3. "Tres Omegas"

15.9K 1.9K 538
                                    

—¡Ha, soy dominante!— exclamó Kiba, volviendo a su lugar junto a Shino —Pero no me extraña...— dijo sobrado, haciendo el gesto de pulirse las uñas en la ropa.

—Yo que tú, no estaría tan contento. Por lo que explicó Godaime, esos Alfas y Omegas tienen muchas desventajas— comentó el de las gafas.

—¡Ay ya Shino, solo tienes envidia porque eres Beta!

—Ya estoy estoy acostumbrado a no sobresalir— murmuró.

Sasuke apretaba la empuñadura de su espada debajo de la capa negra, todavía no podía creer lo que había dicho la Hokage y solo se limitaba a observar como los otros shinobis hablaban de sus castas como si no fuese un problema "¡¿Pero en qué mundo viven?!" "¡¿Acaso tienen un zapato por cerebro?!" Para él la situación se había tornado grave, muy grave. Las únicas personas que veía con semblante preocupado eran; Sakura, lo que no le asombró, pues tenía en alta estima a la inteligencia de la pelirrosa; a Kakashi, que parecía que se desmayaría de un momento a otro. También Shikamaru se había acercado a la Hokage para pedir más explicaciones, junto con Neji y Hinata.

¿Y quién estaba entablando una conversación tan animada con los "cerebros de zapato"? Sasuke apretó los dientes. Naruto permanecía tan campante como siempre, olvidando por completo de que casi lo viola en la mañana. Se reía todo fresco, junto a Lee y Chōji. Le dieron ganas de lanzarle algo a la cabeza y como no encontró nada cuando buscó a su alrededor, sacó un pergamino en blanco de su bolsa y se lo lanzó justo en la frente.

—¡Teme! ¡¿Qué estás haciendo?!— se quejó y acercó rápidamente.

—¡Hasta ahí!— ordenó Sasuke, señalando una línea imaginaria con la mano —Te quiero a dos metros de mí todo el tiempo— Naruto miró el piso y luego le frunció el ceño —¿Acaso no te has dado cuenta de la gravedad de todo ésto?

—Hmm, pues la verdad, no me siento tan distinto a como ya era— confesó, rascándose la mejilla.

—Se nota que no recuerdas nada— murmuró estrechando los ojos hacia el rubio —Fuí a buscarte en la mañana y por poco... ¡Me atacaste!

—¿Te ataqué? No entiendo...— en ocasiones como esa Sasuke se arrepentía de haberlo dejado vivo.

—Olvídalo. Es mejor así— concluyó.

—Por favor, vayan tomando el documento y saliendo— anunció Shizune —Los que fueron clasificados como Omegas, los necesitamos en el hospital para ponerles vacunas anticonceptivas.

Naruto, que había volteado a escuchar el anuncio, miró de nuevo a Sasuke, ésta vez con semblante más serio. El trigueño no sabía cómo asimilar todo lo que estaba pasando. De un día para otro su situación había cambiado drásticamente y su nueva condición ahora lo estaba ahogando como una marea sin aviso.

—¿Quieres que te acompañe?— preguntó Uzumaki, a lo que Sasuke chasqueó la lengua.

—Claro que no— bufó y después de arrebatarle un folleto a Shizune, se dispuso a salir, pero la Hokage lo llamó al verlo.

Sakura, Shikamaru, Neji y Hinata, salieron del salón en fila, junto a los demás.

—Espera Naruto, también tienes que quedarte— ordenó Tsunade —Kakashi ¡Kakashi!— gritó, al ver que el peliblanco no reaccionaba —Tienes que ir al hospital.

—Al hospital... sí claro, ahora mismo voy— balbuceó y salió.

La Hokage se permitió tomar asiento y observó con detenimiento a los dos shinobis que estaban frente a ella, ambos un poco nerviosos por lo que fuera a decirles.

—¿Qué ocurre, abuela?— preguntó Naruto.

—La situación para ustedes es un poco más complicada— dijo seria —Naruto, tu examen de ADN arrojó que tus genes Alfa están por encima de la media. Supongo que es por tu condición de jinshuriki, ya que éstos sacan a las luz los instintos animales de los seres humanos. Al estar tu chacra mezclado con el de Kurama, que es una fiera como quiera que sea, son más fuertes.

—¿Y eso qué significa?

—Que en lugar de un idiota, ahora eres un súper idiota— espetó Sasuke, ya fastidiado.

—Pues más o menos— concedió Tsunade, burlándose del rubio quién había comenzado a molestarse —Significa que las características del subgénero serán más fuertes en tí, sobre todo el celo...— Naruto fué a abrir la boca y Tsunade dió un golpe en una copia del folleto que había repartido Shizune —¡Lees después!— gruñó —Ya estoy cansada de explicar.

—¿Por qué me llamó a mí?— preguntó Sasuke.

—Les voy a hablar claro a ustedes dos. Ambos son las reencarnaciones de Shodaime y Uchiha Madara,— los dos se miraron y luego asintieron —los cuales fueron los primeros Alfa y Omega, afectados por las esporas de ésta planta. No me gusta divulgar cosas personales y asuntos familiares y secretos, pero supuestamente, según el libro que dejó mi abuelo; el desacuerdo entre los Senjus y Uchihas comenzó cuando Hashirama no respetó su lazo con Madara— Naruto abrió sus ojos azules como dos platos y volteó a ver a Sasuke, que como siempre, permanecía impasible —Se los hago saber cómo advertencia, porque no sé si ésto puede tener alguna repercusión en ustedes.

De alguna forma, Sasuke entendió que la Godaime insinuaba algún tipo de relación entre ellos y se puso bastante incómodo.

—No creo que tenga nada que ver— bufó —Si no hay nada más que decir, me voy al dichoso hospital.

—Sasuke, otra cosa, no puedes salir de la aldea hasta que todo se aclare.

—Me parece un poco exagerado...— comenzó.

—Si algún enemigo descubre lo que pasó, sin duda se aprovechará de ello para futuros ataques. Además, en tu condición de Omega...

—Omega o no, yo sigo siendo el ninja más poderoso, después del tonto éste— goleó a Naruto en el hombro, quién se lo tomó como un halago —¿Por qué carajos tuvo que pasarme ésto?— murmuró para sí mismo —No me tomen como un débil, estoy seguro de que Kakashi está de acuerdo con ésto, después de todo, es el único además de mí que es Omega.

En eso se abrió la puerta nuevamente y entró Lee, con Gaara colgado del brazo derecho. El pelirrojo tenía la cara más colorada que su cabello y el otro un semblante de sufrimiento.

—Tsunade-sama...— lloriqueó —Kazekage-sama no me quiere soltar.

***

Aún frotándose en brazo después de la vacuna, salió del hospital enojado y confundido. No comprendía como un hombre podía tener ovarios y dar a luz, así tan de repente. Era demasiado bizarro pensar en eso, sin embargo, llevó su mano al vientre como si pudiese sentir sus nuevos órganos.

—¡Tsk!

Alpha ShinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora