HACKER [Min Yoongi]

45. Una nota

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¿Qué se supone que debo hacer con un corazón roto, que para mí desgracia... yo lastimé?

Había perdido la concentración de la clase por estar pensando en cosas que tal vez ya no tenían sentido, pero seguía dándole vueltas al asunto.

—Es todo por hoy, no olviden que sus trabajos grupales serán expuestos la próxima semana, así que preparen su material.

El profesor nos dió una señas de "ustedes puedes" y salió del salón, mientras todos se reunían con sus equipos, hasta que el timbre de salida los separó.

Tomé mi mochila y salí del salón revisando la hora y algunas notificaciones que tenía, porque sí... ya tenía teléfono nuevamente. Caminé por los pasillos, cruzándome con la mirada de un chico, el cual inmediatamente se acercó a mi.

—¡Hola!

Sonrió mostrando sus dientes, y al instante sus ojos se ocultaron. Era algo lindo de el.

—Hola —devolví la sonrisa—. ¿Qué haces aquí?

—Ah cierto. Queríamos invitarte un café o algo. Si quieres, claro.

Miré confundida al chico, se supone que el ya debería saber que he terminado a su amigo, entonces ¿por qué estaba siendo tan amable conmigo?

—¿Ustedes ya saben lo de...

—Yoongi nos contó todo —interrumpió—, espero que no te incomode.

—Lo siento, esto es tan confuso. ¿No deberían odiarme justo ahora?

El levantó los hombros restándole importancia a lo dicho anteriormente, por lo que puedo decir que ellos ¿no me odian?

Asentí y me despedí del chico, diciéndole que más tarde le escribiría.

...

"No llegues tarde por faaa" fue el último mensaje que recibí de Jimin.

Pensé que nos veríamos otro día, más no hoy, así que justo ahora estoy buscando algo que ponerme para ir con el y Taehyung, creo.

Dijo que tenía algo importante que decirme, y quiero pensar que no es nada relacionado a Yoongi, pero no puedo pensar en otra cosa.

Tomé mi cartera junto a mi bolsa y salí de casa con tiempo, prefiriendo llegar antes que ellos.

El camino no era largo, pero si aburrido ya que iba sola, ni siquiera la música podía hacer que sintiera el trayecto menos solitario.

Al llegar a la pequeña cafetería en la que me habían citado pedí algo de beber y me senté en una mesa visible para ellos.

Comencé a revisar los mensajes que tenía de mi equipo acerca de nuestra exposición, y me perdí en ellos, hasta que se escucho la campana de la entrada, supuse que eran ambos chicos, así que dejé mi teléfono de un lado y dí la vuelta para saber si estaba en lo correcto.

Pero para mi sorpresa, no eran ellos quienes estaban de pie frente a la barra preguntando por algo.

Lo supe por la forma de su cabello, su espalda, la chaqueta e incluso por la postura que tenía que era él. Min Yoongi.

De pronto mi corazón empezó a latir con fuerza, cuando ví que comenzaba a acercarse hasta mi mesa, dónde lo único que obtuve fue una fría mirada de su parte. Obviamente me lo merezco.