Mi Perdición [TERMINADA ✔️]

CAPÍTULO XIII

Después de las clases, Soul y yo fuimos al ático.

Sentía una emoción y satisfacción dentro de mi. Era uno de los tres mejores. O sea, quién podría creer eso? Ni yo me lo creía. Después, las otras clases pude salir bien, aunque no como en Matemáticas. No me saqué un 10 en cada trabajo, pero al menos tenía calificación promedio. La señorita Kirby me felicitó en privado. Me dijo que siguiera así, que que saldría adelante y bla, bla, bla y esto y lo otro. Ya saben, lo típico cuando te felicitan.

Llegamos a la tienda. Soul pidió un permiso a mis padres para pasar tiempo conmigo, a lo que ellos accedieron. Yo quería decirle a mis padres que había aprobado. Le digo a Soul que suba mientras les decía. Me acerco a ellos.

Mamá y papá —les llamo y ellos vienen—, tengo que decirles algo muy importante.

Sí, claro Evan. Dinos —dice mi mamá. Papá solo está de brazos cruzados con cara seria viendo la hoja que tengo en la mano

Saqué un 9 en Matemáticas —les digo mientras les extiendo la hoja. Se quedaron atónitos los dos. Mi mamá fue la primera en reaccionar y me da un fuerte abrazo seguido de un beso en la mejilla.

Cariño, lo lograste —me dice entre lágrimas—. Estoy muy orgullosa de ti. Por primera vez acepto sus besos en público, aunque con límites.

Papá? —pregunto mirándolo. Lanza un suspiro.

Estoy orgulloso de ti, hijo —se acerca y me abraza.

No abrazo a mi papá desde que era niño. Cuando era ese feliz pequeñito admirador de su papá, ese niño que se sentía seguro en sus brazos y que ahora, acepta ese abrazo. Sentía un alivio y paz cuando lo abracé. Era sincero. No podía evitar llorar con él, me sentía muy distante de él. No quería separarme de él, pero recordé que Soul me está esperando en el ático.

Me separo y le dedico una sonrisa a mi papá. Nunca lo ví orgulloso de mi, ya que era como la causa perdida. Abro la puerta del ático y subo las escaleras. Cuando llego, veo a Soul sentada en el puff escuchando la música que suena desde su teléfono en el reproductor. No Air, había más o menos escuchado esa canción. O sea, me gustan las canciones de Chris Brown, pero esa no me había interesado escucharlo.

Cómoda? —le pregunto tomándola de sorpresa

Ay, perdón si te quité tu puff —se excusa levantándose

Tranquila, no hay problema. Quédate sentada —la devuelvo al puff, pero me jala con ella hacia él, quedando encima de ella

La caída no fue fuerte, pero terminamos riendo los dos al mismo tiempo. De repente, la risa se fue desapareciendo cuando Soul ve unas pequeñas cortadas en mi brazo. Veo que su rostro denota preocupación, así que me tapo las heridas viejas y me hago a un lado.

Desde cuándo te las haces? —dice tomándome de mi mano. Dudo por un segundo, pero tengo que hacerlo.

Tuve un accidente de auto cuando tenía 15 años —le cuento—. No sé lo que pasaba por mi cabeza, pero quería hacerlo. Yo sufría mucho por mi depresión, así que quité el freno de mano del auto, empezó a rodar solo y un auto me embistió —pauso y tomo una bocanada de aire. Soul me toma de la mano—. Sentí como mi corta vida pasaba por mis ojos mientras el auto se deslizaba en la carretera. El auto no se detuvo de cabeza, pero todo se volvió negro. Luego desperté en un hospital con heridas leves, y ahí estaba mi madre y mi hermana. Nunca les dije por qué lo hice, solo dije que "accidentalmente" moví la palanca, no supe qué hacer y el auto rodó.

Lamento que te haya pasado eso —dice con lágrimas en los ojos y sin soltarme la mano

Después de que me dieron de alta, fui a terapias para superar la trauma. Intentaron ayudarme, pero no me dejaba. Empecé a autolesionarme sin que se dieran cuenta —digo y empiezo a sacar lágrimas—. No sirvo para nada, Soul

Hey, hey —me tranquiliza y me seca las lágrimas con la manga de su camisa. Dios, qué aroma—, no digas eso. Sí sirves, cariño. Eres la persona más increíble que he conocido. Has peleado contra estos sentimientos, has superado una prueba que te hizo feliz y me conociste —luego me da un suave beso—. Me tienes y me tendrás para siempre —la beso de nuevo.

Falta dos horas para el atardecer —le recuerdo

Sí, lo sé, cariño —me dice

Pero no la veamos aquí. Vamos a otra parte, ahí se apreciará más —le digo, luego la levanto y nos retiramos del ático.

Salimos por la parte de atrás, ni mis padres se dieron cuenta. Enciendo la moto y procedimos a conducir. Ella se agarraba de mi pero sin cerrar los ojos. Apreciaba ver los lugares y verme por el retrovisor. Yo sonreía cada vez que me veía. Quería ir a un lugar donde se viera mejor el atardecer, así que salimos a Casper en dirección a Aberdeen. Salimos de la ciudad y seguí conduciendo hasta pararme a un lado de la carretera. Estaciono la moto y nos bajamos.

Pensé que íbamos al mirador —me dijo confundida

Hoy sí hay gente allá. Aquí es mejor —le digo y me siento a cerca de la carretera en el suelo—. Ven, siéntate.

Ella se sienta a mi lado, apoyando su cabeza sobre mi hombro.

Dime algo de tí —le digo

Cómo qué? —me pregunta

De lo que sea. Lo básico —le propuse

Pues nací en Nueva York, que es de dónde vengo —me vengo enterando—, en el hospital St. Benedict...

Okey, okey. No sé tantos detalles —le digo y ella se ríe

En realidad, el esposo de mi madre no es mi padre realmente. Es mi padrastro —confiesa—. El mío falleció cuando tenía 9 años —baja la cabeza

Lo lamento, Soul. No quería hacerte recordar eso —le digo

Tranquilo, ya pasé esa pérdida. Hay días tristes, pero luego recuerdo que él está en un lugar mejor —dice subiendo la cabeza.

Me quedo pensando y luego miro hacia adelante. —Ya está ocurriendo—. Le señalo hacia adelante y ella mira. Se veía mejor que en el ático.

Me quito la chaqueta y se la pongo a Soul, ella se recuesta en mi y yo la abrazo. Ahí estábamos: un chico depresivo y autodestructivo junto a una chica feliz, optimista y positiva. Dos chicos enamorados viendo el atardecer a un lado de la carretera. Aquello parecía como si fuera una película romántica.

Pero siempre algo pasa en esas películas. Siempre pasa algo.