CAPITULO 24

2.5K 134 4
                                    

AMELIE

El lunes al mediodía ya tenia un guardaespaldas conmigo, capaz estaba precipitándome pero me hacia sentir más segura. Iba a todos lados conmigo y era amable, se llamaba Dan, había participado en las Fuerzas Armadas y cuando decidió retirarse comenzó a tener trabajos privados, no quería vivir mas la acción que un militar llevaba consigo pero le gustaba estar en el campo, en este caso, mi vida.

Era sábado por la tarde, me encontraba en la casa de mi hermana y hablábamos trivialidades sobre el bebe, la vida de doctora y mi nuevo puesto.

-¿Compraras las acciones al final?-preguntó dándome una taza de café y sentándose en el sofá.

-Si. Ya envié los papeles y fueron aprobados, solo debo firmar y serán mías-dije sorbiendo mi taza

-¿Tú qué harás cuando nazca Isabella?-pregunté

-No lo se, terminare la licencia y luego nos arreglaremos con Ander para resolver el tema de los niños. Henry ya va al instituto, no me preocupa mucho, pero no sé que haré con Isabella...-dijo masajeandose la panza.

Ese movimiento me recordó a cuando yo estaba embarazada, con seis meses mi panza estaba un poco abultada pero sorprendentemente no se notaba si no te fijabas. Mi doctor me había dicho que cada embarazo era diferente por lo que no me tenia que preocupar por ver panzas mas grandes que la mía. Usaba remeras holgadas y solo cuando estaba en la habitación me la masajeaba, nadie excepto Leah sabia.

-¿Crees que se parecerá a Angeles?-pregunte observando su panza y sosteniendo mi taza de café con las dos manos

-No lo se... ¿a ti te gustaría?-pregunto cautelosa. Todavía le sorprendía lo desenvuelta que me había vuelto con el tema, aunque no significara que no doliera menos.

-No lo se, me gustaría volver a ver un pedacito de ella en alguien, pero Angeles era especial...-la mire a los ojos-siempre que veo los ojos de papa me acuerdo de ella, tenia un azul tan intenso que hipnotizaba.

Mi hermana me tomó de la mano y me sonrió con anhelo.

-Estoy muy orgullosa de la persona en la que te convertiste, pasaste por tantas cosas y todavía seguís de pie... te costo unos días mas que otros pero aquí estas.

-Le sonrei y nos quedamos en silencio durante unos segundos.

-¿No crees que puedas volver con Nicholas?-preguntó mi hermana

-No lo creo, ahora que lo mencionas, se marcha mañana...-dije recordando. Mi hermana abrió los ojos sorprendida

-¿No pensaste en el en toda la semana?-preguntó

-Si.. aunque con el trabajo me distraje. De hecho, su hermana me llamó el miércoles

-¿Y que te dijo?

-Me llamó para despedirse ya que no pudo hacerlo, y le dije que podía seguir llamándome para lo que necesite, que siempre estaría para resolver sus dudas; aunque debía tener el permiso de Nicholas

-Creaste un vínculo con la niña ¿no?-pregunto con una sonrisa

-Eso creo... Es una niña muy dulce y madura para su edad, se va a la universidad en cuatro años

Mi hermana casi se atraganta con su café y comenzó a toser, yo le palmee la espalda sin entender y cuando se recompuso habló

-¿No tenia trece años esa niña?-pregunto y asentí

-Pero lleva tres cursos adelantados, es una genio en cuestión. Imagino que debe ser muy duro para ella estar rodeada de tanta gente con la que no comparte siquiera el desarrollo de su cuerpo.

SERENDIPIA [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora