29. "Tu maestro no debe morir"

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Con su mano apoyada en el cristal, observaba con ansiedad a Naruto del otro lado y acostado sobre una camilla, con sus piernas y brazos sujetos por correas. Tsunade estaba sanando las quemaduras producidas por el chacra, mientras Ino analizaba su cabeza, en busca de la razón de su cambio o qué pudo haberlo descontrolado.

La kunoichi abrió los ojos de repente y lo miró con el ceño fruncido, el puño de Sasuke se apretó contra el vidrio, marcando sus venas en el dorso de la mano. Al parecer Ino se había percatado de su jutsu. Pero, aunque estaba preparado para la reprimenda de Tsunade y asumir toda la culpa, Yamanaka no dijo nada al respecto.

—¿Encontraste algo?— preguntó la Hokage.

—No, Tsunade-sama. Al parecer tiene que ver con el nuevo subgénero— explicó y la Hokage suspiró.

—Entiendo, puedes retirarte— concedió y después de hacer una reverencia, Ino salió de la habitación.

Con un muy serio semblante, pasó por el lado de Sasuke y murmuró;

—Sígueme...

El Uchiha no puso resistencia, agradecía que Ino tratara el tema con él, así que, dándole una última ojeada a Naruto; caminó por el pasillo del cuartel shinobi, detrás de la Yamanaka.

Ella se detuvo al salir del edificio, que se encontraba dentro de la montaña de los Kages, miró alrededor y luego bajó dos tramos largos de escalera, hasta un lugar oscuro y fuera de la vista de los demás.

—Seré breve, porque la situación lo amerita— dijo con severidad —Naruto tiene en su mente una barrera de contención de recuerdos. Los únicos clanes con la capacidad de hacer algo así, somos los Yamanaka y los Uchiha— Sasuke frunció el ceño, había sido descubierto por otra persona, además de Jiraiya.

—Ino...— ella lo calló con un gesto de su mano y negó.

—No sé las razones por lo que lo hiciste, pero toda ésta situación la creaste tú— acusó.

—¡¿Qué quieres decir?!— preguntó furioso y angustiado a la vez.

—Al parecer, al reprimir sus recuerdos, también lo hiciste con gran parte de sus nuevos instintos de Alfa. Su consciencia se dividió en dos, ahora la reprimida trata de salir en busca de su pareja Omega. No sabe quién es, ni como luce, es como un instinto puro que sabe que existe y que lo tiene que encontrar a como de lugar y para lograrlo...

—Está absorbiendo el chacra de Kurama— terminó Sasuke.

—No solo chacra, se está nutriendo también de los instintos y odio del bijū, y apartando completamente al Naruto que conoces.

Sasuke cubrió su rostro y rechinó los dientes, lleno de rabia consigo mismo. Al final su egoísmo terminó haciéndole daño a la persona que más quería, poniendo incluso en peligro su vida.

—Por favor, dime que se puede hacer algo para solucionarlo— imploró, aún sin mirarla.

—Quita el jutsu, devuélvele sus recuerdos. Tal vez aún no sea demasiado tarde.

Sasuke asintió, ya no importaba si Naruto lo odiaba o si no quería saber más de él; ahora tenía que salvarlo y solucionar el problema que había creado.

Con la intensión de dirigirse hacia donde estaba, primero miró a Ino.

—Gracias por no decir nada— murmuró.

—¿Crees que arruinaría todo el esfuerzo de Naruto por traerte de vuelta? Si la hokage se enteraba, te hubiese exiliado de Konoha ¿Y quién crees que iría tras de tí...?

—...Naruto.

—Él podrá ser un tonto a veces, pero nunca se ha equivocado en juzgar a las personas. Si te ama y protege por sobre todo, yo confío en su criterio; aunque ahora mismo esté muy enojada contigo— espetó —Además, solo tú puedes arreglarlo, así que no pierdas...

Un estruendo grande los interrumpió, llamando su atención hacia el cuartel que estaba más arriba. La pared de la entrada había sido destruida, revelando a Naruto con una capa más densa de chacra, rugió al aire y luego se dobló sobre sí mismo, como si tuviese una lucha interna.

Sasuke subió a toda prisa, pero justo antes de llegar, el Uzumaki hizo dos clones y los tres saltaron en varias direcciones, rumbo a Konoha.

—¡Naruto!— gritó desesperado, viendo como los destellos rojos se alejaba cada vez más.

La Hokage y varios shinobis salieron del cuartel, algunos con heridas y magulladuras. Tsunade miró con terror a Naruto, mientras se alejaba sobre los tejados de las casas, y sollozó.

—No... mi niño. Por favor no destruyas lo que te costó tanto...— Sasuke apretó la empuñadura de su espada y subió sobre la baranda de la escalera, dándole la espalda.

—Que los shinobis más fuertes vayan a detener a los clones, yo iré por el verdadero— ordenó y saltó.

Después de aterrizar sobre la rama de un árbol, tomó rumbo Oeste, hacia donde se había dirigido el rubio y agradecido de que su sharingan le dejara ver a través de la técnica del kage bunshin.

Alcanzó a Naruto justo en el parque de las escaleras, su pecho se apretó al ver su estado. La piel se le había quemado y ahora su sangre se mezclaba con el chacra maligno, creando una capa de zorro. Cinco colas rojas hondeaban a su espalda y el asfalto del suelo comenzaba a agrietarse ante la inmensidad de su poder.

—¡Naruto... detente!— suplicó, pero él solo le contesto con un gruñido.

En cuatro patas, las colas se juntaron delante de su boca, totalmente transformada en la de una bestia, juntando un chacra negro y peligroso, que a Sasuke le erizó la piel. La bijūdama fué creciendo en tamaño, para después comprimirse. El Uchiha miró atrás, una técnica así destruiría gran parte de Konoha, si quería detenerlo, tenía que luchar contra él, fuera de la aldea.

Naruto disparó, pero Sasuke creo un portal con rapidez y la bola de chacra masivo, fué teletransportada a otra dimensión.

De inmediato comenzó a reunir chacra nuevamente.

—¡No, no te dejaré hacerlo!— gritó Sasuke —¡Shibaku Tensei! (Devastación planetaria)— exclamó, extendiendo su mano hacia Naruto.

El suelo se resquebrajó y el cuerpo del Uzumaki comenzó a elevarse en el aire, siendo rodeado por los escombros del parque, que comenzaron a crear una esfera apretada a su alrededor del tamaño de una enorme casa y dejando un inmenso cráter en su lugar.

Sasuke empezó a moverse con velocidad seguido por la esfera de piedra, intentando por todos los medios mantener la técnica a pesar de los esfuerzos de Naruto por salir. Tenía que lograr alejarse de la aldea cuando antes.

***

Kakashi siguió a uno de los clones mientras Tsunade se hacía cargo del otro. Los demás shinobis apoyarían en lo que hiciera falta y la mayoría de los chūnin, comenzaron a evacuar a las personas, sacándolas de sus casas aún en pijama.

Aunque las medidas eras drásticas, tenían que evitar por todos los medios que Naruto dañara a algún civil.

Hatake había logrado atrapar al clon con un doton, creando una caja de piedra a su alrededor. No sirvió de nada, a los pocos segundos la roca comenzó a rajarse, dejando salir las oleadas de chacra rojo.

Debía apresurarse y acabar con él de inmediato, así que sujetó su muñeca derecha con una mano y dejó emanar chacra mezclado con el elemento rayo.

—¡Raikiri! (Cuchilla relámpago)

Se lanzó a toda velocidad para impactar al clon, pero éste logró interponer una de sus colas y escudarse con ella. Kakashi no pudo retirarse a tiempo, después del contacto otra cola lo golpeó y cayó varios metros lejos de Naruto, impactando contra una enorme pared de piedra.

Jadeó ahogado por el golpe y escupió sangre. El clon estaba tomando la forma de un pequeño bijū aterrador. Lo miró con unos ojos redondos y blancos, vacíos de emociones, toda su rabia concentrada en el increíble y rojo chacra que lo cubría.

Kakashi logró ponerse de pie, riendo ante su debilidad y lo bizarro de la situación.

—No te gustará despertar y saber que mataste a tu maestro, Naruto... Así que no puedo dejar que lo hagas, sería... demasiado doloroso para tí.

Alpha ShinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora