44. Límites

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MYG

Los policías se paseaban de un lado a otro, esperando que alguno de mis conocidos pudiera sacarme del problema en el que me había metido, yo por mi parte no sabía que más hacer, tenía frío y la puerta abierta de la estación no ayudaba en nada.

Me dejé caer por completo en la silla, jugando con una de los lapiceros que estaban frente a mi, hasta que este resbaló de mis manos.

Está situación me hacía recordar al día en el que __________ me había pedido que le levantara su lapicero, el cual estaba en mis pies.

Dios, ¿por qué todo tiene que recordarme a ella?

Pronto la sombra de un chico se vió reflejada a mi lado, lo que significaba que en unos minutos tal vez estaría libre otra vez.

—No volveré a prestarte nada Min, eres un peligro —susurró sentandose a mi lado—.

Suspiré pesadamente y crucé los brazos, esperando que Seokjin me sacara de esta situación.

Había excedido los límites de velocidad, y por poco atropello a alguien —esto último inventado por lo policías... creo—. Llamaron al primer contacto que vieron en mi teléfono, sin darme tiempo de recordar que era el dueño de la camioneta.

Lo admito, pisar el acelerador no ha sido la mejor idea de todas para aliviar el dolor, pero Dios, lo único que quería hacer en ese momento era morir.

—Vamos —suspira rodando los ojos—, y no te salvarás de pagarme la multa.

Seokjin hizo varias reverencias a los policías, mientras me obligaba a mi a hacer lo mismo antes de salir por completo de la estación.

—Prometo que te pagaré cada centavo, no es para tanto.

—Yoongi... 160,000 ₩ ¿te parece que "no es para tanto"?

El chico entró al carro, y yo solo solté una risa sarcástica, la cual se desvaneció cuando Seokjin noté que estaba realmente molesto.

—Te he dicho miles veces que sigas los señalamientos —bufó—.

—Juro que no volverá a pasar.

Encendió su vehículo: —Ni siquiera estás ebrio, ¿qué te pasó?

—Nada importante.

De inmediato nos sacó del lugar donde estaba estacionada su preciada camioneta, conduciendo cuidadosamente hasta poder sacarnos de este lugar.

Iba en la parte trasera del carro, por lo que pude acostarme casi completamente, iba a intentar dormir, pero todo lo que había pasado hace un rato no me dejaba pensar en otra cosa.

—Si quieres hablar conmigo puedes hacerlo, juro que no se lo diré a los chicos.

Me levanté hasta lograr sentarme, Jin se detuvo, indicandome que cambie de lugar, así que pasé de estar sentado detrás de el, a estar a su lado.

Hace un rato traía el gorro de mi suéter cubriendo mis ojos, por lo que ahora pudo verlos claramente. Se sorprendió un poco, antes de volver a poner en marcha el vehículo.

HACKER [Min Yoongi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora