Capítulo 5: Los liberadores de Shells Town

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-Law, Raion, vosotros entraréis por abajo... Nojiko y yo por arriba-explicó Kelsier-Seamos rápidos, pero debemos hacerlo bien, ¿entendido?

Todos asintieron y Law preparó un Room que cubrió toda la base, permitiéndole mandar a Nojiko y Kelsier a lo más alto de las torres de la base. El resto se lo dejaría a sus dos oficiales.

Nojiko y Kelsier se acercaron a la puerta y pusieron el oído para ver si venía alguien o había alguien conversando al otro lado.

Por suerte, no había nadie, así que Kelsier agarró el pomo de la puerta con firmeza, sintiendo que la puerta estaba cerrada con llave. Con poca dificultad, Kelsier reventó el pomo con pura fuerza bruta y la puerta se abrió lentamente.

Los dos comenzaron a avanzar con cuidado, asegurándose de hacer el menor ruido posible, escondiéndose en distintas habitaciones, hasta que Kelsier comprendió que había demasiados marines en la base e iba a tener que pasar al plan B.

En el pasillo de la habitación en la que se encontraban iban andando dos jóvenes marines, que pasaron frente a una puerta que, de pronto, se abrió y dos manos salieron de ella para tirarlos al interior de la habitación.

Al segundo reconocieron a una de las dos personas que se encontraban ahí como Monkey D. Kelsier, un pirata novato que había aparecido recientemente en aquellos mares.

En cuestión de segundos les habían arrebatado toda la ropa para dejarles en ropa interior. Él y su compañero, atacados con cuerdas y amordazados a conciencia, fueron llevados entre unas cajas que había en el cuarto y, cuando pensaban que ya no iban a tener más problemas, Kelsier los noqueó de un puñetazo en el rostro.

-Vale, hora de cambiarnos-dijo Keslier mientras se comenzaba a desnudar.

-¡¿Qué haces?!-exclamó Nojiko muy sonrojada dándose la vuelta.

-Ponerme la ropa de los marines y tú deberías hacer lo mismo... Me daré la vuelta-añadió una vez se hubo terminado de vestir con el uniforme de marine-Pero date prisa.

-No... no hace falta que te des la vuelta-murmuró Nojiko muy sonrojada mientras se levantaba la camiseta, mostrando su sujetador de encaje-Me ha impactado y ya.

Ahora fue el turno de Kelsier de sonrojarse, al no poder quitarle el ojo de encima al increíble cuerpo de Nojiko, en ropa interior.

En seguida se vistió, para dolor de Kelsier, pero ya vería como volver a presenciar aquella obra de arte.

Los dos, vestidos con los uniformes de marines, salieron del cuarto y comenzaron a adentrarse en la base, más tranquilos pero aún así ojo avizor para asegurarse de que no eran descubiertos.

Poco a poco, fueron bajando pisos, cruzándose con marines que los saludaban como si de viejos compañeros se tratasen.

Kelsier podía notar que Nojiko estaba nerviosa, así que debían darse prisa antes de que comenzasen a sospechar de ella.

-Perdona-dijo Kelsier acercándose un hombre de tez bronceada y cabello castaño-¿Dónde se encuentra el capitán Morgan? Tengo que informarle directamente a él de un asunto con Roronoa Zoro, pero no le encuentro.

-Está en su despacho, en el piso de abajo.

-Gracias, comandante-agradeció Kelsier reconociendo el uniforme del hombre al que había hablado.

Y se marcharon.

Bajaron un piso más, justo para ver que Law y Raion corrían al exterior siendo perseguidos por un hombre alto, vestido con el atuendo oficial de la marine sin gorra.

Los Piratas Devil's SonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora