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En mi corta vida, jamás había corrido tanto como en esta tarde

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En mi corta vida, jamás había corrido tanto como en esta tarde.

- ¿Te encuentras bien?- Me pregunto el pelinegro tratando de recuperar el aire

- ¡Yo debería preguntar eso!- Le reclamé mirándolo fijamente- Tienes moretones por todos lados...

El se tocó el rostro algo adolorida, pero luego se puso derecho y poso las manos su cintura riendo de forma escandalosa.

- ¡Lo logramos!- Hizo una pose como si tuviera músculos- ¡Nadie puede con el gran Sano Shinichiro!

Lo mire incrédulo, había recibido una paliza y ahora estaba riendo como desquiciado.

- Pero.. perdiste, además quedaste como un cobarde al huir de ellos- Dije con sinceridad, su aura se torno depresiva.

- Eh.. ¡Yo no huí!- Se defendió- Solo hice una retirada estratégica.

Se tocó el cuello con algo de vergüenza, que pandillero más raro.

- Oye Sano..

- Ah, puedes llamarme Shinichiro- Me sonrió, mis mejillas se sonrojaron por la pena.

- Shinichiro...- Me Incline levemente- Te agradezco el haberme salvado.

- ¡Oh, no es necesario! ¡Levanta la cabeza, por favor!- Escandalizó, moviendo su manos con rapidez- Creo.. que más bien nos salvamos mutuamente.

Su risa me tranquilizó, para tener esa apariencia "aterradora" es una persona muy amable.

Entonces lo noté.. No sabía dónde estaba y tenía que volver a la empresa del abuelo. No quiero que noten que no estoy.

- ¿Pasa algo?- Sano pareció notar mi preocupación.

- Tengo que volver de dónde vengo, pero... No sé dónde estoy- El pareció entender.

You're not alone [TokyoRev]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora