SERENDIPIA [completa]

CAPITULO 17

NICHOLAS

Las chicas salieron disparadas hacia la casa y en cuanto dieron dos pasos dentro de ella, las cogí con mis brazos, las levante del suelo y comencé a dar vueltas. Las dos reina y era música para mis oídos.

-¡Las atrape princesas!-dije riéndome

Escuche el ruido me voltee con ellas para ver de dónde provenía. Carla se encontraba en el umbral de la cocina con el móvil en alto y una sonrisa en su semblante

-Sigan sigan, se veían muy felices-dijo moviendo su mano para incentivarnos. Las chicas rieron y las baje para que pudieran moverse, y a mí ya me estaban pesando.

-¡Ay Carlita! ¿Qué habrás hecho con ese móvil?-le dije negando con la cabeza y riendo

-¡Ey! no te burles jovencito, escuche sus risas fuera y cuando los vi no dude en grabarlos. Estaban muy tiernos- dijo defendiéndose

-Muéstranos, a ver-me acerque para ver el móvil pero Carla lo presiono contra su pecho

-Te lo mando a tu móvil, así no corro riesgo de que me lo borres-dijo levantando su mentón

-Dale, pero mándamelo antes de irte a dormir-le dije dandole un abrazo

-¿Y quién es la jovencita que tuvo la desgracia de caer en tus redes?

me acerque a Amelie que hablaba con mi hermana animadamente y la pose una mano sobre la cintura para acercarla

-Carla, ella es Amelie, una amiga-la señale a Li-Amelie, ella es Carla, la ama de llaves de esta casa pero es familia.

Amelie le sonrió dulcemente y le tenido la mano.

-Un gusto- Carla le acepto la mano y la reviso de pies a cabeza. Luego la miro con añoranza

-El gusto el mío querida ¿Quieren comer un poco de donas que traje hace un rato?-dijo señalando hacia atrás donde estaba la cocina.

-¡¿Dijiste donas?!-pregunto emocionada mi hermana, agarro del brazo a Amelie y la arrastro- ¡ven Amelie! estas son las mejores donas que existen

Amelie rio y se dejo arrastrar hacia la cocina mientras miraba para atrás en mi busca, la seguí por detrás y le señale la butaca al lado de la mía sobre la barra para que se sentase. Comimos las donas y hablamos sobre la preparatoria de Ana, quien le contó a Amelie que era todo un cerebrito.

Luego de comer fuimos los tres hasta la sala de estar, nos sentamos en el sofá. Amelie se acurruco sobre mí y Anastasia recosté su cabeza sobre mi regazo, por mi parte, pase un brazo sobre la primera y acaricie la espalda de la segunda. Mi hermana eligió Rápidos y Furiosos en la televisión y comenzamos a verla, a mitad de la película las dos habían caído rendidas.

Amelie desde ayer había revuelto sus sentimientos y Anastasia había tenido un día interminable en la preparatoria. Me moví para quitar la cabeza de mi hermana de mi regazo para así poder llevar a Amelie a mi dormitorio, mi movimiento la levanto y tardo en reconocer donde se encontraba.

-¿Que hora es?-pregunto fregándose los ojos. Tenia un aspecto muy tierno

-Las ocho y media-le dije

-Debería irme-dijo mientras se disponía a levantarse

-Puedes quedarte a dormir si quieres-le propuse-no tenemos porque hacer nada, solo dormir

Amelie sonrió con ternura.

-Lo sé, pero debería irme a casa. Mañana tengo trabajo que hacer, hoy falte y la semana que viene empiezo en mi nuevo puesto. Hasta entonces no puedo relajarme-dijo a modo de explicación.