Capítulo 20.

2.3K 141 35
                                    

Lunes 7:00 AM.

Me ha costado un poco conciliar el sueño por las noches gracias a la diferencia horaria. Obviamente estoy acostumbrada a la hora de México. Cuando acá son las diez de la noche, en México son las tres de la tarde.

Apago la alarma de mi celular y me dispongo a buscar la ropa adecuada para mi primer día de universidad, el cual será presencial. Es extraño, ya que hace más de un año dejé de asistir por la pandemia, y ahora regresaré a estudiar de manera presencial pero no en la universidad donde comencé. Ni siquiera es mi país.

Eligo un pantalón azul de mezclilla, una blusa manga larga de lana con franjas cafés y blancas y unos tenis blancos. Me baño, me cambio y peino mi cabello en una coleta.

Salgo del cuarto y Chris ya está listo, se encuentra en la cocina comiendo un cereal. Me acerco al refrigerador y tomo una manzana.

-Hey hey -llama Chris- ¿Ese es tu desayuno?

-Sí.

-No mam*s Liliana, desayuna algo bien, como chingad*s vas a comer solo una manzana.

-Wey la voy a partir, le pondré yogurt y granola.

Chris me ve aún no muy convencido pero termina diciendo un "bueno".

Desayunamos, lavo mi boca y tomo mi mochila.

Diego dijo que pasaría por nosotros, ya que él debe ir a su entretenimiento y la universidad le queda de paso.

Bajamos las escaleras del edificio y en la calle está el carro de Diego, con él recargado. Luce guapísimo como siempre. Llego a él y lo abrazo para luego darle un beso corto en los labios. Chris entra al carro en el asiento de atrás y Diego abre la puerta de copiloto por mí. Entro al carro y mi novio lo rodea para acomodarse en el asiento del piloto.

Nos ponemos en marcha y los nervios se hacen presente.

-¿Están emocionados? -cuestiona Diego.

-Sí -respondemos al unisono.

-Con mucho cuidado, Lili. No te quites el cubre boca por nada del mundo.

-Ya sé.

-¿Qué desayunaste?

-Manzana con yogurt y granola -responde Chris por mi. Me giro en mi lugar para darle una mirada asesina-. No me veas así, es por tu bien.

-No es mal desayuno, pero también depende cuánto se haya servido.

-Era una manzana pequeña.

-Liliana no abuses -Diego me mira fugazmente.

-Ay ya, comeré más, tranquilos -digo-. Ya era tarde para hacerme algo más elaborado.

-Tendré que asegurarme que comas bien -Diego ve rápido por el retrovisor a Chris-. Por favor también asegúrate que coma bien.

-Por supuesto que lo haré.

-No fuera pizza o tacos porque ahí si ni lo piensas.

-Diego, nadie se resiste a unos tacos. No confundas las cosas.

-Te gusta lo menos saludable, amor, y uno solo quiere cuidarte. Luego si no comes bien y te enfermas cómo vas a tener defensas.

Me río levemente. Diego me recuerda a mi papá. Ya le está entrando el espíritu de señor.

-Pareces a mi papá -comento.

-Él me entrenó -dice orgullosamente sonriente.

-Con razón se llevan tan bien.

Me hiciste brillar || Diego LainezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora