Tres... fueron tres balas las que impactaron de golpe contra mi pecho.
- ¡¡Kenya!!
Mis oídos silbaron fuertemente, el grito de Kazutora se escuchaba algo lejano. Podía sentir como la sangre comenzaba a brotar por mi boca.
No...Yo aun.. no puedo..
S...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los rayos de luz filtrándose por la cortina lo hicieron adentrarse a un más entre las sábanas. Luego de unos segundos logro sentarse, comenzando a estirar su cuerpo.
Shinichiro abrió los ojos con pesar. Sentía como si le hubieran dado con un tubo en la cabeza. El cuarto de daba vueltas y su mente estaba en blanco.
- Hasta que despiertas- Entro a la habitación con una caja de pastillas y un vaso de agua- Toma esto.
- Ah..Me siento pésimo- Cogió el medicamento para la cruda y lo tragó con ayuda del líquido.
- ¿Que hiciste anoche?- El contrario lo miraba fijamente con algo de molestia.
- ¿Anoche...?
De golpe su mente se sacudió, las imágenes de Kenya debajo de él y luego encima de él.
Sus besos.
Sus caricias.
Sus gemidos.
Se reprodujeron en un instante haciendo que perdiera el aliento.
Solo hasta entonces noto que estaba desnudo, pero no completamente pues aún concervaba sus boxers.
Wakasa se tapo los oídos, ante el extraño chiquillo que soltó el pelinegro. Mirando como esté se escondía de nuevo entre las sábanas, ahora en un bulto.
- M-me a-acost-te con el...- Su voz salió en un hilo de voz. Estaba tan avergonzado ahora mismo.
- Ajá ¿Recuerdas algo más?- Shinichiro lo miro confundido tratando de hacer memoria, al no tener una respuesta soltó un suspiro- Yo estuve cuidando que nadie los molestará, pero de un momento a otro Kenya salió de la habitación y se fue.
Más fragmentos se proyectaron.
La cara de pánico del menor mirando hacia un lado. Seguramente para no verlo.
Él golpeando fuertemente la pared bastante enojado.
Y por último Kenya colocándose la ropa con rapidez, mirando hacia él algo decepcionado.