HACKER [Min Yoongi]

28. ¿Dónde estás?

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Siendo aproximadamente las 2 am, y yo estaba sentada al lado de mi novio, esperando a que abriera los ojos.

Tomé su mano junto a la mía y la apreté levemente, antes de abrir una cortina y salir de ahí para poder ir con los chicos.

—¿Aún nada? —negué—

Todos habían venido, estaban tan preocupados por el que no les importó nada, solo salieron de casa y con su ayuda, pudimos traerlo al hospital.

—Dudo mucho que despierte está noche. Creo que deberías ir a descansar __________.

—No quiero irme, quiero quedarme con el hasta que pueda recuperar la conciencia.

Ellos se quedaron callados, sabían que no era momento para pelear. Me senté a un lado de Tae, quien me dió un abrazo cálido, esperando que me tranquilizara.

Unos segundos después, Jimin junto a Jungkook aparecieron con café en ambas manos, y un té para Taehyung.

Habían pasado minutos, tal vez horas, y yo aún no quería entrar a dónde estaba Yoongi, no quería verlo de esa forma.

Namjoon me animó a que fuera con Yoongi. Suspiré y entré nuevamente, viendo cómo mi novio parecía hacer gestos aún inconsciente. Acomodé su cobija junto a su almohada y me quedé viendo unos segundos la pulsera que compartimos. Sonreí.

Me senté en la silla y me acomodé cerca de el. Junté ambos brazos y me acosté sobre ellos, intentando dormir un poco, pero no lo conseguía.

Revisé mi teléfono, 4:53 am y el chico aún seguía sin despertar. Estaba claro que faltaría a clases porque no planeaba dejarlo solo.

Seokjin entró y me avisó que irían a descansar a casa y que volverían por la tarde.

Poco después, el sueño comenzaba a apoderarse de mi, y pronto caí rendida a un lado de Yoongi, quien no daba señales de querer despertar aún.

...

Me desperté por las caricias que alguien daba en mi cabeza. Inmediatamente recordé todo lo que había pasado por la noche y me acomodé para poder ver a Yoongi despierto, viéndome fijamente.

—¡Yoongi!

Me lancé a sus brazos mientras soltaba algunas lágrimas, toda la noche estuve preocupada, solo quería que el despertara y se mejorara.

—Tranquila, ahora estoy mejor.

El se separó de mi y se alejó un poco. Limpió mis pocas lágrimas con sus pulgares.

—No has estado comiendo bien, ¿verdad? —asintió— Sabes que comer es lo más importante.

—No quiero hablar sobre eso.

Se giró hacia otro lado e intentó ponerse de pie, lo que impedí que hiciera jalando de su brazo.

—¿No puedes confiar en mi, o simplemente no quieres hacerlo? —dijo dándome la espalda—

El siguió sin voltear a verme, pero por su tono de voz sabía que algo andaba mal, como si estuviese a punto de llorar.

—No entiendo Yoongi, ¿de que...

—¡De In Ho! Ya habíamos hablado de esto —las lágrimas de Yoongi empezaron a salir—, ¿de que sirve que yo confíe en ti si tú no lo haces conmigo?

—No quiero pelear Yoongi. O al menos no aquí.

—¡Pues yo si quiero hacerlo! —talló sus ojos— Sabes que lo estoy dando todo por nuestra relación, y aún así tu no quieres confiar en mi.

Negué intentando tomar su mano, pero el la alejó rápidamente.

—No es que no quiera confiar en ti Yoongi.

—¡¿Entonces que mierda es?!

El se levantó rápidamente e intentó desconectar la delgada manguera que inyectaba el suero de su brazo. Caminé a su lado, haciendo que se sentará nuevamente.

Está muy enojado, ni siquiera me estaba viendo y se alejaba de mí cada que intentaba acercarme.

Salí de ahí para avisar a alguna enfermera que Yoongi había despertado, pero al regresar el ya no estaba.

Todo esto es mi culpa, si le hubiera dicho todo en el momento el no hubiera desaparecido de mi vista, y mucho menos estaría enojado conmigo.

Corrí hacia la puerta saliendo del hospital y comencé a buscar a Yoongi por las calles cercanas, aunque el ya no estaba. Intenté llamarlo, pero era inútil, sabía que no respondería mis llamadas.

Me detuve en una banca para intentar respirar tranquilamente. Seguí intentado marcar a su teléfono, hasta que me mandó al buzón, por lo que supuse que había apagado su teléfono para que ya no siguiera llamándole.

...

Caminé a casa ya que no traía nada de dinero conmigo. Había estado buscando a Yoongi por casi 3 horas, y aún no conseguía encontrarlo, sin mencionar que los chicos aún no sabían que estaba desaparecido.

Entré a mi casa y me tiré en el sofá, pasando ambas manos por mi rostro, aunque eso no evitó que soltara algunas lágrimas.

¿Dónde estás Yoongi?