Capítulo 6 "Mi realidad"

24 10 4
                                    


Cuatro años más tarde, en el presente...

Laura

Suena la alarma, Antonio Orozco diciéndome que está hecho de pedacitos de mi. Nuevo día, faltaba un curso completo para la universidad y el resto de este. Tener dieciséis años en Cuba para una estudiante de Pre significa: tareas, exámenes, responsabilidad, estudio y futuro. Siempre tenemos tiempo para alguna que otra fiesta, pero la escuela es lo primero.

–Desayuna rápido que vas a llegar tarde como ayer–me dijo mi mamá con mala cara.

Era jueves y mañana salíamos de semana de receso escolar por fin de año. Sentía alivio porque la primera etapa de este curso cerraba. Tocaba celebrar por lo alto.

–Y qué? Todos los días llego tarde–respondí a mi mamá, nunca llegaba temprano a los lugares. Eso  no me hacía sentir orgullosa.

–No hables de esa forma, o la semana que viene no sales de la casa–No respondí a eso, de lo contrario estaría muerta.

Tomar un baño en las mañanas me encantaba. Aquí hace mucho calor en cualquier etapa del año ¡Gracias aborígenes por el baño diario! Costumbre del cubano bañarse dos y tres veces al día. Uniforme azul bien planchado y puesto. Quiero decirte que odio el azul, me gusta el negro, el gris y el rosa. Pelo suelto para la escuela, ahora muy lacio, decidí cambiarlo desde que... No recuerdo cuando fue exactamente. Mochila en mano y a correr.

–Vamos a llegar tarde y si no nos dejan entrar hoy, no aprobamos el curso–Jenni me tomó por el brazo y me arrastró como loca.

–Yo me propongo 100 puntos, lo que toca a primero es Mate–le respondí. Ella no era nada buena con los números.

– Qué graciosa!–la escuela no quedaba lejos, en diez minutos llegamos.

–Mi amor!–mi novio me saludó con un pequeño beso y una rosa en la mano. Era todo un romántico.

Descubrí en Fer más que un amigo. Cuando cumplí quince años me pidió ser su novia y hasta el día de hoy nunca me había fallado o traicionado. Cambió mucho, no era el adolescente intenso que conocí.

Estaba más que alto y hacía ejercicios por lo que su cuerpo estaba bien. Todos los días me visitaba, veíamos pelis en mi cuarto, hacíamos tareas o estudiábamos juntos para los exámenes.

Los últimos tres meses de relación los habíamos pasado discutiendo por un pequeño tema, aún no había perdido mi virginidad. Todos los días él preguntaba lo mismo: Por qué no quieres hacerlo conmigo? No te gusto? Me quieres? Éramos novios por una semana y en la otra terminábamos.

Yo no me sentía segura con él, pero no podía decirle y ya. Era mi novio, había sido fiel, respetuoso conmigo y con mi padres. No era tan fácil para mi después de todo. Algún día tendría que pasar, por ahora no.

Al final del día siempre pensaba en lo mismo. Cómo sería mi vida si todos los que conocí en la secundaria siguieran a mi lado. Las personas crecen y cada uno toma su camino. En mi clase solo quedaban Ania, Jenni, Eliza, Lia y Oliver. Nuestra amistad no había cambiado nada.

Extrañaba mucho bailar con las chicas y yo ya casi no cantaba. El resto de nuestros amigos decidieron empezar en otras escuelas. Nos reuníamos en los cumpleaños y compartíamos, pero no se sentía igual que antes.

Cuando Roger se mudó sufrí depresión un tiempo, pensé que no había vida después de él. Jamás volvió, era su padre quien lo visitaba, eso fue lo que me contó Lia. Salí de ese hueco gracias a mis amigos y luego Fernando se convirtió en mi novio. Era feliz y no necesitaba nada más. Mis únicas preocupaciones eran entrar a la universidad y estudiar medicina.

Terminó la escuela. Llegué a mi casa, solté mi mochila y me cambié de ropa. Abrí el clóset, tenía que llevar la ropa correcta, escoger un traje de baño era de vital importancia. Faltaba un día pero todo tenía que estar perfecto. El  mar siempre ha sido mi lugar favorito. Pasaríamos el fin de semana en un campismo, estaba muy emocionada.

Jenni tenía novio ahora, era el hermano de Oliver, unos tres años mayor que ella. Ania tenía una relación también, con Julián, el baile los unió en la secundaria y los había vuelto inseparables. Lia permanecía soltera. Eliza también tenía pareja, no nos acompañarían en este viaje, pues saldría con su familia.

Me decidí por un traje de baño negro de dos piezas, Fernan no era celoso, no tenía problemas con mi forma de vestir. Así que mostraba bastante con el modelito puesto, la parte de abajo dejaba casi todo al descubierto. No podían faltar algunos vestidos de verano. Podía usarlos cómodamente en las tardes. Un abrigo para la noche no estaba de más, tome dos mini-shorts también. Casi lo tenía todo y no había llegado el día.

Frenando entró de pronto a mi cuarto. Me besó y me lanzó sobre la cama con una sonrisa.

–A qué se debe tanta alegría?–le pregunté. Nunca andaba tan cariñoso.

–Estaba pensando–dijo y acarició mi vientre subiendo con cuidado la blusa que llevaba puesta–hoy tú y yo podemos tener una noche diferente.

–Otra vez con el tema? y dale Juana con la palangana–usamos mucho esa frase cuando se trata de alguna insistencia.

–Cuándo será entonces? Llevamos más de un año juntos y–le di un beso corto y me levanté.

–Te prometo que lo haré, pero necesito un poco más de tiempo Fernan.

–Voy a confiar en ti, esta es la última vez–siempre decía lo mismo.

Olvidamos lo ocurrido, hicimos las tareas que nos dejaron en la escuela y hablamos un rato sobre el viaje. Éramos un excelente equipo de estudio. Yo le ayudaba con Mates y él a mi con Historia. Se despidió después de un rato y cerré mis ojos para intentar dormir. Mañana teníamos un seminario pero dominaba muy bien el contenido. Mi problema era otro: ¿ Llevo el spray para insectos al campismo ?

Nota de la autora: Bueno, qué les pareció??? Creo que Lau tiene problemas de confianza con su pareja de más de un año.
Ya mis personajes crecieron! Ahora es que esto se empieza a poner bueno!
Si te gustó regálame una ☆ de corazón...
Comenta si tienes alguna duda...
¡Hasta mañana Amores!

Eres el amor de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora