífica construcción, con amplios jardines, rodeada de un verde bosque; era de concretó blanco y de los muros colgaban enredaderas  —que hacían que se viera de fantasía— se veía impresionante.

'No puede ser tan malo ¿Verdad?' trato de darse consuelo y minimizar los nervios que se instalaron en ella, una ves el auto estaciono frente a la entrada del imponente palacio.

Con el corazón acelerado
—por los nervios— siguió a la misma mujer, que los recibió cuando llegaron al puerto.

Recorrieron varios pasillos, —llenos de puertas cerradas— subieron escaleras y cruzaron dos salones.

–Antes de entrar a la sala del descansó, se les explicará las reglas del lugar– hablo Dana, deteniéndose frente a una gran puerta doble de madera.

– ·Tienen prohibido salir de la ala esté, sin permiso de la organización– comenzó a explicar un hombre, mientras todos ponían atención.

– ·Están prohibidas las relaciones románticas, mientras formen parte del evento los próximos años.
·Todo Doncel o Doncella debe guardar su virginidad, hasta que se retiren.
·Deberan asistir a las clases de comportamiento y educación que se les impartirá.
·Cualquiera que lleve a desobedecer las reglas recibirá un castigó o una condena en el peor de lo casos.
·No pueden mantener contacto con nadie de fuera, mientras estén aquí.
Una vez habiendo explicado esto, se espera que cumplan con el reglamento. Durante esta semana antes del inicio del baile, tendran el suficiente tiempo para aprender y familiarizarse con el código.

–Bueno– tomo la palabra nuevamente Dana –una vez explicado esto, pueden pasar a la sala del descanso.

La puerta se abrió, dejando ver un hermoso salón blanco, iluminado por grandes ventanales —que dejaban una vista hermosa de los jardines— había en las dos esquinas de la puerta, escaleras en forma de caracol que llevaban al segundo nivel, varios asientos, dónde ya hacían varios chicos y chicas, sentados leyendo o solo conversando.

El corazón de T/n se aceleró, cuando sus ojos café oscuro, conectaron con aquellos marrones claros que tanto había extrañado, que al verla se perdieron en una línea, provocados por aquella dulce sonrisa.

‹‹🌘››

Horas antes. La puerta de su habitación fue tocada insistentemente, Jimin se vió en la necesidad de interrumpir su lectura, para abrir la puerta.

–¡Jimin!– grito su mejor amigo —apenas la puerta fue abierta— asustando al pelinegro.

–¿Que pasa Tae?– pregunto cuando logro recuperarse del susto.

–Los empleados dijieron que ya llegaron los barcos al puerto– pronunció con entusiasmo y su típica sonrisa cuadrada –¿Sabes lo que significa?.

Jimin soltó una pequeña risita, era sorprendente que después de dos años de haber participado, Taehyung aún no lo tomaba como una competencia.
Esa era una de las razones, por la que Jimin se había juntado con el y Jin-hyung, pues la mayoría, se veían entre ellos como rivales.

–¿significa que?... habrá nuevos donceles y doncellas– Tae asintió con entusiasmo.

Jimin nego, su amigo no tenía remedio, así era desde que lo conoció, hace dos años. Taehyung y Jimin tenían la misma edad y fue cuando ambos tenían 15 que llegaron.

–Deberías arreglarte, para bajar a verlos una vez lleguen– Jimin asintió, aún si no tenía ganas de bajar tendría que hacerlo.

–lo haré– dijo, mientras Tae salía de la alcoba.

–le avisaré a Jin-hyung, para que también se preparé.

Una vez Tae se fue, Jimin dejo que su vista se perdiera en la ventana, una sonrisa nostálgica apareció, extrañaba su hogar y sobre todo a cierta niña revoltosa.

Un deseo de que —este año— T/n llegará allí, se instalo en su corazón, pero a la vez, se decía que lo mejor era que —como el año anterior— ella no viniera, aunque participar en el baile era una gran oportunidad, el sufrimiento y tristeza de formar parte de esa prisión, era horrible.

Sus pensamientos y recuerdos lo hicieron perderse, asta que su asistente, Suran, llegó para arreglarlo y bajara a la sala.

Se reunió en el pasillo con sus amigos, el vestuario era el común; unos pantalones de vestir, con la típica camisa blanca o de color, las doncellas, vestidos cortos.

Cuando la puerta de la sala se abrió, Jimin no supo si alegrarse o entristecerse, pero aquella sonrisa —que le regalo a la chica— fue un modo de decir, te extrañe mucho.

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🌙 𝘌𝘭 𝘝𝘢𝘭𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘓𝘶𝘯𝘢𝘴 🌙.  [HSxTN YM NJ KV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora