Capítulo 23: Retomando el viaje

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Nojiko había visto cómo su vida pasaba por delante de sus ojos cuando cayó al suelo y uno de los ShiroX estuvo a apunto de rematarla, pero de repente habían escuchado todos una enorme explosión del lugar en el que estaban luchando Kelsier y Law.
No sabían qué había pasado con ellos, pero de algún modo, aquella explosión había terminado con Vecna, porque todos los robots comenzaron a caer como si se estuviesen tratando de muñecos inertes.

Todos los Piratas Devil's Son se miraron entre ellos, sorprendidos de lo que acaban de escuchar. Esa explosión posiblemente había arrasado todo la zona de la base de la marina, posiblemente la mitad de la isla.

-Tenemos que ir-dijo serio Raion, ya comenzando a correr.

Todos le siguieron y, cuando Smoker y Tashigi se fueron a unir, Garp les detuvo.

-Id a preparar unas esposas de kairoseki y la mayor cantidad de cadenas que haya en los barcos.

-¿Vamos a detener a los Piratas Devil's Son?-preguntó Tashigi.

-Tal vez... Pero esto es para Vecna y los tres capitanes... Nos los llevamos a Impel Down.

Smoker y Tashigi asintieron y se marcharon corriendo, mientras que Garp miró al frente, al lugar del que salía el humo de la explosión, sin poder evitar sonreír con su haki de observación activo.

-Has montado un buen grupo, mocoso idiota... Nos habría venido bien que lo hubieras montado para la marina pero... parece que te pareces más a tu padre de lo que me gustaría.

En la base de la marina
Raion fue el primero en llegar. Era imposible ver qué había pasado. Confiaba en la victoria de su capitán y de Law pero no era posible ver si esa confianza había servido.

-Raion, ¿ves algo?-preguntó Nojiko preocupada-¿Kel y Law están...?

Entonces se escuchó una extraña risa que veía de la nube de polvo y, de esta, se comenzaron a vislumbrar dos sombras, que cojeaban mientras caminaban hacia los Piratas Devil's Son.
Todos, a pesar de que estaban agotados, se pusieron en guardia con sus armas preparadas.

-¡Oi, oi!-dijo entonces uno ellos-Que malos son mis nakamas, que me quieren lastimar después de mi combate.

-Con lo que nos ha costado ganar.

Los rostros de todos se iluminaron y, con lágrimas en los ojos, corrieron emocionados hacia Kelsier y Law, que comenzaron a surgir de entre el polvo.
Podían ver que Law tenía una infinidad de heridas en la cabeza, además de tener la nariz rota, pero quien peor estaba era Kelsier, con el cuerpo agujereado, entero bañado en sangre, pero con una amplia sonrisa, alzando la mano para saludar a sus nakamas.

Pero cuando Law y Kelsier se pensaban que corrían hacia ellos para felicitarles por su victoria, pero rápidamente Shachi y Penguin se lanzaron sobre ellos para tumbarles en el suelo.

-Bepo, Helmeppo, encargaros de las heridas de Kelsier. Mantenedlo estable mientras curamos las heridas de Law-ordenó Nojiko, que corría a tratar a quien consideraba su hermano-El único que puede salvar a Kel es Law.

-¡Hai!

Y todos comenzaron a trabajar. Les daba igual preguntarles que era esa escopeta que reía como una hiena, o como había sido el combate contra Vecna y Gurēku, solamente se encargaron de coser las heridas de ambos y, cuando Law se vio con fuerzas, con el poder de su akuma no mi les llevó a todos al Polar Tang, donde usaron la sala de operaciones para tratar las heridas de Kelsier, tanto internas como externas.

Finalmente, tras vendar por completo a su capitán, los dos salieron de la sala de operaciones y subieron a cubierta, para ver que solo Nojiko y Shura estaba esperándoles.

-¿Y el resto?-preguntó Law.

-Ayudando en el pueblo-dijo una voz a su espalda-Mocoso, tú y yo tenemos que hablar.

De golpe, Kelsier sintió como un escalofrío le recorría la espalda. Casi sin poder controlarlo, tragó saliva.

-Law, Nojiko, Shura... id con los demás.

Law no entendía del todo lo que sucedía, pero como parecía que Shura y Nojiko sí, se encogió de hombros y los tres saltaron a tierra, dejando a Kelsier solo con la gran silueta que había comenzado a aparecer en cubierta.
Kelsier, sabiendo que no quedaba otra, se giró hacia atrás, para ver a nada más y nada menos que su abuelo, el legendario Monkey D. Garp.

-¡Buenas, viejo!

El saludo de Garp fue un simple y doloroso puño de amor.

-¡Viejo, que estoy herido!-protestó Kelsier, sobándose el chichón que le había crecido-¿Qué haces aquí?

-Smoker y Tashigi querían refuerzos y yo ya estaba hasta las narices de Vecna y los suyos... Pero te quería hablar de otra cosa... ¿Qué has hecho mal en esta pelea?

Kelsier miró a su abuelo extrañado. No sabía de qué estaba hablando.

-No te sigo, viejo.

-Podrías haber ganado sin problemas, pero aquí te veo, completamente vendado.

-Iba bien hasta que le lanzaron un rokuogan a Law en la cara... Me giré preocupado por mi nakama y me pillaron desprevenido.

Comprendiéndolo, Garp asintió.

-Tu hermano se dirige a Arabasta-le dijo-Según han detectado Smoker y Tashigi, se dirigen a enfrentar a Crocodile-Kelsier miró sorprendido a Garp-Ellos dos van a detenerlo, pero los dos sabemos que Luffy se las ingeniará para escapar.

-Wahahahahaha... Eso seguro. Luffy siempre ha tenido ese don... Viejo.

-¿Sí?

-Smoker y Tashigi... son buenos marines. Espero que lleguen lejos.

Garp sonrió y rompió a reír.

-Sí lo son, sí... Aún quedan algunos buenos marines en el cuerpo.

Los Piratas Devil's SonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora