CAPÍTULO VI

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A veces ni me entendía. Quería estar solo, pero a la vez no. Se supone que es una necesidad humana sentirse acompañado de un amigo, no? Todos en el instituto tenían sus amistades y sus grupitos. Claro, nadie admitía al raro y retraído de la escuela. Hasta los que en algún tiempo fueron mis mejores amigos, dejaron de tratar conmigo.

Aún tenía la esperanza de que volvieran a escribirme. Aunque las 20 veces que me han dejado en visto sin responder los mensajes, hicieron que me rindiera. Ya era un estorbo para ellos. Una mosca en la comida de alguien. Fue cuando empezó la depresión. Tanto él como la soledad eran mis amigos incondicionales. Me llamarían loco, pero así lo siento.

Quieres una galleta? -pregunta Soul sacándome de mis pensamientos y de mi burbuja

Eh?... Sí claro -respondo tomando la galleta. Clásico. Galleta con chispas de chocolate

Las hice yo, espero te gusten -dice ella

No voy a decir que superan a las de mi hermana, pero, Dios! Sí que estaban deliciosas.

Mmmm, no están mal -me limité a responder

Ayer en la enfermería, la señorita me dió una pastilla de no sé qué y me dijo que fuera a casa con un justificado. Así disminuía el dolor. Soul me acompañó  hasta la salida. Le dije que podía irme en mi moto, que no se preocupara. Al llegar a casa, no les dije a mis padres que me habían golpeado, que tuve una caída en el baño, que no fue nada grave. A la mañana siguiente, Soul me estaba esperando justamente dónde estaciono la moto, preguntándome cómo me encontraba.

Me alegro que te gusten -dice ella con otra sonrisa que la destaca-. He oído que te encanta

Quien te lo dijo? -pregunto con la cara seria

Pues tu hermana -responde con su cara inocente-. Creo que te llama por un apodo, no?

Ni se te ocurra llamarme así, ok? -le sentencié.

Estábamos en la cafetería, en el mismo lugar de siempre. Yo estaba como a pocos centímetros de ella, pero ella se acercaba a mi lentamente, y yo me alejaba. De verdad aún no entendía por qué quería estar conmigo.

Jajaja por qué? Se oye tierno -repuso ella con una risa que le quedaba bien

No me gusta. No va acorde conmigo -le respondo. En ningún momento le sonreía. Que es sonreír? Que es estar feliz?

Bueno, no te llamaré así si no te gusta -responde y luego se levanta. Yo estaba viendo mis redes en mi celular-. Vamos -me invita

Me sorprendo

Eh? Adónde se supone que iré contigo? -le pregunto

No sé. A caminar por ahí -voltea y empieza a caminar de espaldas

Oye, entiendo que seas amigable con los demás. Pero apenas te conozco. No sé si me llevarás a un lugar lejos de la gente para decirme que eres una asesina serial y me mates ahí mismo -bromeo. Esperaba que eso la ofendiera y me dejara solo aquí

Ella solo se ríe. Y no era falsa. Se reía de verdad. Al parecer no le ofendió, como yo esperaba. Por alguna razón, me encantaba su risa. Su figura, su sonrisa, sus ojos, su cabello pelinegro suelto y su modo de reír, eran perfectos. Ella era perfecta.

Que haces, pedazo inservible de mierda? Ella es perfecta, tú no lo eres y nunca lo serás

Ese pensamiento otra vez golpeándome. Bajé mi mirada al suelo. Al pensar eso, me decaí. No quería que ella lo notara, aunque sí lo hizo.

Evan, estás bien? -pregunta preocupada

Sí -respondi. Traté de ahogar el sollozo-. Necesito ir al baño

No le dí chance de responder. Salí corriendo como gacela al baño y me encerré en el último cuarto. Sentía como si me devoraban por dentro. Entonces saqué el sollozo. No me sentía bien para nada.

No serás nada.

Lloré aún más. Supliqué que Junior me descubriera llorando y me golpeara de nuevo, y esta vez más fuerte. Quería estar inconsciente. No sentir nada.

Oí que alguien entró al baño. No era Junior, por lo menos. Saqué mi pañoleta y me sequé los ojos lo más que pude. Salí y me ví al espejo. Me veía rojo y con los ojos hinchados. De inmediato me lavé la cara para que no se notara tanto y salí de ahí. Menos mal ese chico no se molestó en verme.

Cuando salí, ahí estaba Soul sentada, esperándome.

Evan, que te pasó? Estás bien? -preguntó. De verdad se oía preocupada

Mi mente apenas podía recuperarse. No sabía que responder. Me sentía presionado. No quería llorar al frente de todos... De ella.

Estoy... bien... no fue... nada -digo tratando hablar bien

Evan, tranquilo -me dice con calma-. Respira poco a poco. Siéntate aquí y bebe un poco de agua

Traté de respirar poco a poco. Mi corazón latía rápido. Tomé la botella de agua y empecé a beberla poco a poco. Me iba calmando. Ya mi corazón no latía tan rápido.

Eso, respira profundo y luego exhala -me dice con tanta calma y cariño.

La odié en ese momento. No en el mal sentido. Sino que ella era la única persona que me calmaba de esa manera. Y eso que apenas la conozco!

Estoy bien -dije después de tomar tres sorbos de agua

Oye -me dice mirándome a los ojos y tomándome la mano-, Evan, mírame. No te voy a juzgar por lo que estás pasando. Puedes decirme lo que sea

No sé por qué, pero sentía una paz junto a ella. Aunque dudaba si confiar en ella o no.

Cómo sé que no me juzgarás como lo hacen los demás? -pregunto con el ceño fruncido- Todos me creen raro y retraído. Y es que lo soy. Soy una mierda -le confieso

Pues me niego a creer eso. Y si ellos te creen raro, a la mierda ellos. Y no eres retraído, Evan. Solo necesitas un empujoncito, eso es todo -dice ella.

Era diferente a los demás. Y creo que era las palabras que necesitaba. Creo que de ahora en adelante, no se separaría de mí. Ahora era mi... amiga no oficial.

Mi Perdición [TERMINADA ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora