NICHOLAS
Durante toda la semana había estado ocupado con la empresa, mi padre me enviaba toneladas de papeleo a mi despacho y yo me las llevaba a casa para poder estar con Ana. Recuerdo que cuando llegue a casa el domingo a la madrugada, Ana estaba comiendo helado en la sala de estar. Pase el rato con ella y le había contado de Amelie, que era la primera mujer con quien no terminaba todo mal. Habíamos tenido mucha química en la cama y era una mujer esplendida, recuerdo que cuando comenzamos a hacer chistes sobre lo que le dije mientras teníamos sexo, me había prendido con tan solo imaginármela. Nunca había sido tan llevadero estar con una mujer de una sola noche.
No me permití pensar mas en Amelie ya que no la volvería a ver, podría haber sido una gran compañía, pero no estaba dispuesto a llevar el drama a algo tan simple como una buena compañía, sin embargo, imágenes de ella me asaltaban y sus gemidos me carcomían la cabeza. Nunca había sentido tanto placer al escuchar mi nombre siendo gemido mientras una mujer entraba en un orgasmo
Era viernes y me encontraba en mi coche yendo a la Editorial Diunton para una reunion, mi padre dijo que no podia presentarse y que debía ir yo. Mis ganas eran nulas pero debía presentarme si queríamos comprar las acciones de la editorial y así, convertirnos en socios.
Llegue a el edificio y me anuncie, no tenia ni puta idea con quien me reunía pero con haber estudiado los balances me alcanzaba. Subi por el elevador y cuando las puertas se abrieron una rubia esbelta me recibio.
-Señor Anderson-dijo profesional pero con un destello en sus ojos.
Tal vez esto no estaría tan mal después de todo, era una simple secretaria. Podría acostarme con ella.
-La señorita White esta terminando unos asuntos y luego se
Puse mala cara pero la seguí igual. No me gustaba que me hagan esperar, esta reunion ya se habia cancelado una vez, y ahora debía esperar
Me senté en un sofá individual, cruce mis piernas poniendo un tobillo sobre mi rodilla y saque mi teléfono celular de mi saco para revisar correos. Abrí la aplicación y me encontré con uno de Christian, mi director tecnico, este me recordaba que en tres semanas debía partir a Italia para ir a la sucursal de Scuderia Ferrari y comenzar a realizar las pruebas del auto.
Estaba absorto en mi celular cuando por el rabillo de mi ojo vi salir a la mujer del despacho, me había invadido el olor a vainilla característico de Amelie, pero pensé que estaba todo en mi cabeza. Me levante de mi asiento y me dispuse guardar mi teléfono celular en mi saco con la vista en este.
-¿Qué haces aquí?-espeto.
¿Como le hablas a un futuro socio de esa manera? Comence a levantar la vista para poner a la mujer en su lugar pero cuando nuestra mirada conectó me quede en blanco. Amelie era la mujer.
Me indico con un gesto cabreado que ingrese a su despacho y cerro la puerta tras ella.-Bueno, soy el hijo de Walter-obvie mi apellido, todo el mundo me conocía. Ella no era la excepción y menos cuando me encontró en el bar
-¿Y como se suponía que ibas a ser el hijo del empresario que quiere ser socio de la empresa donde trabajo?-pregunto seria mientras se sentaba con la espalda recta.
-Cuándo te dijeron que vendría yo en vez de mi padre ¿Pensaste en otro Nicholas Anderson?-pregunte sin comprender.
-¡No! ¿Cómo se suponía que tenia que conocerte si ni siquiera sabia tu nombre cuando te vi?-dijo lanzándome dagas por los ojos.
Me dispuse a sentarme en mi silla¿No me conocía? Vaya, o miente muy bien o nose. Esto era muy raro
-¿Estas diciendo que no me conocías cuando me acerque en el bar?-pregunte mientras apoyaba mis ante brazos en la silla y me incline hacia adelante.
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SERENDIPIA [completa]
Teen FictionSerendipia 1.f. Hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual. Amelie sufrió durante su adolescencia y Nicholas durante su niñez, ninguno esta dispuesto a ceder en el amor pero si a jugar. Sus corazones tienen candados ¿Podrán super...