Caminaba un poco nerviosa junto a Hinata. Ella había ido a su casa, buscándola, para ir a comprar algunas cosas que hacían falta para la fiesta sorpresa de Naruto. Vasos y platos desechables, decoraciones, globos, papel de colores para hacer un enorme cartel de felicitación... Trató de relajarse el resto del trayecto y distraerse con las compras. Estaba funcionando, así que por un momento se olvidó de sus preocupaciones y comenzó a disfrutar del paseo.
Cargadas de bolsas, entraron a una tienda donde vendían ropa de la estación. Ya era otoño y el viento frío anunciaba que vendría un invierno nevado, de esos hermosos en los que Konoha quedaba cubierta de blanco y siempre había un shinobi limpiando las cabezas de los Kages en la montaña.
—¿Qué piensas comprar?— le preguntó Sakura a Hinata, cuando la vió observando la ropa colgada en las perchas.
—No estoy segura. La verdad no necesito ropa, pero creo que sería lindo estrenar algo en la fiesta— explicó y la pelirrosa le sonrió.
Dejó las compras sobre un banco y se acercó a inspeccionar a su lado.
—Creo que haré lo mismo— concedió. Siempre le gustó tener ropa nueva y bonita.
Las dos sacaron varios vestidos, pero no se decidían por ninguno, así que Sakura tomó uno y se lo ofreció.
—¿Negro?— preguntó Hinata, un poco indecisa —No me asienta el color.
—¿Tú crees? Yo pienso que se te vería hermoso— dijo, tratando de mantener el cumplido natural.
—Es que mi cabello es tan oscuro y la piel tan blanca... Me veré aún más pálida— se quejó, haciendo que Sakura riera.
—Pruébatelo— insistió.
La Hyuga suspiró y fué hacia el probador. Sakura se quedó buscando algo para ella, siempre le fué difícil escoger ropa debido a su particular color de cabello, sentía que solo le asentaba el rojo vino.
Cuando Hinata salió, se le quedó mirando fijo, sin poder decir nada. Ella lucía espectacular, como toda una princesa.
—Se ve raro ¿Verdad?— preguntó, al ver a Sakura en silencio —Me lo quitaré.
—No... no, estás muy linda, Hina— logró decir.
—¿No me veo extraña? Siento que mi rostro se ve pálido.
—Para nada...— Sakura rebuscó un labial en su bolso y se acercó, para pintarle los labios.
Hinata se dejó, abriéndolos ligeramente. El maquillaje se deslizaba sobre ellos con facilidad. Sakura tragó en seco cuando sintió su cuerpo responder ante la visión de sus labios carnosos y delicados. Detuvo su hacer sin apartarse y de repente, Hinata abrió los ojos y sus mejillas se sonrojaron. La pelirrosa estaba desprendiendo feromonas Alfa sin darse cuenta.
Cuando se percató de la situación, se retiró un paso, sobresaltada y avergonzada.
—Hinata... yo. Lo siento...— murmuró, tomó sus bolsos y se fué corriendo.
La Hyuga se quedó sin saber cómo reaccionar. El olor de Sakura la había dejado con el corazón acelerado y rodillas flojas. Volvió para quitarse el vestido y al salir del probador, se quedó mirándolo, intentando decidir si comprarlo o no.
***
El salón de la casa de Shikamaru quedó adornado divinamente. Una mesa repleta de comida y bebida, globos, banderitas y un enorme cartel que hizo Sai, con ayuda de Sakura e Ino. La pelirrosa no había vuelto a ver a Hinata desde el incidente en la tienda, hacía tres días. Estaba realmente avergonzada al respecto y segura de que la Hyuga se percató de sus sentimientos. Cuando la vió llegar, acompañada de Neji y Tenten, intentó parecer normal, pero lo cierto era que sus manos estaban temblando de los nervios.
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Alpha Shinobi
FanficUn pergamino prohibido es destruido y cambia completamente el mundo ninja conocido, poniendo a nuestros personajes en un aprieto. Sobre todo a Naruto Uzumaki, quién en su condición de jinshuriki, es el más afectados de todos. Sin embargo, todo ésto...