CAPÍTULO VIII

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Nos tardamos un poco en salir de la ciudad. Paramos en una gasolinera y aproveché en comprar un paquete de galletas y uno de golosinas para Soul. Terminé de llenar el tanque de gasolina y procedimos a irnos.

Técnicamente el trayecto fue recto. Sin curvas ni nada de eso. Aunque estaba despejado el camino, había algo de tráfico. Mientras yo conducía a una velocidad de 100 kilómetros por hora, Soul se sujetaba muy fuerte de mi. Sentí como me apretaba las costillas y los nervios que sentía cada vez que esquivaba uno que otro bache. La ví por el retrovisor y ella tenía los ojos cerrados. Me dieron ganas de burlarme de ella.

Disminuyo la velocidad para entrar en una carretera fuera de la autopista. Aumenté la velocidad. Soul aún no abría los ojos. Veía que no los quería abrir, aunque solo gritó unas palabras.

Falta mucho? -preguntó en voz alta

Ya casi llegamos -le respondo también alzando la voz pero sin quitar de vista la vía.

Seguí conduciendo hasta que llegamos a un mirador, aunque en realidad era una casa. Mi razón de visitar Allendale los fines de semana. Por alguna razón no venía nadie esos dos días. Me estaciono y apago la moto.

Ya llegamos. Ya puedes abrir y soltarme -le avisé.

Cuando las abrió y me soltó, sentía como volvía a respirar con normalidad. Dios, esta chica tiene fuerza.

Dónde estamos? -pregunta sin bajarse todavía de la moto

Es un mirador. Ya verás. Ahora solo bájate de la moto, sí? -le digo

Se dice por favor -me corrige

Sí, sí, cómo sea -respondo. Bajo de la moto y empezamos a caminar.

Esto no parece un mirador común y corriente -dice ella

Es que no lo es -le respondo-. Es una casa.

Un momento -se detiene-, estamos invadiendo una propiedad privada?

Así que leíste el letrero -respondi ironizando-. Bien por ti, al menos sabes leer.

No podemos entrar, Evan -me dice

Pues yo vengo todos los fines de semana -respondo volteando hacia ella-. Si no quieres venir, ahí está la carretera, aunque si no hubieras cerrado los ojos, te sabrías el camino de regreso -volteo y sigo caminando

Evan -grita mi nombre-, espera -corre hacia mi

Yo camino rápido, así que ella trataba de seguirme el paso. Estaba soleado y despejado, por lo menos habría mejor vista. Me detengo en una cerca de madera que limita con un barranco. Oigo que Soul deja de correr y empieza a caminar. Volteé para ver su rostro mirando el paisaje.

Es hermoso -dice ella-. Te gusta venir aquí por la vista?

Y también para estar solo -respondo volteando hacia el paisaje-. Siento paz aquí. Me alejo del mundo que me presiona. Y si me siento mal o frustrado, saco todo ese sentimiento gritando al vacío, sabiendo que alguien puede escucharlo, más no para venir por él -bajo la mirada. Ella voltea a verme.

Estás bien? -me pregunta

Estoy bien, Soul -respondo

Puedes contarme lo que sea -dice

No quiero abrumarte con mis problemas -le digo mirándola

No me abrumas. Aún no sé por lo que pasas. Pero créeme que te escucharé -me dice tomando mi mano. En ese instante, sentí esa paz de nuevo. Esa que únicamente da ella.

Tengo... -hago una pausa para tratar de soltar lo que voy a decir- depresión crónica y ansiedad. Aparte tengo un trastorno por déficit de atención. Me cuesta prestar atención o entenderlo. Ya sabes que falto a Matemáticas, Química y Física? Bueno, no las entiendo. Trato, hago mi esfuerzo. Pero siempre me sale mal. Cuando me siento mal, me aíslo -ahogo un sollozo. Ella solo está mirándome, prestándome atención. Luego mira mis nudillos con las heridas cicatrizándose.

Y esas herida? -pregunta

Esa es otra historia que prefiero no contar -respondo

Te lastimas? -siguió preguntando, a lo que yo asiento- Y cómo te sientes ahora.

Dos cosas: me siento una mierda. Y la otra, me siento en paz. Este lugar me lo da -respondo mientras saco mi celular. Iba a poner mi canción favorita. Welcome to My Life, seguida de Perfect  y I'm Just a Kid.

Cuando termina esas canciones, veo que del rostro de Soul sale una lágrima.

Estás llorando por la canción? -le pregunto

Esas canciones explican mejor cómo te sientes, Evan -responde limpiándose la lágrima-. Lloro porque me siento mal por lo que estás pasando. Y no te puedo decir que te entiendo, porque no he pasado por lo que tú. Pero te diré lo mismo que te dije ayer. Nunca, y digo nunca, te voy a dejar solo. No mereces estar solo. Y aunque trates de alejarte, créeme que no me dejaré alejarme.

Ahí entendí algo.

No vas a convencerme de que lo acepte -le respondo

Evan -dice sin quitar su mirada y su mano en mi-, déjame ayudarte.

No quiero -replico-. Si lo hago, serás mi perdición. Eres mi perdición.

De que te puedas recuperar y cambiar tu situación? De dejar de aislarte y lastimarte para así calmar tu dolor y ansiedad? No. Si así lo crees, igual no te dejaré -dijo.

Acto seguido me dió un abrazo. No estoy acostumbrado a los abrazos, ni a darlos. Pero ese en específico, era un abrazo único en el mundo. Mi barbilla tocaba su suave cabello, tenía un aroma que la identificaba. Olía a avena y flores. Rara combinación, pero era agradable. Se separa de mi y nos quedamos viendo el uno al otro.

Ven a mi casa -lanza ella-. Y no, no es para otra cosa rara. Solo quiero que vengas.

Dios mío. Esa chica me invitó a su casa. De verdad, ella era rara. Me sentí bien al expresar mis sentimiento que llevo padeciendo desde hace un tiempo, pero esto ya es otro nivel.

Ehmmm, no lo sé -dudo-. Cómo sé que no me asesinarás allá? -ella se ríe

Jajaja no lo haré, tontito. Solo acepta, sí? -insiste y pone una carita triste

Suspiro y luego asiento.

Gracias, gracias, gracias por aceptar señor Evan Connor Brady -responde ella. Decidí seguirle el juego.

De nada, de nada, de nada señorita Soul...? -pregunté esperando que me dijera su apellido, ya que no prestan atención a los demás nombres en clase

Soul Destiny Harmon -responde

Lindo nombre -me limito a responder

Ella suelta una risa, y yo me limito a una media sonrisa. Luego de apreciar el paisaje, procedimos a retirarnos. Próximo destino, la casa de Soul.

Mi Perdición [TERMINADA ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora