Ella estaba acostada sobre la cama, su expresión temerosa pero a la vez deseosa de lo que pasaría a continuación. Sakura se arrodilló entre sus piernas y con sus dedos en movimientos muy lentos, recorrió su miembro inferior, desde el tobillo hasta la piel tan suave y tersa de su vientre bajo. Subió a sus senos y trazó círculos perfectos alrededor de sus pezones rosados y pequeños, solo un toque de color en aquel gran y blando busto que poseía la Hyuga.
Se inclinó un poco y los llevó a su boca, percibiendo un ligero sabor dulce y el aroma muy suave de la colonia que usaba o más bien gel de baño. No estaba segura, pero simplemente le parecía exquisito. Hinata retuvo un gemido nervioso, cuando sintió el endurecido apéndice de Sakura rozar su entrepierna, ya húmeda. La pelirrosa clavó sus ojos verdes en los de ella y luego buscó sus labios.
Ambos cuerpos se frotaban entre sí, en una maraña de piernas y brazos, tocando todo lo que podían y acallando los sonidos con besos lascivos. Luego Sakura buscó la entrada de la pelinegra con los dedos y comenzó a estimularla, preparándola para su primera penetración. Aún sin dejar de rozar sus cuerpos, introdujo uno de sus dedos y tuvo que cubrir su boca con una mano, para que el gemido de Hinata no llamara la atención de las personas de la casa.
—No hagas ruido— murmuró y ella asintió enérgicamente.
Sakura metió otro dedo y empezó un movimiento repetitivo de sacarlos para volverlos a introducir. Su mano cada vez más mojada y su miembro más duro y latente. También estaba increíblemente húmeda, y en dos lugares. Era como si su cuerpo sintiera el doble que antes.
Reprimió el instinto de hundirse en ella y bajó, hasta abrir sus piernas y lamer su vagina.
—¡Aghh!— soltó Hinata, y Sakura tuvo que tomar una almohada y dársela, para que ahogara los sonidos en ella.
Deslizó su lengua a lo largo mientras sostenía sus muslos, abriéndolos bien, dejándola totalmente expuesta. La estimuló, besó, tiró de sus pliegues con los labios, introdujo su lengua y luego la giró sobre su centro, llevándola cada vez más alto.
Sintió los músculos de sus piernas tenzarse y luego su abdomen. La espalda de la trigueña se arqueó y llegó en la boca de Sakura, solo provocando que la Alfa sacudiera su cabeza una y otra vez, aún succionando su clítoris y alargando su orgasmo.
Se incorporó con labios brillantes y rojos. Le retiró la almohada, solo para ver un rostro escarlata, con ojos llenos de lágrimas y una expresión de placer que le arrebató la poca racionalidad que aún conservaba. Sakura tomó sus labios, haciéndola probar su propio sabor. Luego escondió su rostro en el cuello de la Hyuga, y mientras se extasiaba con sus feromonas Omega, se hundió en ella, no sin antes tapar su boca para acallar el grito que le provocó la punzada de dolor, al perder su virginidad.
Cuando Hinata se recuperó un poco, Sakura comenzó a moverse con un muy lento y ágil ritmo de caderas, sorprendiéndose a sí misma por la intensidad de la fricción. Su miembro Alfa tenía terminaciones nerviosas a todo lo largo, éstas eran llevadas directamente a su clítoris, quién también estaba siendo estimulado por el roce con el de Hinata.
Simplemente no pudo resistir, no tardó nada en llegar. Lo prohibido, nuevo y morboso del acto, elevaron su excitación a un nivel insoportable. Muy lejos de terminar, y como si fuera una obsesión el estar en el interior de su novia, Sakura tomó una de sus piernas y la movió, dejándola acostada de lado. Sostuvo sus muslos y se inclinó hacia atrás, para observar con curiosidad como quedaban unidas con cada embestida que daba. Luego tomó sus caderas con ambas manos y aumentó la rapidez, mientras miraba como la pelinegra había comenzado a acariciar sus pechos y cuello, el que de un momento a otro se volvió increíblemente apetitoso.
***
—No tienes que acompañarme cada vez que venga a por la vacuna— dijo Sasuke observando a su Alfa, quién mantenía esa sonrisa soleada, mientras entraban al hospital.
—No me molesta, además; tú eres el que debe llevarla, pero los dos somos beneficiados por ello, así que también es mi responsabilidad— Sasuke se sonrojó ante tales palabras y lo empujó, para que no viera el efecto que causaba Naruto en él. Totalmente en vano, el rubio reconocía cuando quería ocultar sus sentimientos —Dí que soy adorable y que me amas...— bromeó.
—Eres molesto y sí, sí te amo— murmuró, sin detener su caminar.
Naruto lo abrazó por la espalda, dificultándole el avance, pero el Uchiha no se quejó, solo se rió y sincronizó los pasos para que sus pies no se enredaran, pero agradeciendo que a esa hora de la mañana aún no había casi nadie en las calles.
Llegaron el centro médico, y solo allí se separaron. Buscaron la enfermaría donde le habían colocado las dos vacunas anteriores y al salir, vieron a Neji. El rostro del shinobi estaba pálido y asustado, algo muy impropio en él.
Naruto fué el primero en acercarse y solo cuando le tocó el hombro, fué que el pelilargo, levantó su mirada del sueldo y lo encaró.
—¿Estás bien?— preguntó el rubio, para después buscar a Sasuke con la vista, éste se había parado un poco más atrás.
—Sí... yo...— balbuceó.
—¿Volviste a anudar a Tenten?— preguntó el Uchiha con tono divertido, que Naruto regañó con un leve ceño enojado —¿Qué?— preguntó fresco y el Uzumaki negó.
—No, ella está bien... muy bien... Tiene seis semanas— murmuró, Sasuke abrió los ojos impresionado y Naruto se rascó la cabeza.
—¿Eh?— preguntó, totalmente perdido.
—Tenten está embarazada, Dobe— le explicó el trigueño.
—¡¿Embarazada?!— gritó en medio de la sala y Sasuke le dió un coscorrón —¿Pero cómo...? Digo... eh... la vacuna y eso...
—Tenten es Beta— señaló el Hyuga —Nos cuidamos pero... parece que no fué suficiente.
En ese preciso momento, salió la mencionada, acompañada de Sakura. Miró a Neji con un sonrojo en las mejillas, pero éste, dejando sus temores de lado; se le acercó de inmediato y la abrazó.
—Neji— murmuró con voz rota —yo...
—Estaremos bien, todo estará bien— dijo él, separándola y mirándola a los ojos —Me haré cargo de ambos y seremos la familia más feliz de éste mundo, lo prometo— secó las lágrimas de su novia, bajo la mirada del equipo 7. Sasuke con una leve sonrisa y Naruto y Sakura abrazándose casi a punto de llorar —Casémonos, busquemos un lugar para los tres.
—¡Sí!— exclamó la llorosa Tenten.
—Teme...— llamó Naruto y miró a Sasuke con ojos de cachorro. Dejó a Sakura a un lado y se acercó para tomarle las manos —Cásate conmigo.
—¡¿Qué?!— exclamó la pelirrosa, y Sasuke solo atinó a ponerse rojo como tomate.
—¡Estás loco!— gruñó el Uchiha.
—¿No quieres casarte? ¿No soy suficiente para tí?— preguntó, casi haciendo un puchero.
—¡No es eso, idiota!— Sasuke puso una mano en su cara y lo apartó. Cubrió su sonrojo con el antebrazo y se volteó, dándole la espalda —No te declares así... lo... lo arruinas.
ESTÁS LEYENDO
Alpha Shinobi
FanfictionUn pergamino prohibido es destruido y cambia completamente el mundo ninja conocido, poniendo a nuestros personajes en un aprieto. Sobre todo a Naruto Uzumaki, quién en su condición de jinshuriki, es el más afectados de todos. Sin embargo, todo ésto...