Extra: Para siempre.

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20 de diciembre del 2027.

Ha pasado algunos años desde aquellos juegos olímpicos en los que mi vida cambió. Esos juegos olímpicos en los que yo era una colada, y aún así me reí y me divertí muchísimo. Aún recuerdo la sensación que me causaba ver a los chicos ganar y tengo tan presente el sentimiento que llenó mi corazón al verlos sobre el podio, recibiendo su medalla.

Me gustaría decir que Diego y yo seguimos tan felices como siempre, que nuestro matrimonio está lleno de amor. Pero la verdad es que él y yo nos separamos.

¿Se la creyeron? ¡Obviamente Diego y yo seguimos juntos! Somos una familia inmensamente feliz y llena de amor. Y, estamos en la espera de nuestro segundo bebé, pero Diego aún no lo sabe.

—Mira amor, ¿Crees que esto le gustará a Edson?

Observo el reloj Fossil azul. El extensible es de piel color azul con carátula del mismo color. Los números están en romanos, combinando con la esfera de acero inoxidable.

—Es bonito. Le gustará.

Diego me dedica una sonrisa y se adentra al local para comprar el reloj.

Estamos en el centro comercial, buscando regalos para navidad. Decidimos hacer intercambio, y a Diego le ha tocado Edson. A mí me ha tocado mi esposo, pero le he mentido, diciéndole que me ha tocado Sebastián.

Conozco demasiado bien a Diego, y podría buscar un regalo que podría gustarle, pero en navidad salen a relucir los más puros sentimientos, y sé, que no importa que le compre el regalo más caro del mundo, le hará más feliz, el saber que será padre por segunda vez.

Diego sale del local con la gran sonrisa que lo caracteriza.

—¿Qué vas a comprarle a Sebas? —cuestiona— Hay que apurarnos, le prometí a Abby que veríamos Tierra de Osos.

Río ante la ternura que me causa el que sea un excelente padre.

—Ya le he comprado su regalo.

—¿Qué le compraste?

—Será sorpresa. No me fío de ti, eres bien chismoso.

Hace cara de ofendido y yo vuelvo a reír, para luego acercarme a él y dejar un beso en su mejilla.

—Vámonos.

•••

24 de diciembre.

—Valentina, te toca —anuncia Ricardo Angulo junto a su esposa.

—Bueno, a mí me ha tocado Uriel —habla mi amiga y se pone de pie al igual que Antuna. Ambos se dan un abrazo y finalmente Valentina tiende la pequeña caja hacia él.

—¿Qué cosa es? —curiosea Alexis.

Paula le hace un gesto de que no sea chismoso.

Todos reímos.

Uriel abre la caja, dejando a la vista un collar para hombre, de plata con un pequeño dije en forma de corazón y en medio grabadas las iniciales B&R. Son las iniciales de sus hijos.

—Ay muchas gracias Vale, está muy bonito.

Nuevamente vuelven a abrazarse y Sebastián le da palmaditas en la pierna a Uriel.

—Ya ya, deja a mi mujer —dice en broma.

—No seas celoso, pecastian —le dice Edson entre pequeñas risas—. Mi hermana tiene tan malos gustos que lleva casi toda su vida amándote.

Me hiciste brillar || Diego LainezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora