HACKER [Min Yoongi]

30. Soy un imbécil

MYG

El clima comenzaba ponerse cada vez más frío por aquí, y aunque estuviera congelandome, no regresaría a casa... aún.

Estaba sentado en misma banca del parque donde __________ y yo paseamos en bicicletas, antes de ser novios y que todo esto sucerdiera. No, no quiero decir que salir con ella fuera fuera algo de lo que me arrepiento, es solo que esto está volviendome completamente loco.

-¿Soy un imbécil? -dije para mi-.

Ya pasaban de la 9 pm, lo sabía por el reloj que traía en mi muñeca justo al lado de la pulsera compartida. No quería encender mi teléfono, sabia que tendría llamadas de ella, y seguramente de los chicos si es que ya se enteraron que escapé.

Me estiré unos segundos antes de ponerme de pie, por más que prefería quedarme otra hora en aquel parque no podia, el último autobos saldría en unas horas y queria comer algo por aquí, ademas, tampoco podía esconderme toda la vida.

Tomé mi mochila y salí en busca de algún lugar donde poder comer algo, si no lo hacía, estaba seguro que iba a desmayarme, otra vez.

Terminé por entrar a un restaurante de barbacoa, donde me senté y comí más comida de lo normal, eso es bueno ¿no?

...

No tenía mas opción, debía intentar entrar por la ventana de mi cuarto. ¿Qué clase de persona vive por mas de 6 años en una misma casa y no trae llaves? así es, yo.

Intenté hacer el menor ruido posible al moverme a la parte trasera de la casa, donde estaba la gran ventana que ahora que recuerdo, siempre está cerrada con seguro.

Maldije por dentro y luego volví a la parte delantera de la casa, tocar el timbre no era algo que quería hacer ya que pasaban de la 1 am, y despertaría a Seokjin si lo hacía, pero no quedaban opciones.

Toqué el timbre y a los segundo abrieron, sorpendiendome ya que fue Hoseok quien abrió la puerta. Se quedó estatico viendome unos segundos, a lo que solo lo crucé, evitando su mirada.

-¿Donde estabas Min? -preguntó apenas me senté- Tu novia ha estado buscandote como loca por todos lados.

-Estoy conciente de eso. -suspiré- ¿Podrías hacerme un favor?

Hoseok se acercó hasta donde yo estaba y se sentó a mi lado, mientras me entregaba un vaso junto a unos medicamentos.

-Lo haré, pero antes de que digas algo debes tomar eso -apuntó las pastillas-, te fuiste sin siquiera recibir alguna receta, asi que __________ compró todo tipo de vitaminas.

Acabo de confirmar que realmente soy un imbecil. Habían muchas cajas sobre la mesa y en las manos de Hoseok. Los medicamentos que la chica habia comprado parecian caros. Seguro gastó mucho por todo. Tomé algunas cajas revisando su contenido, e ingerí una por una.

-¿Cuál es ese favor que quieres que te haga?

-¿Sabes si ella sigue buscandome? -asintió- Necesito que les digas a todos que dejen de hacerlo, solo... no le digas a ella que sabes donde estoy.

-Yoongi... -suspiró- no tengo ni idea de que haya pasado entre ambos, pero no creo que esto solucione algo, no puedes ocultarte de tu novia por Dios.

-Lo que pasó no es relevante ahora.

El negó repetidamente antes de tomar su telefono y marcar a quien suponía, era Jungkook, le dijo que había regresado y que no quería que mi novia se enterara, y aunque les costó hacerlo, finalmente terminaron aceptando gurardar el secreto.

Subí a mi cuarto, no sin antes agradeccerle a Hoseok su ayuda y la de los chicos. Me tumbé en mi cama intentando dormir algo, y seguro Hoseok también.

No planeaba ir a clases hoy, y seguro lo que resta de la semana, así que no me preocupé tanto por mi, si no por los demás, quienes estarían despertando en 4 horas tal vez.

Tomé mi telefono aún apagado y lo encendí con algo de culpa. No había contestado las llamadas de __________, la había ignorado en todo el día.

Apenas mi telefono encendió, las notificaciones de llamadas y mensajes de todos iluminaron la pantalla.

-84 llamadas pedidas -repetí viendo el buzón-.

Pronto, la notificación de 67 mensajes llegaron, sabía que cada mensaje era de ella. Abrí inmediatamente su chat, leyendo uno por uno.

-Eres un imbecil Min Yoongi -me dije otra vez, lanzando el telefono a un lado mío-.

Quería levantarme e ir corriendo a su casa, sabiendo se que estuvo mal escapar así del hospital, así como tambien estuvo mal que ella siguiera ocultandome ese tipo de cosas.

Pasaron los minutos, y a decir verdad, ya no estaba tan seguro si ir a donde ella. Quería verla, pero sabía que terminariamos peleando otra vez.

La amo, aunque por ahora... no quiero saber nada de ella.