Inicio

2.5K 161 64
                                    

—¡Hey SooBin! —escuchó la voz de su amigo.

Kim TaeHyung estaba en la puerta del minimarket.

—Hyung, buenas tardes —sonrió y dejó su celular de lado.

—¿Cómo estás? Iré a cambiarme, ¿Puedes ir a ver las cajas del almacén? Por favor.

—Claro.

Guardó su celular en el bolsillo trasero del pantalón y caminó hasta el almacén, comenzó a arreglar y mirar las cosas que tenían que pedir por si algo faltaba o no. Cuando estuvo la lista en mano, caminó hasta la caja y la puso en la mesa al mismo tiempo que TaeHyung llegaba con su uniforme puesto.

—Aquí está la lista, no falta mucho. Iré a rellenar los estantes, si me permites.

—Si quieres puedo hacerlo yo.

—No no, no hay problema, me debes una después.

TaeHyung rio y asintió, SooBin se puso los audífonos y caminó por los pasillos para ver que estantes rellenar. Cuando tuvo todo en mente, fue al deposito y sacó todo y comenzó a organizarlo.

Estaba escuchando música, los pasillos estaban vacíos, mayormente a esa hora había poca gente. Miró la hora de su celular para ver cuanto faltaba para que se vaya.

Escuchó la campanita de la puerta principal, suspiró y cambió de música. Miró por encima de los estantes y vio unas orejas de oso, le pareció extraño.

Regresó a la caja y se sentó para comenzar a contestar los mensajes que le enviaban sus amigos.

5:53 p.m.

Una sombra se posó encima y alzó la vista, un chico más bajo que él vestido de oso con un barbijo estaba con varias cosas en sus brazos.

Comenzó a pasar por la máquina todas las cosas que llevaba, pudo notar que el chico estaba jugando con sus dedos, aunque estos estaban tapados por guantes desgastados.

—Serían 50$.

El chico pareció buscar algo en sus bolsillos y luego lo guardó. SooBin nunca cambió su mirada, estaba intranquilo por querer irse.

—Solo llevaré el chicle, por favor.

—1$.

El chico le extendió el billete y guardó el chicle en su bolsillo para luego retirarse. Miró el reloj y marcaban las seis de la tarde.

TaeHyung llegó a su lado y se sonrieron, se fue a los vestidores para cambiarse el uniforme y tomar sus cosas para ir a casa.

Se despidió de TaeHyung y salió del minimarket para caminar por las solitarias calles. Como siempre se colocó sus audífonos y metió sus manos en el bolsillo de su pantalón.

Volteó para llegar a su destino cuando reconoció al chico de pijama de oso entrar a un callejón, lo ignoró por completo e ingresó a la casa.

—Hasta que al fin llegas —murmuraron.

—¿Te importa? —alzó una ceja.

—¿Cuándo es tu próximo pago?

—No lo sé.

—Contéstame bien, pequeña mierda.

El señor se paró y caminó hasta la puerta para chocar hombro con hombro con su hijo.

—Saldré, no vendré hasta mañana.

SooBin se hizo a un lado y el señor abrió la puerta.

—Agarre el dinero de tu alcancía.

Y salió. SooBin frunció el ceño y golpeó la puerta fuertemente. Caminó hasta su habitación, tirando su mochila a un lado y se sentó en su ventana, prendiendo un cigarro.

Volteó una vez más y miró como aquel chico oso salía del callejón, SooBin frunció el ceño y cerró la ventana.

"—¿Por qué llevas una pijama de oso?

Porque soy uno."

"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
el chico del pijama de oso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora