Veamos el lío que pueden causar siete personas en una casa.
Cada historia se narra normalmente por separado, pero van en la misma línea de tiempo (casi siempre) y mismo universo.
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Kihyun conocerá a su nuevo asistente encontrando a este...
Jooheon como siempre se encontraba mirando a Minhyuk como si la vida se le fuera en eso, mirando aquellos pómulos prominentes, que se tornaron carmesí al notar la mirada de su pareja. Min dejo de lado su cigarrillo apagandolo en el cenicero riendo tímidamente. —¿Qué me ves?— Preguntó el mayor bromeanfo con el chico, a lo que el menor alzó los hombros sin saber que decir botando el humo del cigarrillo en su mano derecha, ambos estaban impregnados a ese aroma, sabían que cuando Kihyun lo notara les caería más de un grito y un golpe a Minhyuk por llevar a Honey por el mal camino.
La mano de Min paso suavemente soble la de su amada pareja, debía admitir que ese cigarto en la mano agena le traía muchas vibras de bad boy, pero claro al momento de la verdad su chico era lo más tierno y dulce del mundo.
Jooheon por su parte solo podia ver a su novio con esa sonrisa radiante iluminada por la luz de la luna, de seguro Kihyun llegaría en unos minitos pero a ninguno le importaba, esos serian problemas para el Min y el Honey del futuro. Ambos rieron como si hubieran pensado lo mismo y en efecto así era, compartían hasta los pensamientos la mayor parte de las veces. Ignorando completamente el ruido proveniente de la habitación de Hyungwon y Wonho, ambos se besaron tiernamente, el menor movía sus labios con dulzura hacia su bello y radiante novio y por el contrario Minhyuk le quito el ciggaro apagandolo y se le abalanzó al chico como si de una presa se tratara, callendo ambos debido a que estaban en una silla de jardín más endeble que las piernas de Hyungwon después de que hiciera el amor con Hoseok. Comenzaron a reírse sin notar la presencia de Kihyun en la entrada del gardin con un na escoba en la mano dispuesto a entrarlos a escobazos.
—POR MILESIMA VEZ LEE MINHYUK DEJA DE LLEVAR A JOOHEON POR EL MAL CAMINO, NO VES QUE ESTA CHIQUITITO. NO QUIERO QUE TERMINE CON CÁNCER.— Con la escoba que tenia golpeo a Min en la cabeza, obviamente sin tanta fuerza por lo que las risas de la joven pareja aumentaron corriendo hasta su cuarto mientras Kiki tomaba el cenicero con los dps cigarros y los dejaba en la mesita de centro del salón, se iba a poner serio, pero sabía que esos dos no se habían ido a esconder simplemente, solo les dió su espacio, en serio todos lo iban a sacar de sus casillas. Estaban todos pepr que conejos en época de apareamiento, si Shownu intentaba algo así iba a tocarle el reto que guardaba para todos, él sólo queria una casa con amigos y divertida, pero no, tenia una casa que parecía motel.
Minhyuk y Joohoney entraron a la habitación despojandose de toda la ropa a excepción de sus bóxers. Ni siquiera sabian a dónde habia ido a parar su ropa, solo se deseaban eñ uno añ otro, querían ese bello y exitante roce de pieles, ambos calleron a la cama entre beaos y caricias tiernas pero lujuriosas, aquellas que querian tentar al otro para ver cual era el primero en caer, pero Jooheon era astuto y sabía que si encendía ese incienso que había en la mesita de noche temdria a un Min deseoso de todo. Fue solo cuestión de que ese olor a manzana inundara la habitación para que el mayor volviera a atacar a su presa, rozandoce contra su entrepierna soltando jadeos sin vergüenza alguna de nada, pues sabia que su pequeño novio no se quejaba de nada de lo que hiciera en esa cama.
El menor solo se dedicó a acariciar a su novio con ampr, pues sabía de au pasado, sabía que sus encuentros sexuales nunca tenían esa chispa que amaba Min, el amor, el cariño, el que se preocuparan por su placer. Minhyuk desesperado por conseguir más caricias que daba su pareja con amor solo se acurrucó y cerro sus ojos suspirando al notar los besitos y mimos que recibía en su cabellera. Hoy no tendrían sexo como tal, sólo habrían roces, esos que tanto disfrutaban ambos, pues no era necesario mostrar su amor dejando a Min casi en silla de ruedas. El menor se dedico a apretar esas blandas y redondas nalgas que tenía su pareja, que tan gustosamente anhelaba con domir ahí. El brillante chico miró a los ojos a su Honey derritiendose de amor al ver como lo miraba, esos ojos que demostraban un amor y cariño incondicional. Y sin darse cuenta con solo dos cigarros y una cama podían entregarse todo ese amor que ambos sentían. Y gracias a ese bendito incienso que relajaba y exitaba a Minmin. No necesitaban palabras, pues con su mirada y expresiones faciales se entendian como si estuvieran conectados por algo mágico.
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A ver bueno luego de unas lloraditas porque Shownu se nos fue al ejército y quedo pelón, pude inspirarme gracias a la actualización de Jooheon en su Instagram.
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