HACKER [Min Yoongi]

31. Si las cosas salen bien

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Ya habían pasado tres días desde que Yoongi no aparecía por la universidad y tres días desde que el no me dirigía la palabra.

Había dejado cientos de llamadas y mensajes en su teléfono diariamente, los cuales fueron leídos pero no respondidos. Me estaba ignorando y era doloroso, aunque esto lo causé yo.

Salí de mi salón y caminé a la cafetería, escuchando la risa de Hoseok por algún lado de esta. Sonreí y me acerqué.

—Hola.

—Hola __________ —Hoseok sonrió— ¿no vas a almorzar?

Negué levemente. Ya había comido lo suficiente entre clases, así que no tenía nada de hambre.

—Ahora vengo —Tae se alejó para ir donde Wooshik—.

Me quedé viendo unos segundos al par de amigos, hasta que la voz de Hoseok interrumpió mis pensamientos.

—Ey —suspiró—, quiero decirte algo.

—¿Qué pasa? —lo miré— Dime.

—No dirás que yo fui quien te lo dijo, ¿eh?

Negué viendo cómo se acercaba a mi, mientras el veía que su otro amigo no regresara a la mesa.

—Yoongi está en casa. El no ha querido que te digamos que está allá y...

—Ya lo sospechaba —reí interrumpiendolo—. Supongo que se la ha pasado encerrado en su cuarto ¿no?

—Si, bueno... —rascó su nuca— no se que fue lo que pasó entre ustedes, pero el parece estar muy afectado.

Bajé la cabeza mientras recordé como fue que habíamos peleado.

—Gracias por decimelo —sonreí—. Oye... ¿crees que Seokjin me deje quedarme en su casa esta noche?

El sonrió y me guiñó un ojo diciendo "déjamelo a mí". Pronto Taehyung llegó a dónde nosotros junto a el otro chico, y comenzaron a hablar con nosotros.

...

El plan de Hoseok funcionó. Había hablado con Seokjin, y el aceptó dormir fuera de casa ya que irían a cenar junto a los chicos a su restaurante favorito. Jin no sabe que iré a su casa esta noche, así que Hoseok me pidió tener mucho cuidado.

Entonces, si las cosas salen bien hoy, podré solucionar mis problemas con mi novio.

Al terminar la última clase, salí inmediatamente en dirección a mi edificio para cambiarme la ropa y pasar a comprar algunas frutas que le daría a Yoongi, antes de ir a su casa. Realmente no sabía si lo que iba a hacer estaba bien, pero me estaba quedando sin opciones. Iré hoy, y aunque el no quiera recibirme, estaré a su lado.

Salí de casa apresuradamente y busqué un taxi, el cual nunca llegó, por lo que tuve que caminar hasta la otra casa.

Ya estaba cerca, podía ver el oscuro barandal que rodeaba su vivienda a pocos metros de mi. Suspiré y me acerqué mientras intentaba buscar mi teléfono para llamarle al chico, aunque al parecer lo había olvidado en casa.

Caminé los pocos metros que faltaban y toqué la puerta varias veces, pero nadie abría. De cualquier forma, no dejé de insistir hasta que el chico pálido apareció frente a mi con cara de sueño, ojos hinchados... y sin playera.

—¿Por qué sigue —se detuvo—...

El no me había visto ya que estaba tallando sus ojos, aunque ahora ya lo hacía. Su rostro reflejaba sorpresa ya que probablemente, no esperaba que estuviera aquí para verlo. Río falsamente, mientras su rostro se tornaba serio.

—Hablemos.

—Pensé que ya lo habíamos hecho. ¿De que quieres hablar ahora __________? —deletreó mi nombre—

—¡De nosotros Yoongi!

No respondió, solo se dió la vuelta y entró a su casa, dejando la puerta abierta para que pudiera pasar, supongo.

Cuando por fin logré estar dentro, dejé las cosas que había traído y busqué al chico por todos lados, pero no estaba en ningún lado, así que subí a su cuarto. Toqué su puerta, la cuál se abrió de golpe, dejándome ver a mi novio con la cara húmeda y ahora con una playera. Bajó las escaleras dejándome detrás, lo seguí intentado alcanzarlo.

—Yoongi —intenté tomar su muñeca—¿seguirás ignorandome toda la vida?

—Mhh... tal vez.

—No me iré de aquí sin antes hablar contigo —el asintió—, pero primero tienes que verme a los ojos.

El no accedió, a lo cual tomé con ambas manos su cuello para verlo a los ojos. Suspiré cuando logré que lo hiciera.

—¿Has decidido confiar en mi, o seguirás guardando todo para ti?

Aquí vamos de nuevo, estoy casi segura que terminaremos aún más peleados de lo que ya estábamos.